Milei está inmolando al país en el altar de la deuda

La política económica de Javier Milei se encuentra cada vez más bajo fuego, y no es para menos. Desde que asumió la presidencia, el líder libertario ha insistido en la necesidad de llevar a cabo un ajuste drástico y alcanzar el déficit cero. Sin embargo, esta obsesión por equilibrar las cuentas públicas ha demostrado ser un fracaso rotundo, según las declaraciones de Claudio Lozano, ex director del Banco Nación, en una entrevista reciente con Andrea Recúpero en AM530, Somos Radio.

Lozano no escatima en críticas. Su evaluación del gobierno de Milei es directa: "Están inmolando en el altar de la deuda toda la discusión presupuestaria". Bajo la gestión de Milei, la prioridad absoluta parece ser el pago de la deuda externa, una estrategia que está dejando en segundo plano la necesidad urgente de reactivar la economía, generar empleo y combatir la pobreza. Para Lozano, la política de déficit cero que el gobierno promueve no solo es ineficaz, sino contraproducente: “El déficit 0 es un perro que se muerde la cola, todos los meses hay caída de la recaudación”. Es decir, la austeridad que el gobierno impulsa está sofocando la economía al punto de reducir la capacidad de recaudar impuestos, lo que hace imposible alcanzar el ansiado equilibrio fiscal.

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En su afán por pagar la deuda, Milei parece haber olvidado la función esencial del Estado. Según Lozano, el gobierno libertario ve al Estado exclusivamente como un agente de pago para los acreedores internacionales, sin contemplar su rol en la provisión de servicios esenciales, la generación de empleo o la inversión en infraestructura. "Para Milei la función del Estado es pagar la deuda", sentencia Lozano con dureza. Este enfoque ha llevado a la economía argentina al borde del colapso, ya que, mientras se priorizan los pagos externos, las necesidades internas quedan completamente desatendidas.

Además, la falta de dólares disponibles es otra de las preocupaciones que Lozano señala como crítica. “La Argentina tiene que tener dólares disponibles y es lo que no sucede hoy”, afirma. El problema es que el flujo de divisas está bloqueado no solo por la caída en las exportaciones, sino por la fuga de capitales que se escapa al mercado paralelo financiero. "El 20% de las exportaciones entra por el mercado paralelo financiero", destaca Lozano, un dato que demuestra cómo la economía formal y productiva está cada vez más limitada.

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Lo más preocupante de la política de ajuste de Milei es que, lejos de mejorar la situación fiscal, parece empeorarla mes a mes. Desde que el gobierno implementó sus medidas de austeridad, la recaudación ha caído de manera constante, lo que lleva a Lozano a advertir: “El ajuste no alcanza”. En otras palabras, la receta libertaria está creando más problemas de los que soluciona, y el déficit cero sigue siendo un objetivo inalcanzable.

El problema de fondo es que esta estrategia está condenada al fracaso desde el inicio. Lozano lo explica con crudeza: "De acuerdo a lo que dice el presupuesto, Argentina no va a tener dólares". Es decir, aunque el gobierno lograra imponer el déficit cero, la falta de divisas imposibilitaría cualquier tipo de recuperación económica. El país está atrapado en una espiral en la que, a falta de inversión y crecimiento, la recaudación sigue cayendo, lo que obliga a más ajuste, perpetuando el ciclo de austeridad y estancamiento.

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Las críticas de Lozano no se limitan a la política de ajuste, sino que también alcanzan al reciente decreto que el gobierno de Milei ha aprobado para renegociar la deuda externa. Según el ex director del Banco Nación, este decreto deja las manos libres al gobierno para negociar la deuda en condiciones aún más desfavorables para el país: "Este Decreto deja las manos libres para que puedan renegociar como quieran". Y, aun cuando el riesgo país pudiera reducirse, Lozano advierte que las negociaciones de Milei no serán ventajosas: “Inclusive si baja el riesgo país, la negociación de Milei no va a ser favorable”. En otras palabras, el gobierno se está preparando para aceptar condiciones más severas que hipotecarán aún más el futuro de la Argentina.

Otro punto que Lozano destaca es la rápida pérdida de legitimidad que está experimentando el gobierno de Milei. A pesar de haber llegado al poder con una base de apoyo considerable, las medidas de ajuste y la falta de resultados tangibles están empezando a socavar su credibilidad. “Milei comienza a evidenciar un deterioro de su legitimidad”, afirma Lozano. No es difícil entender por qué: la promesa de una "revolución libertaria" se ha traducido en más pobreza, menos inversión y una dependencia cada vez mayor del capital extranjero. El simbólico "asado con los 87 héroes" que Milei celebró en su momento puede terminar teniendo el mismo impacto que el polémico "cumpleaños de Fabiola", un evento que, aunque trivial, aceleró la caída de la imagen presidencial.

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Finalmente, Lozano plantea una inquietud alarmante en relación con las inversiones sobre los recursos naturales de Argentina. Aunque el gobierno de Milei ha defendido la llegada de inversiones extranjeras como una solución a los problemas de financiamiento, Lozano sugiere que estas inversiones no son el resultado de una estrategia económica sólida, sino más bien una consecuencia de la debilidad del país en el contexto internacional: “Las inversiones sobre los recursos naturales de la Argentina vienen solas”. La reciente controversia en torno al proyecto de Petronas y la posibilidad de su traslado a Río Negro podría ser un indicio de que los recursos del país están siendo utilizados como moneda de cambio en negociaciones internacionales que poco benefician a la población argentina.

La gestión de Javier Milei está llevando a Argentina hacia un abismo de deuda y austeridad, donde el ajuste perpetuo ahoga cualquier posibilidad de recuperación económica. Las advertencias de Claudio Lozano son claras: el gobierno ha convertido al pago de la deuda en su única prioridad, mientras la economía interna se desmorona. Y, lo más alarmante, es que no parece haber una estrategia a largo plazo que permita sacar al país de esta espiral destructiva. El tiempo corre, y la legitimidad del gobierno se desvanece rápidamente. La pregunta es: ¿cuánto tiempo más podrá sostenerse este modelo fallido?.

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— En Orsai (@EnOrsai) September 24, 2024