Desde el ascenso de Javier Milei al poder, su gobierno se ha dedicado a implementar un modelo político que desafía los cimientos de la Argentina democrática. Miriam Lewin, ex titular de la Defensoría del Público, expuso en una entrevista con Andrea Recúpero en AM530, Somos Radio, cómo las medidas adoptadas por La Libertad Avanza están desmantelando las instituciones clave que velan por los derechos ciudadanos y las libertades fundamentales. "Esta gente repudia, rechaza y desconoce todo tipo de derechos", afirmó contundentemente Lewin, sintetizando la lógica que permea las decisiones del actual gobierno.

El caso de la Defensoría del Público es paradigmático. Esta institución, que alguna vez se destacó como un bastión para garantizar la pluralidad y la calidad de la comunicación en el país, hoy se encuentra paralizada. Según Lewin, la intervención de una figura vinculada al macrismo convirtió a este organismo en un "local de militancia PRO", despojándolo de su carácter independiente y transformándolo en un engranaje más del aparato político conservador. Esta desarticulación responde a una agenda clara: la eliminación de todo vestigio de derechos colectivos que cuestionen el poder concentrado.

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El debilitamiento de la Defensoría del Público no es un hecho aislado, sino parte de un ataque sistemático que afecta a empleados públicos, organismos de derechos humanos y trabajadores culturales. Lewin recordó cómo, en un gesto de absoluta insensibilidad, los empleados del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti recibieron la notificación de su despido por correo electrónico en vísperas de Año Nuevo. "Lo que hacen lo hacen con crueldad", enfatizó, aludiendo al carácter despiadado de estas decisiones.

Lewin fue incisiva al señalar que las acciones de Milei superan incluso las medidas más controvertidas del macrismo. "Este Gobierno se anima a cosas que ni siquiera se animó el macrismo", sentenció, dejando al descubierto la profundidad del ajuste. La eliminación de programas y despidos masivos no solo debilitan las instituciones, sino que también envían un mensaje claro: el proyecto político de La Libertad Avanza prioriza la concentración del poder y la desregulación absoluta por encima de los derechos ciudadanos.

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La situación actual de la comunicación en Argentina ilustra esta regresión. Bajo la administración anterior, la Defensoría del Público se erigió como un espacio para pensar la comunicación como un derecho humano. Ahora, este principio ha sido relegado, reemplazado por una visión instrumental que responde a los intereses de los sectores más concentrados de la economía. Para Lewin, este cambio no es casual: "Les molestaba porque hablaba de la comunicación como un derecho".

El impacto de estas políticas trasciende el ámbito institucional. Lewin destacó que Argentina está perdiendo los atributos que la hacían un país prestigioso en la región, desde el fortalecimiento de los derechos humanos hasta la consolidación de un sistema mediático plural y democrático. En su lugar, se impone un modelo que no solo desconoce estos valores, sino que los socava deliberadamente.

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La crítica de Lewin no se limita al diagnóstico. Para ella, la sociedad argentina enfrenta un desafío urgente: recuperar el sentido colectivo y reivindicar la comunicación como una herramienta de empoderamiento ciudadano. Este llamado a la acción se convierte en un recordatorio de que los derechos no se pierden de un día para otro, sino que se erosionan progresivamente si no se los defiende.

Con el desmantelamiento de la Defensoría del Público y el ataque a otras instituciones, el gobierno de Javier Milei no solo socava el presente, sino que hipoteca el futuro. La Argentina que emerge de estas políticas es un país menos justo, menos plural y menos democrático, donde los derechos dejan de ser universales para convertirse en privilegios de unos pocos.

Quién lo hubiera dicho
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— En Orsai (@EnOrsai) January 2, 2025