Una nueva Contratación Directa millonaria a un ignoto intermediario de una empresa desconocida
Sábado 30 de mayo de 2020 | 21:02
(Por Tomás Palazzo) El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sigue goteando compras sospechosas de insumos para el coronavirus, pareciendo ser los barbijos las estrellas de la termporada. Y aclaramos el “goteando”, pues, al contrario de la transparencia que impone la gestión de las arcas públicas, las mismas se muestran casi ocultas y con un delay que solo busca interferir el darlas a conocer a la opinión pública.
Este retraso en la comunicación es, sin dudas, la respuesta a los escándalos suscitados a mediados de abril con compras millonarias de barbijos al Sr. Verde y contrataciones harto sospechosas al hotel de la hermana “del jefe”, primicia dada a conocer por este portal y que terminó con la obligada renuncia del Presidente del Ente de Turismo Gonzalo Robredo.
Pero de a poco siguen saliendo a la luz otras contrataciones realizadas en simultáneo, casi siempre Contrataciones Directas a empresas de nulo renombre y por millones de pesos con la “excusa” de la pandemia.
Casi dos meses después de haberse firmado se publicó en el Boletín Oficial la DISPOSICIÓN N.° 251/DGABS/20 que lleva fecha 10 de abril. A través de la misma, el Director General de Abastecimiento de Salud, Santiago Costabel, sin licitación y calladito la boca compró barbijos por 16.200.000 de pesos.
“Teniendo en consideración el constante incremento de la demanda de estos insumos de protección, de vital importancia para la prevención del virus, es que esta repartición considera oportuno efectuar la Contratación Directa de dichos insumos por las cantidades detalladas a favor de la empresa GRUPO DVU SAS”, indica la Disposición que indica haber recibido “la oferta” del proveedor: 150.000 unidades de Barbijos Tricapa de un solo uso Marca PADEMED a $108.- la unidad, los mismos que hoy cualquiera puede comprar por Mercado Libre a $88.-
Más allá del precio, lo curioso es el intermediario: GRUPO DVU SAS, una empresa ignota, sin siquiera un portal web, con domicilio en el noveno piso de unas modestas torres del barrio de Floresta y con un Capital Social de escasos $19.000.-
Constituída en junio de 2018. GRUPO DVU SAS es una espresa “todo terreno”. Tal cual se indica en su acta constitutiva, será “objeto dedicarse, por cuenta propia o ajena o asociada con terceros, ya sea dentro o fuera del país, a la creación, producción, intercambio, fabricación, transformación, industrialización, comercialización, intermediación, representación, importación y exportación de toda clase de bienes materiales, incluso recursos naturales, e inmateriales y la prestación de toda clase de servicios.
Relacionados directa o indirectamente con las siguientes actividades:
(a) Agropecuarias, avícolas, ganaderas, pesqueras, tamberas y vitivinícolas.
(b) Comunicaciones, espectáculos, editoriales y gráficas en cualquier soporte.
(c) Industrias manufactureras de todo tipo.
(d) Culturales y educativas.
(e) Desarrollo de tecnologías, investigación e innovación y software.
(f) Gastronómicas, hoteleras y turísticas.
(g) Inmobiliarias y constructoras.
(h) Inversoras, financieras y fideicomisos.
(i) Petroleras, gasíferas, forestales, mineras y energéticas en todas sus formas.
(j) Salud.
(k) Transporte”. O sea, el negocio que venga.
Su único socio, el empresario Juan Ignacio de Vito.
La única actividad que pudimos hallarle al empresario, es la de financista: A través de un portal, el GRUPO DV, actúa de prestamista. Sin dirección, sin nada que indique alguna sociedad de respaldo. Sólo un teléfono celular y una dirección de mail.
Lo único que conecta a GRUPO DV con el proveedor de barbijos es el titular del dominio del sitio web.
Un intermediario sin experiencia ni tratos previos con el Gobierno de la Ciudad, una Contratación Directa con urgencia por millones de pesos, barbijos con extra costos y una empresa con casi nulo Capital Social propiedad de un financista. Extraños condimentos para un gobierno que prometió transparentar las compras públicas.