En medio de una extensa fila que se extiende por cuadras, ciudadanos desesperados aguardan frente al Ministerio de Desarrollo Humano en busca de respuestas y ayuda. La ministra de Capital Humano prometió atender "uno por uno", pero la realidad parece distante de las promesas gubernamentales.
Redacción EnOrsai // Lunes 05 de febrero de 2024 | 11:07
En las calles de Retiro, la desesperación se manifiesta en una fila interminable de ciudadanos que aguardan frente al Ministerio de Desarrollo Humano. La situación, denominada por algunos como "Las Filas del Hambre", refleja la cruda realidad de miles de argentinos que luchan por cubrir necesidades básicas.
La ministra de Capital Humano, Sandra Petovello, en ausencia física en el lugar, se comprometió públicamente a atender "uno por uno" a aquellos que más lo necesitan. Sin embargo, la incertidumbre reina entre los ciudadanos que esperan ansiosos, mientras la fila parece no avanzar y la atención prometida brilla por su ausencia.
En los testimonios recabados durante la espera, se evidencian historias de familias que luchan contra el hambre y la falta de recursos. Carteles con mensajes como "Pettevello, con el hambre del pueblo no se negocia" y "Por una Argentina sin hambre" ilustran el descontento y la desesperación de aquellos que han acudido en busca de ayuda.
La crisis alimentaria, agravada por la inflación y la falta de actualización de partidas presupuestarias, deja al descubierto la vulnerabilidad de los sectores más necesitados. Los comedores y merenderos, responsables de asistir a cientos de personas diariamente, se enfrentan a la escasez de alimentos y a la reducción de la ayuda social.
En este contexto, la ministra de Capital Humano ha generado expectativas al afirmar que se buscará eliminar intermediarios y realizar transferencias económicas directas a los comedores. Sin embargo, la realidad en las calles revela una demora en la ejecución de estas medidas, dejando a muchas personas sin respuestas concretas sobre su situación.
La falta de presupuesto para el año en curso, sumada a la inflación creciente, plantea un escenario desafiante para el gobierno nacional. Las promesas de aumento en las partidas para asistencia social contrastan con la crítica situación de los comedores escolares, que aún no han recibido licitaciones para la compra de alimentos.
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La espera de la atención prometida genera malestar y decepción entre los ciudadanos que, además de enfrentar dificultades económicas, se ven sometidos a una burocracia que demora respuestas urgentes. La situación, lejos de mejorar, refleja la complejidad de la crisis social que atraviesa Argentina, donde el hambre y la precariedad económica afectan a amplios sectores de la población.
En la espera frente al Ministerio, la incertidumbre y la desesperación se mezclan, mientras los ciudadanos aguardan respuestas concretas y soluciones a una problemática que, lejos de disminuir, parece acentuarse en el día a día de quienes luchan contra las filas del hambre.
CONTRADICCIONES REVELADAS
— En Orsai (@EnOrsai) February 5, 2024
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