Después de la victoria de Javier Milei en las elecciones primarias, los líderes de La Libertad Avanza, partido liderado por el "anarcocapitalista", han atenuado las promesas de campaña. En los últimos días, ha quedado en evidencia un panorama de contradicciones, cambios de dirección y discrepancias en relación a su Plan de Gobierno.

En una entrevista transmitida por el canal de noticias A24, Ramiro Marra compartió sus pensamientos: "Ya hemos debatido en varias ocasiones cuándo podría llevarse a cabo el proceso de dolarización, y no estoy seguro de si lograremos hacerlo en el primer mandato gubernamental o si esto quedará en manos de una administración posterior". Estas palabras fueron expresadas durante la noche del lunes. Sin embargo, esta no es la primera vez que desde el círculo de influencia de Milei se plantean dudas acerca de los plazos que podría requerir el economista para llevar a cabo su promesa central de campaña en caso de resultar electo presidente.

En esta ocasión, las declaraciones han ido un paso más allá, sugiriendo que la dolarización de la economía podría incluso no ser concretada durante los primeros cuatro años de gobierno.

En paralelo a la reducción de tono de la medida, el economista Emilio Ocampo, quien figura como una posible opción para el cargo de Ministro de Economía en un eventual gobierno libertario, también había expresado sus pensamientos al respecto, aunque no con la misma profundidad. Ocampo mencionó un plazo de "meses", en contraposición a la noción de "primer mandato".

Es importante destacar que, antes de llevar a cabo cualquier proceso de dolarización, esta acción requeriría la aprobación del Congreso de la Nación. Sin embargo, los libertarios no cuentan ni remotamente con los números necesarios para obtener la aprobación requerida y llevar a cabo esta medida.

Otro aspecto en el cual La Libertad Avanza ha comenzado a plantear objeciones es la reducción del gasto público. Aunque el Plan de Gobierno presentado por el partido liderado por Milei establece la "reducción de gastos en un 15% del PBI" como su "principal tarea", otro de los economistas influyentes en La Libertad Avanza, Dario Epstein, tuiteó en días recientes que "es necesario reducir el gasto público al menos en un 5% (del PBI)". Esto representa una diferencia de 10 puntos porcentuales. Estas declaraciones evidencian que muchas de las promesas de campaña de Milei podrían llevar tiempo en materializarse, o incluso podrían quedar sin efecto en caso de no contar con la aprobación del Poder Legislativo.

Debido a estas declaraciones, que resaltan que gran parte de las propuestas de campaña de Milei podrían requerir tiempo o podrían no concretarse sin el respaldo del Congreso, en las redes sociales ha surgido una especie de broma denominada "Javier Delay".

En un posible gobierno encabezado por Milei, ¿se produciría un ajuste en las provincias? Este es otro aspecto en el cual La Libertad Avanza ha concentrado su atención para reducir el gasto, particularmente en las transferencias no automáticas a las provincias. Días atrás, Epstein expresó que "si no se asignan fondos adicionales a las provincias debido a la falta de recursos, el gasto disminuiría en otros tres o cuatro puntos".

En relación a este tema, la candidata a diputada Marcela Pagano insinuó durante el fin de semana que, bajo un posible gobierno de Milei, esos fondos, en lugar de ser eliminados como se había sugerido previamente en el partido, podrían ser utilizados como moneda de cambio por votos en el Congreso.

Pagano afirmó que "los gobernadores solicitan transferencias discrecionales y recursos económicos adicionales a nivel nacional. Y será Javier Milei quien tome la decisión sobre la asignación de estos fondos". La periodista agregó que esto daría lugar a "un equilibrio de poder y negociación" que el Poder Ejecutivo podría utilizar para obtener la aprobación de leyes en el Congreso.

En este contexto, Pagano amplió su análisis: "Cuando hablamos de fuerzas políticas, los gobernadores dependen de sus representantes en la Cámara de Diputados y el Senado. Esta es la base de una negociación política sólida y transparente, sin anomalías".