La Ciudad Autónoma de de Buenos Aires eliminó impuestos a las operaciones de "pases" bancarios y así su tasa será más atractiva. Las operatorias se enmarcan en la compra de Lebacs y el dispositivo para reducir la inflación que lleva adelante Federico Sturzenegger pero que termina fomentando un fenomenal circuito de especulación financiera.
mundoempresarial.com.ar // Viernes 02 de junio de 2017 | 20:46
La tasa de política que define el Banco Central, en su objetivo para controlar la inflación, empezará a ser sensiblemente más atractiva a partir de ahora: la Ciudad de Buenos Aires decidió este jueves eliminar el impuesto que afectaba a las operaciones de "pases", el instrumento de referencia que hoy usa Federico Sturzenegger para absorber pesos de la economía, y el rendimiento efectivo que ofrece a los bancos aumentará así del 23,70% actual al 25,5%.
El cambio fue convertido en ley este jueves por la Legislatura porteña, con 37 votos a favor (principalmente del bloque de Cambiemos), y a pedido del Banco Central. La alícuota que cobraba hasta hoy el Gobierno de la Ciudad era del 7% por Ingresos Brutos, lo que impactaba en un 1,8% sobre el rendimiento que obtienen los bancos al colocar su dinero en pases.
Así, la tasa nominal que hoy es del 25,5%, quedaba reducida finalmente a sólo un 23,70% para los inversores. En los hechos, este impuesto significaba una seria distorsión para la política del BCRA porque desalentaba a los bancos a tomar el instrumento y optar por las Lebac. Ahora, el valor efectivo de la tasa de interés nominal será de 25,5% anual, prácticamente el mismo nivel en el que se encuentra el rendimiento de las letras de deuda.
La iniciativa significará una mejora en el retorno que percibirán los bancos al optar por los instrumentos del BCRA y un alivio en los esfuerzos que debe hacer la institución para pelear contra la inflación. El organimo había perdido con este impuesto algo de efectividad en el mensaje que pretende enviar al mercado cada vez que decide su tasa de política monetaria. El 25,5% actual es un rendimiento al menos 7 puntos porcentuales más alto que la inflación esperada por el mercado para los próximos doce meses (18%).
Para el Gobierno de la Ciudad no habrá prácticamente impacto fiscal. Actualmente, el stock de "pases pasivos" asciende a los $ 133.000 millones. Si el stock se mantuviera en ese nivel, y se considera que la tasa de interés es del 25,5% y la alícuota se ubica en el 1,8%, los ingresos recaudados alcanzarían los $ 2.000 millones al año. Esto significa $ 160 millones al mes. En el mismo sentido, la Ciudad ya aprobó en las últimas semanas la reducción del 7% al 1,5% la carga de ingresos brutos para los créditos hipotecarios, lo cual repercutió ya en una baja de entre el 10% y el 15% en el valor de las cuotas.
Hoy, un grupo de legisladores de la oposición se manifestó en contra de la iniciativa. Gustavo Vera, que representa al bloque unipersonal Bien Común, advirtió que con esto la Ciudad "renuncia a su recaudación para favorecer a los bancos".
Marcelo Ramal, del Frente de Izquierda, consideró que "el Banco Central está quebrado" y que esto se da porque "hay una creciente desconfianza en el Banco Central para controlar la inflación". Y Natalia Fidel, del bloque Suma, opinó que "no es justo que el alivio de la presión tributaria empiece por el sector bancario".
EN PLENA CRISIS
— En Orsai (@EnOrsai) 2 de junio de 2017
La UIA defendió al Gobierno con una frase de Menem: "Estamos mal pero vamos bien" https://t.co/dl6xqicRj6 pic.twitter.com/OCip6hAzfh