El cierre de año muestra a una administración libertaria que no logra aprovechar la propensión de la CGT a buscar acuerdos.
Por Gestión Sindical // Jueves 19 de diciembre de 2024 | 07:33
El cierre de 2024 encuentra al Gobierno y la CGT dialoguista empantanados en su propio esquema. Lo que pasó en las últimas horas, con la suspensión decidida por el Ejecutivo de la mesa de diálogo que iba a reunir a empresarios, representantes del Gobierno y de la CGT, es una muestra cabal de que la idea de una relación lineal y fluida pasa más por lo declarativo que por los hechos.
En La Libertad Avanza no hay una posición uniforme sobre qué se debe haber con los representantes gremiales. La cancelación de la mesa de diálogo tuvo un motivo excluyente que fue el acuerdo paritario de Camioneros con las empresas del sector, por encima del porcentaje que el Gobierno -más precisamente, Luis Caputo– quiere, que no es otro que el de la inflación proyectada, del 1% mensual (menos, incluso, que la inflación que prevén las consultoras).
El Ministerio de Economía –Caputo– está decidido a que los salarios no recuperen en este momento que consideran de bonanza, lo que se perdió contra la inflación en los malos tiempos: su plan es el de un país con sueldos bajos. De hecho, volvió a traicionar el ideal libertario al meterse en un acuerdo entre privados: el aumento del 8,5% para los camioneros ya había sido aceptado por las empresas.
Esta es una mirada que Caputo comparte con Federico Sturzenegger, el líder de la cartera de Desregulación y Transporte, y que complica al secretario de Trabajo, Julio Cordero, a la hora de buscar puentes de diálogo con la CGT, pero también a la propia conducción de la CGT, que no tiene intenciones de entrar en conflicto con el Gobierno.
Sturzenegger despide y celebra
Un dato que ilustra el rumbo que seleccionó Sturzenegger pasa por lo que ocurre en torno a los estatales: este miércoles informó que el Gobierno nacional eliminó 34.829 puestos de trabajo en el sector público, lo que representó una reducción del 7% entre diciembre de 2023 y octubre de 2024.
Podría ser una buena noticia, si no fuera porque en el mismo período el sector privado no absorbió esos empleos; por el contrario, también se contrajo a lo largo de 2024. Es decir que Sturzenegger celebró que el Estado gasta menos pero, a la vez, que hay más argentinos que no tienen dónde trabajar.
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A su vez, el ahorro estimado a futuro es de US$ 3.820 millones, es decir que el plan es seguir por el mismo camino.
La desvinculación de trabajadores del Estado se concentró en la Administración Pública Nacional (APN) y las empresas estatales. En concreto, la APN disminuyó su personal en un 10%, equivalente a más de 20 mil puestos de trabajo.
En las empresas estatales, la reducción del personal alcanzó el 12,6% durante el mismo período. El informe destaca que la mayor parte del ahorro provino de la disminución de los contratos regidos por la Ley Marco.
Le siguieron los empleados de planta permanente y transitoria, con un ahorro de US$ 1.130 millones, y los contratos LOYS (monotributistas).