Mientras el optimismo inicial se desvanece, Javier Milei enfrenta su primer gran desafío: la erosión de su apoyo popular, un fenómeno que podría marcar el rumbo de su gobierno en los meses venideros.

Desde su asunción, Javier Milei había logrado mantener una imagen casi intocable frente a la opinión pública. Sin embargo, recientes datos de la consultora Poliarquía indican que su popularidad ha caído siete puntos en septiembre, un indicador que, aunque no catastrófico, marca un punto de inflexión notable en la relación entre el presidente y la ciudadanía. Este desliz se produce en un contexto donde la economía sigue golpeando a los sectores más vulnerables, dejando a muchos argentinos con un sabor amargo tras las promesas de un futuro próspero.

Alejandro Catterberg, director de Poliarquía, sostiene que esta caída en la imagen de Milei podría estar vinculada a una serie de aumentos tarifarios que, aunque anunciados, impactan directamente en los bolsillos de los ciudadanos al llegar las boletas. La percepción de que la inflación se estabilizaba ha comenzado a revertirse, y la incertidumbre económica empieza a hacer mella en la esperanza que Milei había cultivado. De hecho, por primera vez desde su asunción, la preocupación por el empleo ha superado a la preocupación por la inflación, evidenciando un cambio en la agenda de demandas de la ciudadanía.

INFORME Los escándalos de Corrupción en el Gobierno de Javier Milei

El panorama se complica aún más al considerar que el discurso oficial ha pivotado hacia la necesidad de alcanzar un déficit cero, un objetivo que resuena en el ámbito financiero pero que resulta abstracto y lejano para la gente de a pie. Así, la desconexión entre las promesas de Milei y la realidad cotidiana se vuelve cada vez más evidente, llevando a una insatisfacción palpable.

La imagen de Milei cayó 7 puntos en un mes según una encuesta de Poliarquía.

"La novedad en términos de opinión pública es que Milei había tenido hasta ahora un comportamiento particular con la opinión pública: desde que asumió hasta nuestra última medición todos los distintos… pic.twitter.com/jREgG7hJir

— De Acá en Más (@DeAcaEnMasOk) September 23, 2024

En este sentido, muchos analistas creen que la capacidad de Milei para gestionar esta caída en su imagen dependerá de cómo interprete y responda a las críticas. La tentación de atribuir la pérdida de apoyo a factores externos o a su relación con otras fuerzas políticas podría resultar en una falta de autocrítica que, a la larga, profundizaría la crisis de confianza.

Kicillof como faro de resistencia en un mar de descontento

Mientras la situación avanza, el futuro inmediato del presidente se presenta incierto. La falta de un plan claro para reactivar la economía y mitigar el impacto de los aumentos tarifarios puede llevar al gobierno a una situación de “primer minoría”, donde Milei perdería su apoyo mayoritario. Los próximos meses serán cruciales para observar si esta caída se consolida o si, por el contrario, el presidente logra revertir la tendencia.

La opinión pública, que hasta hace poco parecía alinearse con las promesas de Milei, empieza a mostrar signos de desconfianza. La ilusión de un cambio rápido y efectivo se desdibuja ante la cruda realidad de una economía estancada y en retroceso, donde el peso de la tarifa de servicios públicos se siente con fuerza en cada hogar. La percepción de que la administración de Milei no está a la altura de las expectativas populares podría ser el catalizador que despierte un nuevo ciclo de descontento.

Alejandro Catterberg, habló con @paulovilouta en #Vilouta910 sobre la caída en la imagen del Gobierno de Javier Milei.

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En definitiva, la caída de la imagen de Javier Milei podría ser un síntoma de una crisis más profunda en el tejido social argentino, un país que aún busca respuestas claras y efectivas a sus problemas más acuciantes. La esperanza depositada en su figura está a punto de ser puesta a prueba, y el tiempo dirá si la llama del optimismo puede ser reavivada o si se extinguirá en medio de la frustración y la incertidumbre.