(Santiago Ríos) La industria automotriz argentina enfrenta un panorama sombrío. Aunque agosto registró un crecimiento del 16,2% en la producción respecto al mes anterior, la comparación interanual revela una caída del 18,6%. A pesar del repunte en las exportaciones y ventas mayoristas, el acumulado del año muestra una contracción del 23,4%. La Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) intenta destacar los signos positivos, pero las cifras reflejan la profundización de una crisis que el gobierno de Javier Milei no ha logrado revertir.

La producción automotriz en Argentina sigue dando señales alarmantes. Según los últimos datos proporcionados por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), el sector produjo 51.650 unidades en agosto de 2024, lo que representa un aumento del 16,2% respecto al mes de julio. Sin embargo, este dato, que a primera vista parece positivo, se desploma cuando se compara con agosto del año anterior: la producción cayó un 18,6% interanual, reflejando un sector en crisis que no logra recuperarse del golpe económico que ha atravesado al país en los últimos años.

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Este aparente crecimiento mensual no puede ser visto como un indicador sólido de recuperación. Más bien, parece un reflejo de los vaivenes de una industria atrapada en un contexto económico que no le permite sostener un crecimiento sostenido. Aunque las exportaciones y las ventas mayoristas mostraron incrementos en agosto, el panorama general sigue siendo desolador.

En términos de exportaciones, el sector automotriz envió al exterior 32.754 unidades en agosto, lo que significó un aumento del 15,6% respecto a julio y un incremento del 13,5% en comparación con el mismo mes del año pasado. En ventas mayoristas, se comercializaron 38.682 unidades en agosto, un 17,1% más que en julio y un 27,7% por encima de agosto de 2023. A primera vista, estos números podrían parecer un alivio en un contexto de crisis, pero una mirada más detallada revela una realidad diferente.

A pesar de un repunte en agosto, la industria automotriz sigue en caída libre con una baja interanual del 18,6%. Las exportaciones y ventas mayoristas muestran mejoras, pero el sector no logra escapar de un contexto económico adverso y medidas insuficientes.

El acumulado de enero a agosto de 2024 muestra que la producción total de vehículos alcanzó las 312.822 unidades, una caída del 23,4% en comparación con el mismo periodo del año pasado. A pesar de los esfuerzos por aumentar las exportaciones, estas también cayeron un 10,3% en lo que va del año. En otras palabras, las mejoras de agosto son apenas un parche temporal sobre una herida mucho más profunda.

Desde ADEFA, su presidente, Martín Zuppi, ha intentado mantener un discurso optimista, destacando que "se consolida la tendencia de crecimiento" y que "el aumento de la participación de las exportaciones sobre la producción" es un paso positivo. Sin embargo, este optimismo choca frontalmente con las cifras reales. El gobierno de Javier Milei, que ha prometido políticas pro-mercado y de ajuste fiscal, ha intervenido en el sector con medidas que no han logrado corregir las distorsiones macroeconómicas que asfixian a la industria.

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Las políticas económicas de ajuste impulsadas por el gobierno, en un intento de reducir el déficit fiscal, han afectado gravemente a sectores como el automotriz, que requiere de estabilidad económica, inversión y políticas de incentivo para mantenerse competitivo en el mercado internacional. La fuerte caída de la producción en lo que va del año, sumada a la contracción de las exportaciones, es una prueba más de que las medidas adoptadas no son suficientes para revertir el deterioro industrial.

El sector automotriz en Argentina ha sido históricamente dependiente de las exportaciones para sostener su crecimiento. Sin embargo, en un contexto de crisis económica global y una moneda local devaluada, esta estrategia ha demostrado ser insuficiente. La caída del 10,3% en las exportaciones durante los primeros ocho meses de 2024 es un claro indicio de que el modelo económico actual no está funcionando.

La necesidad de un cambio de rumbo

A pesar de los aumentos en las ventas mayoristas y exportaciones en agosto, el acumulado del año refleja una tendencia a la baja que es difícil de revertir sin un cambio estructural profundo. Los esfuerzos del gobierno por contener la inflación y reducir el déficit fiscal han tenido un impacto directo en la competitividad del sector, que sigue luchando por mantenerse a flote.

Las políticas actuales, basadas en la austeridad y el ajuste, no están generando los resultados esperados. Si bien las cifras de agosto muestran una leve mejoría, es claro que la crisis automotriz es mucho más profunda y requiere medidas más agresivas para fomentar la producción, aumentar la competitividad y reactivar el consumo interno. De lo contrario, el sector automotriz, uno de los pilares de la industria argentina, seguirá en caída libre.

El gobierno de Javier Milei, al enfocarse en políticas de austeridad y en el discurso del "déficit cero", está descuidando sectores claves de la economía que requieren inversión y apoyo estatal. Mientras tanto, los trabajadores y las empresas del sector automotriz enfrentan un futuro incierto, con una producción que sigue desplomándose y exportaciones que no logran compensar las pérdidas internas.

Fuentes:

https://ar.motor1.com/news/732580/produccion-agosto-2024/

https://www.pagina12.com.ar/765150-produccion-de-autos-sigue-en-caida