Más de 35 millones de argentinos están convocados a las urnas para elegir al próximo presidente de la Nación, así como a la mitad de los diputados y un tercio de los senadores que determinarán el rumbo del país en los próximos años. Aunque los candidatos esbozan pronósticos optimistas, la incertidumbre prevalece en este decisivo día electoral.
Redacción EnOrsai // Domingo 22 de octubre de 2023 | 06:45
En las PASO, Sergio Massa, Patricia Bullrich y Javier Milei emergieron como los candidatos más competitivos, acaparando el 85 por ciento de los votos. Milei, representante del liberalismo, lidera las encuestas y aspira a evitar la segunda vuelta. Por su parte, Massa, del oficialismo, enfrenta el reto de llegar al balotaje con Milei y preparar un discurso para el día siguiente. Incluso se vislumbra en el oficialismo la posibilidad de un triunfo en primera vuelta. En tanto, Bullrich, candidata de Juntos por el Cambio, se enfrenta a una batalla cuesta arriba, necesitando retener los votos de Horacio Rodríguez Larreta y evitar fugas hacia Milei.
La candidata de izquierda, Myriam Bregman, y el cordobés Juan Schiaretti también luchan por mantener su presencia en la Cámara de Diputados, evitando una fuga de votos.
Además de la elección presidencial, se designarán gobernadores en Provincia de Buenos Aires, Catamarca, Entre Ríos y al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Massa y el desafío postelectoral
El panorama en el oficialismo oscila entre un optimismo cauto y la desconfianza ante el escenario de balotaje entre Milei y Massa. Mientras algunos se aferran a encuestas favorables para Massa, otros advierten que la incertidumbre, exacerbada por la crisis económica, podría alterar los resultados.
Para Massa, el verdadero desafío comienza el domingo por la noche, cuando los resultados estén en mano y deba abordar el escenario postelectoral. El enfoque principal radica en consolidar la idea de un "gobierno de unidad nacional" y convocar los votos de diferentes sectores, desde radicales hasta izquierda. El Norte argentino y la Provincia de Buenos Aires son regiones clave para el oficialismo, donde esperan un desempeño superior al de las PASO.
El resultado en PBA es crítico, ya que allí el peronismo obtuvo más del 40 por ciento de sus votos en las primarias. Confían en que Axel Kicillof será reelegido como gobernador y que Massa aumentará su respaldo. Los intendentes peronistas han desplegado esfuerzos para movilizar a los votantes ausentes y contrarrestar cualquier impacto del escándalo de Martín Insaurralde en Marbella.
Milei y la apuesta por la victoria en primera vuelta
El ganador de las PASO, Javier Milei, se proyecta como el favorito del 22-O, aspirando a superar sus propios resultados de agosto. Su ambición es ganar en primera vuelta y celebrar su cumpleaños número 53 como presidente electo. Aunque el escenario es desafiante, no es inalcanzable, ya que las encuestas sugieren que una proporción significativa de quienes no votaron podrían hacerlo por él.
La clave para Milei reside en la Provincia de Buenos Aires, donde necesita sumar al menos tres millones de votos más para lograr la victoria en primera vuelta. Su campaña se ha enfocado intensamente en el conurbano bonaerense, buscando revertir los resultados de las PASO. A diferencia del resto del país, PBA y CABA han resistido la ola libertaria, y Milei apunta a desestabilizar las posibilidades de Massa y Bullrich de forzar un balotaje.
En el bunker del Hotel Libertador, donde se llevará a cabo el recuento, estarán presentes líderes nacionales y referentes de la ultraderecha europea y brasileña, como Eduardo Bolsonaro y miembros de VOX.
Bullrich y la pelea cuesta arriba
Patricia Bullrich, vencedora de la interna de Juntos por el Cambio, enfrenta un desafío monumental. La irrupción de Milei le arrebató la bandera del "cambio" y la carrera ha tendido hacia una polarización entre Massa y Milei. Sin embargo, en su equipo de campaña mantienen la esperanza. Las encuestas recientes muestran que Bullrich ha ganado terreno mientras que Milei ha descendido.
El mayor temor del bullrichismo es la fuga del "voto útil" antikirchnerista. Aunque Massa ha cortejado a algunos sectores del radicalismo, Bullrich confía en contener el 11 por ciento que votó a Larreta en las PASO. El reto radica en retener los votos propios, evitando que los simpatizantes se decanten por Milei ante la posibilidad de una victoria en primera vuelta.
En última instancia, la elección se ha convertido en una cuestión de miedos: el temor a la continuidad del gobierno actual y el temor a una victoria de Milei. Bullrich apuesta a capitalizar ambos sentimientos en su favor. La estrategia se ha centrado en mostrar fortaleza y respaldo político, reforzando la idea de que JxC es la única fuerza capaz de impulsar un "cambio verdadero".
JxC busca mejorar su desempeño en provincias como Santa Fe, Córdoba y Jujuy, confiando en la participación y respaldo de los gobernadores radicales.
*Esta jornada electoral promete ser determinante para el futuro político de Argentina. La incertidumbre y la polarización prevalecen, dejando a más de 35 millones de ciudadanos en la disyuntiva de elegir al próximo líder del país.
Fuente: Página12