Ojo, no confundir holdouts con fondos buitre. La versión disparatada del pari passu de la justicia estadounidense. El 'griesismo' con una nueva maldición para los países.
Los abogados que representan a la Argentina se dirigen al despacho del juez Griesa.
Luis María Galo // Miercoles 23 de julio de 2014 | 22:57
BONISTAS
Acreedores de la Argentina (desde bancos hasta jubilados italianos) que aceptaron en la reestructuración de la deuda de 2005 y 2010 quitas en el capital e intereses. Recibieron a cambio una familia de nuevos bonos. Son el 93% del total de la deuda defaulteada en 2001. También se los denomina como holdins.
BUITRES
Fondos de inversión especulativos. La cara más perversa del capitalismo financiero, al decir de muchos. Revolotean entre la carroña de la deuda en default y luego demandan a los países soberanos en tribunales internacionales para obtener ganancias siderales. Un ejemplo. El fondo NML del magnate republicano Paul Singer compró bonos argentinos del siglo pasado por 48 millones de dólares en 2008. La Justicia de Estados Unidos le reconoció a este buitre de alto vuelo el derecho a cobrar el valor nominal de los títulos: con punitorios y otras yerbas son algo as¡ como 1.500 millones de dólares.
DEFAULT
Cesación de pagos. Cuando un país no puede honrar los capitales e intereses de su deuda estatal, caso la Argentina en 2001. Es mucho más frecuente de lo que se piensa, España por ejemplo cayó en esta circunstancia penosa unas diez veces a lo largo de su historia. Cristina advirtió esta noche que, si por culpa del juez Griesa nuestro país se ve obstaculizado para abonar en tiempo y forma a los bonistas, no se trata de un default (voluntad de pago hay) sino de una situación insólita para la cual habrá que inventar una palabra (griesismo, propone EnOrsai).
GRIESA THOMAS
Juez de Manhattan, Nueva York, de 84 años que se cree la némesis de los argentinos. En una curiosa interpretación del llamado pari passu (Ver más información abajo) igualó a los bonistas con los buitres. Sentenció que la Argentina debe pagarle a los fondos NML, Aurelius y otros especuladores menores el valor nominal de los bonos en default que había abonado chaucha y palito. La Corte de Apelaciones de Manhattan confirmó el fallo y la Corte Suprema de Estados Unidos se lavó las manos, a pesar de que el propio gobierno de Barack Obama y el Fondo Monetario Internacional, entre otros, respaldaban a nuestro país, pues el disparate judicial pone en riesgo cualquier restructuración soberana de deuda de aquí al fin de los tiempos. Para forzar la indemnización a los buitres bajo cualquier circunstancia, Griesa congeló el último pago a los bonistas, unos 600 palos verdes.
HOLDOUTS
Tenedores de bonos de la Argentina que, por distintos motivos, no aceptaron los canjes de 2005 y 2010. No confundir con los fondos buitre. Los holdouts compraron los títulos públicos antes del default de 2001. Son el 6% del total, unos 15 mil millones de dólares, de acuerdo a la contabilidad del Ministerio de Economía. Su poder de lobby no es desdeñable, tienen a su servicio a ex funcionarios estadounidenses y han seducido a algunos argentinos influyentes.
PARI PASSU
En latín, “a igual paso”. Fórmula antiquísima y vacía de contenido que garantiza algo así como “la igualdad de los acreedores“. El fondo NML invirtió una fortuna para que dos tribunales del Primer Mundo (uno de Bruselas contra Perú y el de Griesa con la Argentina) reconociera una disparatada “solidaridad” entre acreedores de un país: deben cobrar todos, los que entraron al canje de deuda y los que no. Lo insólito es que esta cláusula no se aplica en el caso de bancarrotas de empresas de los países intervinientes, ahí entra tallar la mayoría simple o el 75%. Si éste porcentaje acepta el canje, rige para todos. Fijate la injusticia del caso argentino: el 1% de los acreedores tienen más derechos que el 93%.
RUFO
Sigla de Rights Upon Future Offers. Cláusula habitual y razonable incluida en el canje de deuda de 2005 que impide que la Argentina ofrezca voluntariamente a los holdouts mejores condiciones que a los holdins. Caso contrario enfrentará una nueva batalla judicial, esta vez con los bonistas que tienen derecho a una compensación por la diferencia. Por este motivo, el Gobierno no puede pagar a los buitres la millonada que les regaló Griesa, al menos hasta el 31 de diciembre de 2014, cuando caduca la RUFO. Si se gatilla está cláusula, los reclamos podrían llegar a 120 mil millones de dólares, según cálculos del Gobierno.
STAY
Medida cautelar que suspende el fallo de Griesa a favor de los fondos buitres y permite a la Argentina cumplir con sus obligaciones con los tenedores de bonos sin temor a un embargo. El Gobierno ha dejado claro en el tribunal neoyorquino que si no se reestablece el stay no podrá negociar un arreglo con los buitres. Griesa, ese hombre recalcitrante, alegó el martes pasado que no era necesario y ordenó discutir hasta que las apetencias del magnate Singer sean satisfechas. Dios nos ampare de las inequidad.