Inflación ilusoria

La trampa de la desaceleración: Milei festeja mientras los argentinos sufren

A pesar de una desaceleración en abril, la inflación se mantiene en niveles alarmantes, impulsada por la subida de servicios públicos y la caída del consumo. El gobierno celebra de manera ficcionada un respiro temporal mientras el país enfrenta una recesión profunda y una economía en vilo.

La trampa de la desaceleración: Milei festeja mientras los argentinos sufren

Walter Onorato // Martes 14 de mayo de 2024 | 20:29

¿Alguien puede creer que la inflación bajó?

(Por Walter Onorato - @WalterOnorato) En abril, la inflación argentina se situó en un 8,8%, una cifra que, aunque significativamente menor al pico del 25,5% registrado en diciembre del año pasado, sigue siendo alarmantemente alta. Este dato, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), marca el cuarto mes consecutivo de desaceleración en la inflación mensual bajo la administración de Javier Milei. Sin embargo, el alivio es ilusorio y el optimismo del gobierno parece ser prematuro.

El ministro de Economía, Luis Caputo, no tardó en proclamar el 8,8% como un gran triunfo, destacando que es la primera variación mensual de un solo dígito desde octubre de 2023. La inflación núcleo, que excluye componentes regulados y estacionales, fue de 6,3%, el valor más bajo desde enero de 2023. Estos números, aunque menores a los picos de meses anteriores, son aún altísimos y reflejan una economía que sigue lejos de la estabilidad.

La administración Milei ha logrado este descenso parcial en un contexto de brutal recesión y caída del consumo, factores que no auguran una recuperación sostenible. La inflación acumulada desde el inicio de su gobierno es del 106,9%, una cifra escalofriante que resalta el deterioro económico del país. La comparación interanual muestra una inflación del 289,4%, el nivel más alto desde 1991.

El rubro que más aumentó en abril fue vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un 35,6%, debido a los incrementos en las tarifas de servicios públicos. Este aumento, que afecta directamente a los hogares, muestra la dependencia de la inflación de los servicios regulados por el gobierno. Otros sectores que registraron incrementos significativos fueron comunicaciones, con un 14,2%, y prendas de vestir y calzado, con un 9,6%.

En el rubro de alimentos y bebidas, que tiene un gran impacto en la vida cotidiana de los argentinos, la suba fue del 6%, notablemente inferior al promedio general. Sin embargo, dentro de este rubro, ciertos productos básicos como las verduras, los lácteos y los panificados tuvieron aumentos notables. Las verduras, tubérculos y legumbres aumentaron un 14,3%, mientras que la leche y los lácteos subieron un 8,4%. Estos incrementos, aunque más bajos que en meses anteriores, siguen representando una carga significativa para los consumidores.

El panorama no mejora con las perspectivas futuras. El gobierno ha postergado incrementos en las tarifas de luz y gas para junio, una medida que, aunque alivia temporalmente la inflación, amenaza con desencadenar aumentos más fuertes en los próximos meses. Además, se espera una actualización del impuesto a los combustibles, que podría elevar los precios de la nafta hasta un 20%.

La política económica de Milei, caracterizada por un fuerte ajuste fiscal y la reducción del gasto público, ha generado un contexto de incertidumbre y desconfianza. La estrategia de mantener un dólar planchado y la postergación de pagos de importaciones han creado una economía frágil y altamente dependiente de decisiones políticas volátiles.

La caída del consumo es otro factor preocupante. La economía argentina se ha contraído significativamente, y el deterioro salarial ha dejado a muchos hogares en una situación precaria. La combinación de alta inflación y recesión ha creado un escenario donde el poder adquisitivo de los argentinos se erosiona día a día. La administración Milei enfrenta el desafío de revertir esta tendencia si quiere mantener alguna esperanza de éxito electoral en el futuro.

En términos regionales, la inflación varió ligeramente, con el Gran Buenos Aires registrando un 9,2% y el Noreste un 6,3%. Estas variaciones reflejan las diferencias en el impacto de la inflación en distintas partes del país, aunque todas las regiones siguen enfrentando aumentos significativos en el costo de vida.

En resumen, aunque la desaceleración de la inflación en abril puede parecer una buena noticia a primera vista, una mirada más profunda revela una economía en crisis, con desafíos estructurales y una población que sufre las consecuencias de políticas económicas severas. La celebración del gobierno parece ser más una táctica de relaciones públicas que una señal de mejora real. El camino hacia la estabilidad económica sigue siendo incierto y algo que este gobierno no se encuentra capacitado para concretar.

Fuentes:

https://www.lapoliticaonline.com/economia/289921/

https://www.pagina12.com.ar/736646-la-inflacion-desacelera-pero-sigue-en-valores-muy-altos

https://chequeado.com/el-explicador/la-inflacion-acumulada-fue-del-65-en-los-primeros-4-meses-completos-del-gobierno-de-javier-milei/

 

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