El primer choque de la semifinales de la Copa Sudamericana terminó con un empate y milagrosamente con todos los jugadores en la cancha. Durante todo el partido el fútbol brilló por su ausencia y se repartieron golpes. Flojo arbitraje de Trucco.
Pep - Redacción En Orsai // Viernes 21 de noviembre de 2014 | 07:55
Poco pasó en las dos áreas durante todo el encuentro entre Boca y River. Se metió excesivamente y se luchó más de lo que se jugó. Así los dos espectadores de lujo fueron Barovero y Orión que no tuvieron más que despejar algún centro perdido.
En tanto que los demás jugadores aprovecharon para repartirse patadas durante todo el encuentro. Pero el que más abusó de la violencia fue el visitante que llamativamente no tuvo ningún expulsado pese a haber lesionado jugadores con faltas que merecían la roja directa.
Una muestra cabal de lo que fue el juego de River es que acabó el partido con siete amonestados, mientras que Boca sólo tuvo dos. De todas maneras, ninguno de los dos pudo superarse en busca del arco rival y el partido se volvió violento y aburrido.
Ahora la serie se definirá en el Monumental el próximo jueves a las 20.45, donde los equipos tendrán que revertir la pálida imagen que dejaron en el primer partido. La serie quedó abierta para los dos que se jugarán el pase a la final de la Sudamericana.