El Indec reveló datos devastadores: 24,9 millones de argentinos viven en la pobreza y 8,5 millones no pueden acceder a alimentos básicos. Las políticas de ajuste del gobierno de Milei han profundizado una crisis social sin precedentes, mientras desde el balcón de la Casa Rosada se minimiza el drama con espectáculos mediáticos.
Redacción EnOrsai // Viernes 27 de septiembre de 2024 | 06:10
La situación en Argentina es desoladora. En el primer semestre de 2024, bajo el gobierno de Javier Milei, la pobreza ha alcanzado el 52,9%, es decir, más de la mitad de la población del país no tiene ingresos suficientes para cubrir una canasta básica. Son 24,9 millones de personas en situación de pobreza, mientras que 8,5 millones están en la indigencia, sin siquiera poder acceder a alimentos esenciales. Esto representa un salto dramático desde los números del año anterior, cuando la pobreza afectaba al 40,1% de la población y la indigencia al 9,3%.
Detrás de estas cifras se esconden millones de historias de sufrimiento y desesperación. La pobreza infantil alcanza un alarmante 66,1%, lo que significa que dos de cada tres niños en Argentina son pobres. ¿Y la respuesta del gobierno? Un show mediático con Susana Giménez en la Casa Rosada, mientras Karina Milei, Secretaria General de la Presidencia y hermana del mandatario, celebraba en redes sociales. El contraste entre la realidad que atraviesan millones de argentinos y la indiferencia del gobierno es escalofriante.
El modelo económico de Milei no ha hecho más que empeorar la situación social. Desde que asumió el cargo, los ingresos de las familias han quedado muy por detrás del aumento del costo de vida. La canasta alimentaria subió un 115,3% en el último año, mientras que los ingresos solo lo hicieron en un 87,8%. Esto ha dejado a millones de personas en una situación de absoluta precariedad. Los sectores más vulnerables, como los niños y los jubilados, son los más golpeados: la jubilación mínima perdió un 19,7% de su poder adquisitivo, mientras que la inflación de alimentos acumuló un 9,4%, superando al 7,7% del año anterior.
Para Milei, sin embargo, la pobreza no parece ser un problema. Su vocero, Manuel Adorni, llegó a afirmar que si no fuera por las políticas de Milei, la pobreza sería del 95%. Esta afirmación, tan absurda como insensible, revela la falta de empatía y de comprensión del gobierno hacia la realidad que viven millones de argentinos. Lejos de ofrecer soluciones, el gobierno sigue culpando a la inflación como la principal causa de la pobreza, sin admitir que sus propias políticas de ajuste están destruyendo los ingresos de los trabajadores.
El deterioro social en Argentina no es casual. Las políticas de Milei han promovido un esquema económico que beneficia a los sectores más concentrados del capital, mientras los sectores populares pagan el costo de la crisis. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), "este es el dato más ilustrativo del modelo Milei: un gobierno que transfiere ingresos de los sectores más vulnerables hacia los sectores más ricos". Y es que la reducción del gasto social, los ajustes en las jubilaciones y los salarios públicos, y la falta de políticas activas para combatir la pobreza han creado un escenario en el que los pobres son cada vez más pobres.
A nivel geográfico, el impacto es devastador. En la provincia de Buenos Aires, la pobreza aumentó 13,3 puntos, alcanzando al 58,7% de la población. En el Conurbano bonaerense, la pobreza llegó al 59,7%, un crecimiento de 14,2 puntos en apenas seis meses. El contraste entre esta realidad y la postura del gobierno es perturbador. Mientras la pobreza avanza sin freno, Milei y su equipo parecen más preocupados por mantener una imagen positiva en los medios y por atraer inversiones de Wall Street que por resolver la crisis social.
INFORME: Los escándalos de Corrupción en el Gobierno de Javier Milei
La situación actual recuerda a los peores años de la convertibilidad. Entonces, como ahora, un modelo económico basado en la estabilidad monetaria a costa de la recesión y el ajuste social terminó por colapsar, dejando a millones de personas en la miseria. Martín Burgos, economista del Centro Cultural de la Cooperación, advierte que el modelo de Milei está atrapado en una trampa: "si devalúa, se agrava la pobreza; si no lo hace, también". Aun sin una inflación galopante, la pobreza sigue creciendo, una lección que Argentina ya había aprendido durante los años de la convertibilidad.
El fracaso del modelo de Milei no es solo económico, sino también moral. La lógica del "sálvese quien pueda" que promueve su gobierno ha erosionado los lazos sociales y ha dejado a millones de personas sin ningún tipo de red de contención. Mientras los funcionarios del gobierno se pavonean en los medios y celebran con estrellas de televisión, las familias argentinas luchan por sobrevivir día a día.
La gravedad de la situación social ha sido también reconocida por la Iglesia, que ha expresado su preocupación ante la creciente pobreza y la criminalización de la protesta. Monseñor Oscar Ojea, presidente del Episcopado, advirtió que "la primera violencia es la de no poder llegar a fin de mes". En tanto, el Papa Francisco llamó a no resignarse y a luchar por los derechos sagrados de la tierra, el techo y el trabajo. Sin embargo, el gobierno de Milei parece más interesado en reprimir las protestas que en buscar soluciones a la crisis.
El futuro inmediato no parece ofrecer muchas esperanzas. A pesar de una leve desaceleración de la inflación, la capacidad de consumo sigue cayendo y las políticas de ajuste continúan afectando a los sectores más vulnerables. La "pobreza de ideas" del gobierno de Milei es quizás su mayor tragedia. Sin un cambio de rumbo, Argentina seguirá hundiéndose en una espiral de pobreza y exclusión.
Fuentes:
https://www.pagina12.com.ar/770476-fuerte-salto-de-la-pobreza-y-la-indigencia
https://www.lapoliticaonline.com/economia/mas-de-la-mitad-de-los-argentinos-son-pobres/
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