El ex presidente Mauricio Macri, en un giro que expone su cambiante postura política, se sumó a las críticas de su candidata Patricia Bullrich en relación a la entrada de Argentina en el grupo BRICS, conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A pesar de su reciente cuestionamiento, el archivo revela que durante su mandato participó en una reunión de este grupo en 2018, resaltando la importancia de los países miembros en sus redes sociales y agradeciendo la invitación oficial en ese entonces.

Macri expresó su descontento con la incorporación de Argentina a los BRICS, planteando preocupaciones sobre la alianza con Rusia e Irán. Sin embargo, en 2018, mientras estaba en funciones como presidente, asistió a una Cumbre de los BRICS en Johannesburgo. En aquel entonces, Macri destacó la relevancia de este grupo de economías emergentes y el honor de participar en la reunión.

La participación de Macri fue oficialmente reconocida por la Presidencia en un comunicado en 2018, donde él mismo afirmó estar llevando adelante la presidencia Pro Tempore del G20 y exponiendo la visión desde el Sur en la cumbre del BRICS. Agradeció la invitación y resaltó la importancia de fortalecer el diálogo con los países miembros.

Ya estoy en Johannesburgo para participar como invitado en la Cumbre de BRICS, el grupo de países con las economías emergentes más importantes del mundo pic.twitter.com/2x2wPSEbfj

— Mauricio Macri (@mauriciomacri) July 26, 2018

Por otro lado, en su artículo titulado "Por qué conviene estar en los BRICS (y cómo llegamos)", publicado en el portal de noticias Pagina 12, Martín Granovsky examina detenidamente las razones que justifican la incorporación de Argentina al grupo de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y cómo este paso ha sido influido por las relaciones y la geopolítica en juego. El autor destaca la importancia que Brasil tiene para Argentina, calificándolo como el primer socio estratégico, mayor aliado y país amigo. No obstante, también plantea la cuestión inversa: ¿es Argentina igualmente vital para Brasil?

Granovsky señala que la perspectiva empresarial brasileña hacia Argentina es variada. Mientras los empresarios relacionados con la internacionalización financiera minimizan la importancia de Argentina, aquellos vinculados al sector automotriz ven un valor en la complementación con su contraparte argentina. Sin embargo, desde el plano político, Brasil ha demostrado un compromiso inequívoco en mantener una relación cercana y armoniosa con su principal vecino, a pesar de los desafíos económicos y las implicaciones de la reconexión con el Fondo Monetario Internacional bajo el gobierno de Mauricio Macri.

El autor contextualiza la relación bilateral, remontándose a los inicios de ambas democracias en la década de 1980. Destaca que la declaración de Foz de Iguazú en 1985, firmada por Raúl Alfonsín y José Sarney, marcó el comienzo institucional de la integración entre ambos países. Granovsky insiste en que la reciente inclusión argentina en los BRICS no es un acontecimiento aislado, sino que es el resultado de años de construcción de vínculos e interdependencia.

El autor también aborda la significativa influencia de Lula en este proceso. Señala que la incorporación de Argentina a los BRICS está estrechamente ligada a la vuelta de Lula al poder en Brasil y al acercamiento entre ambos gobiernos. Resalta la importancia de la relación entre Alberto Fernández y Lula, incluida la visita de Fernández a Lula en prisión, que ahora se interpreta en una perspectiva histórica y geopolítica.

Granovsky enfatiza los esfuerzos argentinos por fortalecer sus lazos con los miembros de los BRICS, citando la relación con China como un ejemplo. Destaca la disposición de Xi Jinping a respaldar la entrada de Argentina en el grupo. Además, el autor menciona los encuentros del canciller argentino con autoridades indias como otra evidencia de los movimientos diplomáticos de Argentina hacia los BRICS.

En términos concretos, el artículo resalta el valor comercial de las relaciones con los BRICS para varias provincias argentinas, así como la importancia del grupo como destino para el 30% de las exportaciones argentinas. Granovsky argumenta que, dada la interdependencia económica global y la necesidad de diversificación, Argentina tiene razones prácticas para intensificar sus relaciones con este conjunto de naciones.

En un estilo informativo, el autor desestima críticas sin fundamentos y aborda el concepto de interdependencia económica entre naciones, particularmente entre Estados Unidos y China, para subrayar cómo los intereses económicos comunes evitan una destrucción mutua. Granovsky presenta argumentos sólidos para la incorporación de Argentina en los BRICS, basados en la pragmática diplomacia y la importancia económica y estratégica que este bloque representa en un mundo fragmentado.