El impacto devastador de la dolarización

(Por Nicolás Valdez) El gobierno de Javier Milei ha generado un cambio profundo y preocupante en la economía argentina. Por primera vez en décadas, el país que históricamente se enorgulleció de ser "el granero del mundo" ha comenzado a importar hortalizas de Paraguay. Esta situación, celebrada como un logro por el ministro de Agricultura paraguayo, Carlos Giménez, es un símbolo de la decadencia del sector agropecuario argentino, que lucha por sobrevivir en medio de una tormenta económica provocada por políticas neoliberales extremas.

Desde octubre de 2024, más de 1.800.000 kilos de tomates, junto a cargamentos de zanahorias y cebollas, han cruzado la frontera desde el norte del río Pilcomayo hacia mercados clave como Córdoba, Buenos Aires y Mendoza. Mientras Giménez describe esta expansión como histórica para Paraguay, en Argentina, el panorama es sombrío: compañías líderes del agro como Los Grobo y Surcos se encuentran al borde del colapso financiero, incapaces de afrontar sus deudas en dólares.

El precio de la dolarización

La estrategia económica de Milei, basada en la dolarización y un sistema de cambio fijo, ha demostrado ser una camisa de fuerza para la producción nacional. La caída de los precios internacionales de la soja, principal motor de ingreso de divisas para el país, ha exacerbado las dificultades.

El precio de la tonelada de soja, que superaba los 600 dólares en 2023, ha caído por debajo de los 300 dólares en 2024, dejando al sector agropecuario sin margen de maniobra. En este contexto, el flujo constante de dólares necesario para sostener el esquema económico se ha convertido en una trampa mortal para los productores.

Surcos y Los Grobo, dos gigantes del agro argentino, son las caras visibles de esta crisis. Mientras Los Grobo incumplió un vencimiento de 100.000 dólares y su filial Agrofina acumuló deudas de 10 millones de dólares, Surcos enfrenta embargos millonarios y la inhibición de bienes tras denuncias de la Comisión Nacional de Valores por presunto engaño a inversores. Estas empresas son solo la punta del iceberg de un sector que agoniza bajo el peso de la recesión.

Paraguay avanza, Argentina retrocede: Dependencia y vulnerabilidad

Para Paraguay, el colapso argentino ha sido una oportunidad. El gobierno de Santiago Peña y su ministro de Agricultura han implementado políticas agresivas de tecnificación agrícola, buscando transformar la agricultura de subsistencia en una actividad comercial y competitiva. Giménez destacó que el cambio de gobierno en Argentina facilitó este proceso, permitiendo a los productores guaraníes ingresar a un mercado históricamente inaccesible.

“Estamos conquistando el mercado argentino y queremos que esto no sea coyuntural, sino una política sostenida”, afirmó Giménez en una entrevista reciente. Paraguay, que además ha firmado acuerdos históricos con la Unión Europea, avanza en la tecnificación de pequeños productores y en la formación de jóvenes en escuelas agrícolas, un contraste brutal con el desmantelamiento de políticas públicas en Argentina.

La importación de hortalizas no solo evidencia el retroceso productivo, sino también la creciente dependencia de Argentina en sectores clave. La entrada masiva de productos primarios desde Paraguay simboliza la incapacidad del país para abastecer su propio mercado interno. En lugar de fortalecer la soberanía alimentaria, las políticas de Milei han expuesto al país a la voracidad de los mercados internacionales y a los vaivenes de un modelo de importación-exportación que privilegia a los capitales extranjeros sobre los intereses nacionales.

Un futuro incierto

El panorama que se vislumbra es preocupante. Con el agro al borde del colapso, los productores pequeños y medianos enfrentan un futuro de endeudamiento y cierre masivo de explotaciones. Las empresas que sobrevivieron al ajuste brutal de los últimos años ahora se encuentran en una posición de extrema vulnerabilidad. Mientras tanto, la falta de una estrategia nacional que priorice la inversión en tecnología y el desarrollo local condena al país a una dependencia cada vez mayor.

La política económica de Javier Milei no solo está desmantelando el tejido productivo argentino; también está minando la confianza en el futuro del país. La imagen de un Paraguay pujante que exporta hortalizas a un mercado argentino en crisis es un retrato brutal de la nueva realidad bajo el gobierno libertario. La pregunta que queda es: ¿hasta cuándo podrá sostenerse este modelo antes de que las consecuencias sean irreversibles?

Fuentes:

https://www.laarena.com.ar/el-pais/milei-lo-hizo-el-pais-importa-hortalizas-y-paraguay-lo-celebra-20241230040

https://www.elcomercial.com.ar/40099-paraguay-celebra-la-exportacion-de-hortalizas-a-la-argentina-y-apunta-a-tecnificar-a-los-pequenos-productores

https://bichosdecampo.com/el-tomate-no-estaba-solo-paraguay-concreto-tambien-la-primera-exportacion-de-25-toneladas-de-zanahoria-al-mercado-local/

https://www.ip.gov.py/ip/2024/10/24/continua-exportacion-de-mas-productos-frutihorticolas-a-la-argentina-y-ya-se-miran-otros-mercados/