La política de ajuste de Javier Milei impacta en el sistema científico nacional, reduciendo drásticamente los ingresos de los trabajadores del CONICET, universidades nacionales y otros sectores de investigación, mientras el costo de vida sigue disparándose.
Redacción EnOrsai // Viernes 08 de noviembre de 2024 | 08:33
Un informe reciente revela cómo la inflación y las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei han socavado los salarios de científicos, becarios y docentes universitarios, quienes han perdido casi un tercio de su poder adquisitivo en el último año. Con recortes sin precedentes, los trabajadores de la ciencia enfrentan un deterioro salarial equiparable a no recibir sueldo en los últimos tres meses de 2024. Este ataque a la educación superior amenaza el futuro de la investigación y el desarrollo en el país.
La crisis en el sistema científico argentino no da tregua. Con el nuevo índice de inflación del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para el mes de septiembre, la realidad salarial de los trabajadores de la ciencia y de las universidades nacionales evidencia una profunda caída en términos reales. Un informe del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI) expone el colapso del poder adquisitivo de estos trabajadores desde la asunción de Javier Milei. La situación es grave y el panorama se agrava mes a mes, mientras los ingresos de científicos y académicos pierden valor frente a un índice de precios al consumidor que no deja de subir.
Según el reporte, el salario de los investigadores y personal de apoyo del CONICET, quienes constituyen el 22,35% de los trabajadores del sector, sufrió un desplome del 1,4% en términos reales solo en septiembre, acumulando una caída de 28,2% en los diez meses de esta gestión libertaria. Este retroceso salarial, reflejo de una política económica que parece ensañarse con el conocimiento y la educación, hace que los investigadores estén ganando un 27,3% menos que en diciembre de 2015, una cifra que da cuenta de la erosión brutal de sus ingresos a lo largo de casi una década.
El deterioro no se limita a los trabajadores del CONICET. Los becarios, que constituyen el 14,04% del personal, también enfrentan una pérdida del 1,4% en términos reales en septiembre, sumando una baja del 28,2% en el último año. Comparados con los niveles de diciembre de 2015, estos ingresos han caído un 23,9% en términos reales, lo que representa un retroceso en las condiciones de vida y en las posibilidades de desarrollo de quienes forman el futuro del país.
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La situación en el Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP), donde trabaja el 25,8% de los empleados del sistema científico, es igualmente crítica. Con una caída del 1,4% real en septiembre, el salario de estos trabajadores acumula una pérdida de 18,2% desde la asunción de Milei. Esta degradación se suma a un deterioro de más del 50% desde 2015, dejando a los empleados públicos en su mínimo histórico. A pesar de las promesas de ajuste y eficiencia, la realidad demuestra que la política de recorte solo ha servido para empobrecer a quienes sostienen el aparato científico y técnico del país.
Los salarios de los docentes e investigadores universitarios también reflejan el ajuste feroz implementado por el gobierno. El informe utiliza el caso de los profesores adjuntos con dedicación exclusiva y una antigüedad de 10 años como referencia, un grupo que representa el 30,43% de los empleados en el sector de Ciencia y Tecnología (CyT). En septiembre, estos docentes experimentaron una baja del 1,4% en términos reales, acumulando una pérdida del 25,1% desde noviembre de 2023 y de un 32,8% comparado con diciembre de 2015. Esto se traduce en que, para el trabajador de la ciencia en la universidad, el sueldo anual alcanza para cubrir solo hasta septiembre.
Además de la caída de los salarios, la inversión pública en educación superior también ha sufrido un ajuste severo del 30,8% en términos reales desde diciembre de 2015, lo que debilita aún más la infraestructura y la capacidad de desarrollo del país en ciencia y tecnología. La proyección para 2025 no es más alentadora: el proyecto de presupuesto prevé una caída adicional del 5,3%, afectando al 84,4% de los fondos asignados a sueldos en las universidades nacionales. Esto implica que, si se cumplen las previsiones, el salario real de los trabajadores de la educación superior descenderá un 37,7% en los próximos dos años.
El informe revela otro dato alarmante: la inversión pública por estudiante en las universidades nacionales, medida en dólares, se ha reducido en un 54% entre 2015 y 2024. Con una caída de esta magnitud, resulta imposible mantener los estándares de calidad educativa y de investigación en las universidades, lo que condena a una generación entera de jóvenes científicos y académicos a estudiar en condiciones cada vez más precarias.
El problema no se limita a la erosión salarial. La ejecución presupuestaria en el sistema de CyT muestra importantes desajustes, lo que anticipa dificultades para cerrar el año con los salarios al día. Organismos como el Instituto Antártico, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología han gastado en sueldos un porcentaje que supera el 75% de su presupuesto total. Sin fondos adicionales, estos organismos no podrán cumplir con el pago de salarios en diciembre, lo que añade otra capa de incertidumbre y vulnerabilidad al sector.
Las políticas de Javier Milei parecen orientadas a desmantelar el sistema científico y educativo, condenando a la ciencia argentina a la precarización. Mientras los salarios de los trabajadores de la ciencia y la educación siguen cayendo, el país se aleja cada vez más de la posibilidad de consolidarse como un polo de desarrollo e innovación. Los científicos, académicos y docentes, quienes deberían ser reconocidos como el pilar del progreso, se encuentran ahora al borde del colapso económico, obligados a enfrentar una situación que amenaza con empujar al país al atraso en un momento crítico.
Fuente:
???? Un buque británico con bandera de Malvinas navega en el Río de La Plata, y evidencia la inacción de la diplomacia argentina bajo el gobierno de Milei. A pesar de las provocaciones, el gobierno mantiene un silencio atronador
— En Orsai (@EnOrsai) November 7, 2024
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