La "estanflación" es un término económico que describe una situación peculiar en la que una economía experimenta una combinación de estancamiento económico o recesión junto con una alta inflación. Este fenómeno contradice la teoría convencional de que la inflación y el estancamiento rara vez ocurren simultáneamente, ya que suelen considerarse fenómenos opuestos.
Osvaldo Peralta // Jueves 30 de noviembre de 2023 | 15:00
La palabra "estanflación" se deriva de la combinación de dos términos: "estancamiento" e "inflación". El estancamiento económico se caracteriza por una desaceleración o contracción en la actividad económica, lo que significa que la producción disminuye, el desempleo aumenta y el crecimiento económico se estanca o se vuelve negativo. Por otro lado, la inflación se refiere al aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo prolongado.
Los signos distintivos de la estanflación son:
Estancamiento económico: Esto se manifiesta a través de una disminución en la producción, el aumento del desempleo, una caída en la inversión empresarial y una menor actividad económica en general.
Alta inflación: A pesar del estancamiento, los precios siguen aumentando rápidamente, lo que resulta en un costo de vida más elevado para los consumidores. Este aumento en los precios puede ser impulsado por varios factores, como el aumento de los costos de producción, la escasez de materias primas, políticas monetarias expansivas o presiones inflacionarias externas.
La estanflación puede ser extremadamente desafiante para los responsables de formular políticas económicas, ya que las herramientas tradicionales para abordar el estancamiento y la inflación pueden entrar en conflicto. Por ejemplo, medidas para estimular la economía, como la reducción de las tasas de interés o la expansión del gasto público, podrían empeorar la inflación. Por otro lado, medidas para controlar la inflación, como el aumento de las tasas de interés, podrían profundizar el estancamiento económico.
Este fenómeno puede tener diversas causas, como crisis energéticas, crisis financieras, políticas económicas inadecuadas, choques de oferta significativos o desequilibrios estructurales en una economía.
Estanflación = catástrofe social.
— Cristian Cimminelli (@cristiancim) November 30, 2023
Lo avisó en marzo. Espero que la ceguera ideológica que viene no nos lleve a eso. Aunque claro.. algunos pocos se benefician. pic.twitter.com/HDDm5sEZF8
Desempleo: El estancamiento económico puede conducir a una disminución en la demanda de bienes y servicios, lo que lleva a una caída en la producción y, en consecuencia, a recortes en la contratación o incluso a despidos. El aumento del desempleo es común durante períodos de estanflación, ya que las empresas pueden reducir su fuerza laboral para contrarrestar los efectos del estancamiento económico en sus operaciones.
Subempleo o Trabajo Precario: En lugar de despedir a empleados, algunas empresas pueden optar por reducir las horas de trabajo o recurrir a formas de empleo precario, como contratos temporales o trabajos a tiempo parcial, como una estrategia para adaptarse a la menor demanda y reducir costos.
Estancamiento en los Salarios Reales: Aunque puede haber aumentos de sueldos nominales para compensar la inflación, en una situación de estanflación, es posible que los salarios reales (ajustados por la inflación) se estanquen o disminuyan. Esto significa que aunque los ingresos aumenten en términos nominales, su poder adquisitivo puede reducirse debido al aumento de los precios.
Incertidumbre Laboral: La incertidumbre sobre la economía en estanflación puede generar un ambiente laboral inestable. Los trabajadores pueden sentir preocupación por la seguridad de sus empleos debido a la incertidumbre económica y a la posibilidad de recortes adicionales en la fuerza laboral.
Estanflación = catástrofe social.
— Cristian Cimminelli (@cristiancim) November 30, 2023
Lo avisó en marzo. Espero que la ceguera ideológica que viene no nos lleve a eso. Aunque claro.. algunos pocos se benefician. pic.twitter.com/HDDm5sEZF8
Reducción en la Producción: El estancamiento económico puede llevar a una disminución en la producción de bienes y servicios. Las empresas pueden reducir su producción en respuesta a la menor demanda de bienes y a la contracción de la economía en general. Esto puede resultar en una capacidad ociosa en las instalaciones de producción y una menor utilización de recursos, como maquinaria y mano de obra.
Menor Inversión: Durante períodos de estanflación, las empresas pueden ser reacias a invertir en la expansión de su capacidad productiva o en la adquisición de nuevos equipos. La incertidumbre económica y la falta de demanda pueden disuadir la inversión, lo que a su vez limita el crecimiento económico a largo plazo.
Aumento de Costos de Producción: La alta inflación puede llevar a un aumento significativo en los costos de producción. Los precios de las materias primas, la energía y otros insumos pueden subir, lo que presiona los márgenes de ganancia de las empresas. Esto puede dificultar que las empresas mantengan sus niveles de producción sin aumentar los precios de venta, lo que podría resultar en márgenes de beneficio reducidos o incluso pérdidas.
Desincentivo para la Innovación: En un entorno de estanflación, las empresas pueden ser menos propensas a invertir en investigación, desarrollo e innovación. La prioridad puede ser mantener la estabilidad en lugar de asumir riesgos en nuevos proyectos o tecnologías. Esto puede tener repercusiones a largo plazo en la competitividad y el crecimiento económico del país.
Una vez más van a subirse a la herencia que deja el gobierno anterior, y desde allí destrozar el consumo como lo hicieron en 2016. Nadie duda de la inflación tremenda que hay, pero tampoco del consumo, y eso van a liquidar. Por eso ya adelantan la "estanflación".#Volvieron pic.twitter.com/wyVsWVY6az
— Editor? (@Editor_76) November 30, 2023
Una de las crisis económicas más significativas y globalmente reconocidas que estuvo fuertemente asociada con la estanflación ocurrió en la década de 1970. Esta crisis se conoce como la "crisis del petróleo de 1973" o la "crisis del petróleo de 1979", y tuvo un impacto masivo en la economía mundial.
La crisis del petróleo de 1973 se desencadenó cuando la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió restringir el suministro de petróleo a ciertos países occidentales, como respuesta al apoyo que estos habían brindado a Israel durante la guerra árabe-israelí de 1973. Esta decisión provocó un aumento repentino y significativo en los precios del petróleo.
Este aumento repentino del precio del petróleo tuvo un efecto en cascada en la economía mundial. Los países dependientes del petróleo se enfrentaron a costos mucho más altos para mantener su infraestructura y procesos productivos, lo que llevó a una inflación considerable. Además, los países que no eran productores de petróleo experimentaron una grave presión inflacionaria debido al encarecimiento de los costos de producción y transporte.
La respuesta a esta crisis, por parte de muchos gobiernos, fue aumentar la oferta de dinero y reducir las tasas de interés para estimular la economía y contrarrestar el estancamiento. Sin embargo, estas medidas a menudo contribuyeron a aumentar aún más la inflación.
La crisis del petróleo de 1979, aunque en parte una continuación de la crisis anterior, se vio exacerbada por la Revolución Islámica en Irán, que interrumpió la producción y exportación de petróleo desde ese país. Esto condujo a una segunda ola de aumentos de precios del petróleo y, nuevamente, a presiones inflacionarias y estancamiento en muchas economías.
Estas crisis del petróleo de la década de 1970 son ejemplos destacados de períodos de estanflación que tuvieron un impacto económico significativo a nivel mundial, desencadenando desafíos complejos para los responsables de políticas económicas y generando efectos duraderos en la economía global.
La estanflación de la década del 80 en Argentina fue un período extremadamente desafiante y la superación de esta situación llevó tiempo y una combinación de medidas económicas.
En ese momento, Argentina se enfrentaba a altos niveles de inflación, un estancamiento económico y una deuda externa considerable. Para superar esta situación, el país implementó una serie de medidas:
Plan Austral: En 1985, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, se lanzó el Plan Austral. Este plan introdujo una nueva moneda, el Austral, en un intento por estabilizar la economía y controlar la inflación. También incluyó medidas para congelar precios y salarios, así como para reestructurar la deuda externa del país.
Política de Estabilización Económica: Se implementaron políticas destinadas a reducir el déficit fiscal, mejorar la recaudación de impuestos y controlar la emisión monetaria para contener la inflación.
Renegociación de la Deuda Externa: Argentina buscó renegociar su deuda externa con los acreedores internacionales para aliviar la carga de los pagos y reestructurar los términos de la deuda.
A pesar de estos esfuerzos, el Plan Austral no logró resolver completamente los problemas económicos y sociales. La hiperinflación continuó, y la situación económica y política se volvió cada vez más compleja.
Posteriormente, en la década de 1990, bajo la presidencia de Carlos Menem, Argentina adoptó políticas de liberalización económica y privatización de empresas estatales, además de establecer la ley de convertibilidad en 1991, que vinculaba el peso argentino al dólar estadounidense a una tasa fija. Esto ayudó a estabilizar la economía por un tiempo y redujo la inflación, pero a largo plazo generó desequilibrios económicos y sociales, contribuyendo a la crisis económica y financiera de finales de los años 90 que terminó con la crisis del 2001.
Néstor Kirchner asumió la presidencia de Argentina en 2003 en un contexto económico complejo, donde el país enfrentaba una profunda crisis económica y social tras la debacle financiera y la crisis de deuda de principios de los años 2000. Durante su mandato, implementó políticas económicas que lograron recuperar el crecimiento económico y reducir la inflación, aunque no se puede atribuir únicamente a sus políticas el fin de la estanflación.
Algunas de las medidas clave tomadas durante la presidencia de Néstor Kirchner incluyeron:
Reestructuración de la Deuda Externa: Kirchner negoció con los acreedores internacionales y llevó a cabo una reestructuración de la deuda argentina, lo que permitió al país salir del default y mejorar su posición financiera.
Política Monetaria y Fiscal: Se implementaron políticas para controlar la inflación y se fortaleció la disciplina fiscal, lo que ayudó a mejorar la confianza en la economía.
Estímulo al Crecimiento Económico: Se promovieron políticas de impulso al crecimiento a través de programas sociales, inversiones en infraestructura y políticas orientadas al consumo interno.
Aunque estas medidas contribuyeron a estabilizar la economía argentina, durante el gobierno de Néstor Kirchner, si bien se logró una recuperación económica en términos de crecimiento y se consiguió controlar la inflación. En definitiva, la estanflación es una situación económica compleja y desafiante en la que una economía experimenta simultáneamente estancamiento económico y alta inflación, lo que plantea dificultades significativas para los responsables de políticas económicas y puede tener repercusiones negativas en el bienestar de una sociedad.