La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio (JxC) se encuentra estancada al no poder resolver cómo encarar las elecciones. Sin sus dos figuras de peso, que pretenden ser candidatas, el macrismo no puede ordenar las ambiciones y los negocios personales.
Jueves 24 de junio de 2021 | 11:53
La reunión estuvo focalizada en la situación electoral en el distrito bonaerense, donde los dirigentes entienden que los comicios de este año podrían ser determinantes para la conformación de las mayorías parlamentarias en el Congreso nacional.
"Fue un encuentro muy positivo", aseguró el ex presidente Mauricio Macri para tratar de poner paños fríos en una interna que no tiene paz. Los intentos de Macri son encontrar suma obediencia en sus compañeros históricos. Sin embargo, Larreta y Vidal no parecen querer seguir esa línea.
Bullrich argumentó que faltó por "motivos personales". Mientras que la ex gobernadora Vidal tampoco fue de la partida ya que, si bien está bajo aislamiento por un reciente viaje al exterior, "no se conectó porque tiene clases virtuales en la Universidad de Buenos Aires".
Los que si estuvieron presentes fueron por el PRO Macri, Rodríguez Larreta, Humberto Schiavoni y Cristian Ritondo; mientras que por la UCR participaron Alfredo Cornejo, Mario Negri, Luis Naidenoff, Gerardo Morales y Martín Lousteau; por la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López; y también asistió el exsenador nacional Miguel Ángel Pichetto.
Pichetto intentó jugar su carta para que Macri sea el candidato de la unidad, pero el ex mandatario no parece querer seguir ese camino y prolongar su descanso.
El radical mendocino, en tanto, dijo que "si hay lista de unidad en cada uno de los distritos, bienvenido sea", pero admitió que "no vemos mal que haya una competencia entre Facundo Manes y Diego Santilli" en la provincia de Buenos Aires, siempre que, observó, "sea por los valores que nos unen".
Todo parece indicar que el macrismo deberá ir a internas para dilucidar la conducción. Pero aún queda mucho por recorrer y la tropa propia reniega de su conductor, al tiempo que Vidal y Bullrich siguen en una guerra fría.