La decisión de los jueces Fernando Lima, Marcelo López Alfonsín y Mariana Díaz se hizo pública el viernes 14 de julio, un día antes del inicio de la feria judicial. Los camaristas siguieron la recomendación de la fiscal de Cámara, Karina Cícero, quien había sugerido revocar el fallo de primera instancia emitido por el juez Darío Reynoso, titular del Juzgado N°24.

La jueza Díaz fundamentó su voto argumentando que los "cambios" presentados por las empresas no demostraron la capacidad para cumplir con las exigencias que habían sido incumplidas en la resolución original que paralizó las obras en agosto de 2020. Cabe mencionar que estas empresas habían comenzado a construir en plena cuarentena por la pandemia de COVID-19.

En medio del litigio, IRSA y Portland afirmaron haber modificado el proyecto original para la Parcela N°1, ubicada en Avellaneda y Fragata Sarmiento. Supuestamente, redujeron la cantidad de subsuelos destinados a cocheras y limitaron el uso comercial del edificio de diez pisos a una galería en planta baja. También señalaron que IRSA había transferido esa parcela a Portland, y que los lotes ya no estarían "integrados ni funcional ni jurídicamente, por lo que no conformarán un único complejo edilicio".

El juez Reynoso aceptó estos cambios como suficientes para considerar que la medida cautelar había perdido parcialmente su efecto con respecto a la Parcela 1. Por lo tanto, le permitió a las empresas tramitar ante el GCBA (Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) la rehabilitación de los permisos de obra de esa parcela para reanudar los trabajos. Sin embargo, las empresas pretendían obtener la autorización para las cuatro parcelas del predio. La nueva resolución de la Cámara, en cambio, mantiene en vigor la medida cautelar de agosto de 2020.

Este fallo ha sido considerado histórico por algunos vecinos de Caballito, como Martin Iommi, quien es miembro del Consejo Consultivo comunal y participó en la presentación del amparo junto a las organizaciones S.O.S Caballito, Estación de los Deseos y los comuneros Osvaldo Balossi y Agustina Quinteros. Iommi recordó que la empresa Alto Palermo S.A., actualmente IRSA, obtuvo el predio de Caballito en 1999 con el objetivo de construir un shopping, pero debido a la resistencia de los vecinos, nunca pudieron sancionar una norma especial en la Legislatura Porteña para ello.

Ante la falta de aprobación, las empresas subdividieron el predio en cuatro parcelas para evitar el proceso legislativo. Sin embargo, la Cámara sostiene que el proyecto es un emprendimiento inmobiliario integral, a diferencia de lo presentado por las empresas. En la resolución anterior, los jueces ya habían considerado que las obras no podían ser analizadas de manera autónoma, dado que se trataba de un emprendimiento global que incluía la construcción de diez edificios de diez pisos cada uno, galerías con comercios minoristas y garajes comerciales.

Las organizaciones vecinales señalaron que las "modificaciones" propuestas por las empresas para el resto de las parcelas implicaban solamente renunciar a construir un shopping de 28 mil metros cuadrados y reemplazarlo por una galería comercial de 25 mil metros cuadrados, manteniendo la construcción de los diez edificios de diez pisos con un total de 1188 departamentos. Además, destacaron que las empresas no se comprometían a ceder tierras ni a realizar estudios de impacto ambiental conforme a la normativa vigente.