CORRUPCIÓN

El Despilfarro libertario con la tuya: La historia de cafeteras de lujo y catering millonarios

La reciente renuncia de Constanza Cassino, subsecretaria del Ministerio de Capital Humano, por la compra de una cafetera premium de 2 millones de pesos y un catering de 3 millones, refleja la aparente desconexión entre el discurso de austeridad del gobierno y la realidad del gasto en la administración pública. En un contexto de ajuste social, estos despilfarros desatan la indignación y cuestionan la coherencia de una política que restringe el acceso a programas esenciales mientras gasta a manos llenas en lujos burocráticos.

El Despilfarro libertario con la tuya: La historia de cafeteras de lujo y catering millonarios

Redacción EnOrsai // Viernes 01 de noviembre de 2024 | 09:00

Compras con sobreprecios en un ministerio que recorta en áreas sociales esenciales

En un contexto de profundos ajustes en áreas sociales y programas de asistencia para los sectores más vulnerables de Argentina, el gobierno de Javier Milei ha promovido una retórica de austeridad y eficiencia en el uso de los recursos públicos. Sin embargo, la reciente compra de una cafetera premium de casi dos millones de pesos y un servicio de catering de tres millones por parte del Ministerio de Capital Humano expone las contradicciones de estas políticas.

Tras la publicación de estos gastos por medios nacionales y redes sociales, la subsecretaria de Gestión Administrativa, Constanza Cassino, presentó su renuncia por pedido de la ministra Sandra Pettovello. Estos incidentes, lejos de ser casos aislados, sugieren que, mientras los recortes impactan de lleno en áreas críticas, los funcionarios siguen operando en una realidad de despilfarro, alimentando las sospechas sobre un doble estándar en la administración de los recursos públicos.

El escándalo estalló cuando se reveló que la subsecretaría liderada por Cassino adquirió una cafetera automática de alta gama por 1.917.000 pesos, una cifra que excede en al menos 500 mil pesos el precio de mercado del mismo aparato. Esta compra provocó un aluvión de críticas, tanto de la oposición como de la sociedad civil, que cuestionan cómo el Estado gasta en lujos innecesarios mientras recorta fondos en servicios esenciales.

 

 

En medio de esta controversia, la ministra Pettovello, que se encontraba de gira por Europa, decidió solicitar la renuncia de Cassino en un intento de calmar la creciente indignación pública. Sin embargo, la dimisión de la funcionaria no disipa el trasfondo de un sistema que, aunque promueve un discurso de austeridad, parece operar bajo estándares distintos cuando se trata del bienestar de los funcionarios.

La polémica cafetera es solo uno de los elementos que componen el festín de gastos cuestionables del Ministerio de Capital Humano. Según registros de compras, días antes de la adquisición de la cafetera, la misma subsecretaría contrató un servicio de catering de tres millones de pesos para una jornada de ocho horas, que incluía desayuno, almuerzo y coffee break para cincuenta personas.

Este desembolso millonario para un evento de corta duración provocó que Juan Grabois, líder del Frente Patria Grande, quien expresó su repudio en redes sociales señalando que el dinero gastado en café y catering bien podría haberse destinado a miles de raciones de alimento para comedores populares. Grabois fue particularmente incisivo al resaltar cómo, en un gobierno que promueve el recorte a sectores vulnerables, el café de lujo y los almuerzos exclusivos se convierten en símbolos de la desconexión de la clase dirigente con la realidad del país.

Esta contradicción se hace evidente al observar los recientes recortes y el contexto general de ajuste que ha caracterizado la gestión de Javier Milei. El mismo ministerio que ahora compra electrodomésticos de lujo y paga sobreprecios en servicios de catering es el que ha reducido ayudas sociales, eliminado subsidios y recortado planes para jóvenes y familias en situación de vulnerabilidad.

En este contexto, el despilfarro en lujos burocráticos parece una burla para los sectores que padecen las consecuencias de la austeridad impuesta. La compra de la cafetera y el servicio de catering de tres millones no solo despiertan indignación, sino que reavivan un viejo cuestionamiento sobre la coherencia de un gobierno que, bajo la bandera de la libertad y el libre mercado, parece aplicar con rigor la austeridad solo a quienes menos tienen.

El escándalo ha golpeado con fuerza no solo a Cassino, sino también a su superior, Yanina Nano Lembo, secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia y una de las figuras de mayor confianza de Pettovello. Según la oposición, Nano Lembo es corresponsable de estos gastos injustificables, ya que avaló las compras en un contexto de recortes y necesidades insatisfechas.

El diputado Esteban Paulon, del bloque Encuentro Federal, se sumó a las críticas públicas al preguntar en redes sociales cuándo será la renuncia de Nano Lembo, dado que su secretaria ejecutó un gasto innecesario mientras los galpones del Ministerio acumulan alimentos que no han sido distribuidos a las familias en necesidad.

La realidad es que el caso de la cafetera no es un hecho aislado. En los últimos meses, el Ministerio de Capital Humano se ha visto envuelto en una serie de despidos de funcionarios que, bajo la excusa de la transparencia y la eficiencia, han terminado salpicados por sospechas de corrupción y malversación de fondos.

La ministra Pettovello ya ha separado de sus cargos a varios colaboradores en un intento de mostrar una imagen de firmeza y control sobre su cartera, pero los gastos desmedidos y la falta de rendición de cuentas en decisiones financieras críticas siguen empañando la reputación del organismo y exponiendo las debilidades estructurales de un sistema que parece premiar la impunidad.

En medio de este clima de crisis económica y ajuste, la indignación ciudadana crece. Las redes sociales se han convertido en un espacio de crítica y denuncia, donde tanto figuras de la oposición como ciudadanos de a pie cuestionan la coherencia y los principios de un gobierno que, a la hora de reducir gastos, parece hacer concesiones selectivas.

La compra de una cafetera de lujo y el gasto millonario en catering se han convertido en un símbolo de la desconexión entre la clase política y la realidad cotidiana de millones de argentinos que luchan por subsistir en un contexto de alta inflación y precariedad laboral. Este episodio invita a reflexionar sobre el verdadero impacto de la austeridad cuando, en lugar de aplicarse de manera equitativa, termina beneficiando a unos pocos en desmedro de la gran mayoría.

 

Fuentes:

https://www.pagina12.com.ar/778875-en-el-ministerio-de-pettovello-toman-el-cafe-caro-con-sobrep

https://www.infobae.com/politica/2024/10/30/renuncio-la-subsecretaria-de-ninez-y-familia-por-la-compra-de-una-cafetera-por-2-millones-de-pesos/

https://www.lacapital.com.ar/informacion-general/una-funcionaria-capital-humano-renuncio-la-compra-una-cafetera-2-millones-pesos-n10161581.html

https://www.lapoliticaonline.com/politica/renuncio-una-funcionaria-de-pettovello-que-compro-una-cafetera-de-dos-millones/

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