El nuevo jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, no tardó en anunciar medidas impopulares de aumentos en impuestos y tarifas, además de revelar su postura firme ante la protesta social. Sin embargo, su discurso de austeridad y acciones judiciales iniciales plantean más preguntas sobre sus prioridades y su enfoque para resolver los desafíos de la Ciudad.
Redacción EnOrsai // Sábado 09 de diciembre de 2023 | 09:18
El recién investido jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, no perdió tiempo al adelantar incrementos en los impuestos municipales y en las tarifas del subterráneo. En sus declaraciones iniciales, afirmó que el ABL subirá, aunque busca que el aumento se mantenga por debajo de la inflación, y confirmó un nuevo aumento en el costo del boleto del subte. Este anuncio no sorprende, considerando la tendencia previa de su predecesor.
Sin embargo, su medida más inmediata fue dirigirse a la Corte Suprema, buscando recuperar los fondos de coparticipación que su familiar, Mauricio Macri, había otorgado a la Ciudad durante su presidencia. Una acción que parece más un giro político que una prioridad real para la administración pública.
En sus discursos, Macri se muestra consciente de las dificultades económicas que enfrenta la población, pero sus decisiones apuntan hacia un ajuste en lugar de soluciones estructurales. Promete austeridad en la gestión, destacando detalles como la posible venta de la flota de vehículos oficiales, pero esto se queda corto ante la gravedad de los problemas sociales.
Además, su postura respecto a la protesta social y el uso de la fuerza policial es preocupante. Anunciar la utilización de la policía para desarticular manifestaciones y cortes, y diferenciarlas por la presencia o ausencia de menores, refleja una postura autoritaria que busca reprimir antes que dialogar.
La iniciativa de recurrir nuevamente a la Corte Suprema, esta vez bajo su administración, por los fondos de coparticipación parece más una estrategia política que una búsqueda genuina por resolver las necesidades financieras de la Ciudad. Una maniobra que, en el contexto político actual, deja entrever más intenciones de posicionamiento que una priorización de los problemas reales que enfrenta la sociedad porteña.