
El gobierno nacional, compuesto por economistas de carrera, enfrenta cuestionamientos sobre su estrategia de corto plazo. Las respuestas oficiales se enmarcan mucho más en un rumbo de recesión económica que en la búsqueda de soluciones estructurales.
Viernes 01 de agosto de 2025 | 20:35
Estos factores, por su combinación, marcan una Argentina al borde de la recesión.
El gobierno busca un rédito político inmediato, pero sacrifica crecimiento económico y calidad de vida.
El discurso oficial apela al “riesgo cuca” y alude constantemente a Cristina Kirchner, quien denunció en redes sociales medidas como el aumento de la tasa de interés y los encajes bancarios. Estas políticas encarecen el crédito, refuerzan la recesión y afectan directamente a empresas, PYMES y trabajadores.
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En el sector automotriz y otras áreas clave, cada variación del dólar dispara precios por encima de la inflación. La crisis se percibe en testimonios cotidianos: “¿Cómo llegás a fin de mes?” – “No llego, no llego”, responde una empleada de comercio.
Renegociar salarios resulta casi imposible, mientras el gobierno implementa una trampa recesiva: suben los precios pero los ingresos quedan rezagados.
Pese al discurso de tipo de cambio flotante, existen claras bandas cambiarias para el dólar (entre $1.000 y $1.450), y el Banco Central interviene para evitar saltos abruptos. Las reservas se ven erosionadas, en parte por exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la necesidad de controlar el dólar ante la falta de divisas genuinas.
“El gobierno busca comprar tiempo con decisiones insostenibles… La gran pregunta sigue siendo por la economía real y la vida cotidiana de millones de argentinos.” – Julián Guarino
La estrategia económica vigente prioriza el equilibrio financiero inmediato por sobre el tejido social: salarios deprimidos, empleo en retroceso y deterioro del consumo. Esta situación, de persistir, amenaza con profundizar la crisis y golpear aún más el poder de compra.
El llamado es a mirar más allá de la coyuntura financiera y exigir políticas que prioricen el trabajo, la industria nacional y el bienestar social.