Los actos delictivos reflejan años de hostigamiento y persecución a la comunidad educativa de la Ciudad de Buenos Aires, por parte de la gestión de Rodríguez Larreta y el ministerio de Educación encabezado por Soledad Acuña.

La situación de las escuelas porteñas se ha visto afectada por un doble vaciamiento. Por un lado, la administración porteña ha llevado a cabo recortes presupuestarios que han impactado en el funcionamiento de los establecimientos. Por otro lado, la ausencia del Estado ha permitido que personas externas ingresen y sustraigan insumos, dispositivos electrónicos, material didáctico, entre otros.

Durante el fin de semana largo, la Escuela Dorrego N° 6 DE 10, ubicada en el barrio de Saavedra, fue víctima de un robo. En este caso, se sustrajeron dos bombas de agua y llaves de bronce, dejando a varios sectores del establecimiento sin agua. Por otro lado, en la madrugada del viernes, la Primaria N° 15 Manuel Antonio Acevedo, en el barrio de Coghlan, fue asaltada. Los delincuentes ingresaron durante la noche, violentaron las instalaciones y se llevaron alrededor de 100 equipos tecnológicos, incluyendo tablets, netbooks, notebooks, parlantes y equipamiento de oficina.

El robo en la escuela N° 15 DE 15 generó una sensación de vulneración muy fuerte entre las familias. Además, se intentó ingresar al jardín de infantes lindero, el N° 2 Juan M. Coghlan, donde afortunadamente no se logró acceder debido a la presencia de más equipos tecnológicos. La falta de seguridad y la ausencia de un casero, que no ha sido repuesto desde el fallecimiento de la casera anterior hace dos años, son señalados como factores determinantes en estos hechos delictivos.

Las autoridades de la escuela N° 15 DE 15 realizaron la denuncia correspondiente en la Comisaría Vecinal 12, y actualmente la justicia está investigando el caso para intentar esclarecerlo y recuperar lo robado. La falta de equipos tecnológicos afecta directamente el proceso de aprendizaje de los más de 330 estudiantes que asisten a la escuela.

Estos robos a escuelas no son casos aislados, ya que se han registrado otros hechos similares en distintos establecimientos. Es necesario invertir en educación y brindar un mayor cuidado a las escuelas. La ausencia de caseros, especialmente luego de que se jubilaran y el gobierno porteño dejara de reemplazarlos, es una situación preocupante para la comunidad educativa.

Las familias, docentes y estudiantes afectados por estos robos demandan la reposición inmediata de los equipos tecnológicos sustraídos y solicitan reforzar las medidas de seguridad en la vía pública. Es fundamental que se priorice la educación pública y se garantice un entorno seguro para el desarrollo de las actividades escolares.

(Con información de Tiempo Argentino)