La cúpula de la CGT ensaya pasos de baile para mostrarse opositora al Gobierno y combativa para las bases que ven perder todos los días un poco más de derechos. Pese a decir que están en peligro, los sindicalistas evitaron hablar de un paro nacional para defender a toda la clase trabajadora.
Pep - Redacción En Orsai // Viernes 27 de enero de 2017 | 09:16
La cúpula de la CGT se mostró muy combativa en el discurso del comienzo de año. Afirmaron que “no vamos a dejar que caigan los convenios colectivos de trabajo ni a permitir que se ponga tope a las paritarias”.
Acto seguido evitaron hablar de un paro general que muestre de qué manera piensan defender a los trabajadores que corren peligro. Lo llamativo es que anunciaron u supuesto plan de lucha pero no fijaron fecha para un retención de tareas general, lo que es la principal herramienta de protesta sindical.
Para eso tiraron la pelota para delante y señalaron que recién el 2 de febrero se reunirá el Consejo Directivo de la CGT y recién ahí se podría tomar la decisión de ir al paro.
Los sindicalistas hablaron sobre “un incremento muy grande de la tensión social”. Schmid afirmó que “la economía no ha arrancado y ellos no tienen ni idea, por eso hay que olvidarse que vamos a discutir una paritaria de alrededor del 20 por ciento. Ante la pérdida del poder adquisitivo del año pasado, más los aumentos de los servicios y otros rubros este año, no vamos a discutir con ningún tope”.