Entre los impactos de la pandemia están los que se han generado en el mundo laboral y el teletrabajo. En Cuyo, en la industria vitivinícola hay una mayor demanda laboral por el incremento del consumo de vinos.
DIARIO EL ZONDA de SAN JUAN // Miercoles 14 de abril de 2021 | 13:55
La pandemia del Coronavirus afectó en la reestructuración del mundo laboral y una importante fracción de los trabajadores tuvieron que afrontar su jornada laboral de manera virtual. De hecho, para muchas profesiones la virtualidad se convirtió su nueva forma laboral. Para ello entre otras cosas se tuvo que adaptar el mundo laboral e incluir el teletrabajo dentro de una normativa. En la industria tradicional a raíz de una coyuntura especial hubo una reactivación de la vitivinicultura a raíz del aumento del consumo de vinos.
Ante este panorama Zonda Diario dialogó con el licenciado Fabricio Gaitano, Gerente Comercial para Mendoza y San Juan CONA RR HH, quien dio un panorama de la actual realidad en la colocación de recursos humanos.
“Los cambios que hemos notado tienen que ver con la modalidad de trabajo, con las diferentes fases de la pandemia, distanciamiento social entre otras muchas empresas optaron por el teletrabajo o home office”, explicó el especialista.
De hecho remarcó que hay puestos de trabajo que se pueden adaptar más a la realidad actual “como lo comercial y lo operativo. Es más difícil en sistemas operativos en plantas industriales de manufacturas. En esos casos tuvieron que definir un protocolo para el trabajo presencial en las líneas de producción o en los procesos que trabaja cada empresa”.
En definitiva “muchas empresas se han podido adaptar al teletrabajo sobre todo en lo administrativo, lo comercial y las áreas de apoyo a la producción”.
Gaitano explicó que “hay empresas que el tema del teletrabajo lo han venido desarrollando desde hace tiempo, estableciendo políticas y brindando a sus trabajadores recursos para poder teletrabajar”. Entre estos está el aporte de laptop, notebook, el pago de los costos de internet. Esto llevó que “con el advenimiento de la pandemia haya algunos sectores que estén bien preparados para esto”. Por otro lado, marcó que “hay otras empresas están en un proceso de adaptación para poder dotar a sus trabajadores de los recursos mínimos para que sean eficientes en su desempeño en el teletrabajo”.
Respecto a la colocación y contratación de mano de obra, el especialista afirmó que “se ha notado una recesión sobre todo en los rubros relacionados con la gastronomía, hotelería y todo lo que tiene que ver con entretenimiento y turismo”.
Por otro lado, manifestó que la retracción no se vio en rubros como “el alimenticio”.
En ese sentido remarcó que “hubo un crecimiento desde el año pasado y posiblemente este año también se de, del consumo de vinos. Esto impacta en Cuyo porque el trabajo y la demanda de empleo en las bodegas, está viviendo como una burbuja. Esto ha impactado en la demanda laboral de todo lo que tiene que ver con la industria vitivinícola”. Esto lleva a que los establecimientos vitivinícolas de la zona estén trabajando al máximo su capacidad instalada.
Al profundizar sus conceptos explicó que “la gente al estar más en casa y manejar mejor su tiempo incrementó el consumo de bebidas como el vino”.
Requerimientos al trabajador
Al analizar las condiciones que se dan en estos tiempos respecto a la contratación de mano de obra y su relación con la virtualidad, el licenciado Gaitano detalló que “la virtualidad, además de los elementos que deben proveer las empresas para el teletrabajo, requiere competencias de parte del empleado, que tienen que ver con la organización de su jornada de trabajo, su capacidad de comunicación para hacerse entender en una video conferencia, capacidad para las relaciones interpersonales”.
De acuerdo a Gaitano “para algunas personas el teletrabajo ha sido una barrera porque no tienen estas competencias y para otras h sido más natural y espontáneo”.
“El trabajo y la demanda de empleo en las bodegas está viviendo como en una burbuja”. F. Gaitano.
LA MAYOR SUBA EN 5 AÑOS
El consumo de vino aumentó 6,5 por ciento en 2020, lo que derivó en un incremento del consumo per cápita a un promedio de 21 litros, informó el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
El consumo total fue de 943 millones de litros, 57 millones más que el período previo, la marca más importante de los últimos cinco años.