Andrés Asiain analiza la postura del Gobierno y las justificaciones que sostuvo en el discurso para atacar al sistema previsional. Un simple análisis sobre lo que puede suceder de seguir por el camino propuesto por el macrismo.
Por Andrés Asiain para Página 12 // Jueves 16 de noviembre de 2017 | 07:32
“Sabemos que nuestro sistema previsional esconde serias inequidades y no es sustentable”, señaló Mauricio Macri en su último discurso del CCK. Para que no queden dudas, en el mismo acto anunció una reforma tributaria y laboral que reduce fuertemente los ingresos del sistema de seguridad social vía rebaja de los aportes patronales. De esa manera, contribuyó con su palada de tierra a enterrar la sustentabilidad del pago de las jubilaciones, pensiones y asignaciones.
La supuesta no sustentabilidad de los sistemas previsionales forma parte de la agenda de la derecha liberal a nivel global. El argumento para señalar la crisis de los sistemas de seguridad social se basa en una visión parcializada del impacto del progreso tecnológico sobre el mismo. Se concentran en el progreso de la medicina y la salud, que permitió extender la esperanza de vida de parte de la humanidad. La consecuencia es que cada vez hay más adultos mayores que precisan una jubilación en relación a los que aún están en edad de trabajar y deben mantenerlos (ya que de eso trata el sistema previsional más allá de su forma de implementación: capitalización individual, reparto, mixtos). Ese incremento de la relación trabajadores pasivos versus activos, sería la causa de la crisis de los sistemas de seguridad social que requeriría extender la edad para jubilarse o disminuir el monto de las jubilaciones para ser sustentable.
El argumento de la crisis previsional por envejecimiento de la población no toma en cuenta que el progreso tecnológico no impacta sólo alargando la esperanza de vida, sino también incrementando la productividad de los trabajadores activos. Esa consecuencia tan obvia del progreso técnico es “olvidada” por los especialistas que dan cobertura al lobby empresarial. Si la tuvieran en cuenta, percibirían que un trabajador activo del presente tiene una productividad mucho mayor que los de décadas atrás, hecho que compensa el mayor número de trabajadores pasivos que debe mantener. Por ejemplo, en Argentina, los 4 trabajadores activos por cada pasivo de hoy, producen más que los 10 de 1950 o los 6 de 1969. Es decir, la capacidad de los trabajadores activos de sostener a los pasivos es hoy superior a la de 1950 y de 1969, cuando se sentaron las bases del actual sistema de seguridad social.
La crisis real del sistema es, en gran medida, una consecuencia de que los ingresos previsionales no han acompañado esa evolución de la productividad por sucesivas rebajas a los aportes patronales, como la anunciada por Mauricio Macri en el CCK. Una medida que comprometerá aproximadamente el 15 por ciento de los ingresos de la Anses en 2020, cuando el mínimo no imponible salarial alcance los 12.000 pesos de hoy reduciendo los aportes patronales prácticamente a la mitad. Para el que crea que ello será compensado por el estímulo al blanqueo y creación de empleo de la rebaja de los aportes, basta señalar que la última rebaja de los aportes la impuso Cavallo en 1994 y, al poco tiempo, el desempleo escaló a valores máximos.
JUSTICIA BONAERENSE (video)
— En Orsai (@EnOrsai) November 15, 2017
Admiten que hay “presiones” y jueces “con miedo” al Gobiernohttps://t.co/K3yq6UQFiT pic.twitter.com/Qr7mqjBnJV