(Por Hugo Muleiro) Clarín y La Nación no descansan en el intento por poner a la candidata del PRO en segunda vuelta y, a falta de encuestas que alienten este objetivo, multiplican vaticinios de presión cambiaria. La maniobra fue bien sintetizada en este título del lunes en La Nación: “En la City esperan días en los que cada peso disponible pase a dólar”.

En este mismo día, los dos diarios que orientan el relato contra el oficialismo de centenares de medios en todo el país aplicaron una fórmula ya clásica de títulos 1-2. “Aumentos, tiendas cerradas y presión en el dólar marca la semana preelectoral”, fue el enunciado de cabecera de La Nación. Y: “La escalada pega fuerte en los precios, con subas de 30 por ciento a 6 días de las elecciones”, el segundo título de Clarín.

La coordinación es meticulosa desde hace varios días y llega quirúrgicamente a las palabras, como por ejemplo los títulos principales del miércoles 11: “Dólar sin control: el blue ya perforó los mil pesos y cada vez faltan más productos” (Clarín). “El blue superó los mil pesos, suben los precios y ya faltan productos” (La Nación).

Las operaciones contra las cuevas de la carroña financiera y cambiaria le cayeron mal a Clarín aunque, claro, sin transparentar los motivos. El miércoles, Van der Kooy se quejó por los “ampulosos operativos”. El domingo, Roa habló de operativos “para la tribuna, show con federales en el microcentro”.

Y Van der Kooy, el mismo día, extremó el verbo: “Massa disfrazado de sheriff”, tituló, para acusarlo de desplegar “medidas policiales y amenazas”. Igual que La Nación, pronostica días bravos porque el ministro/candidato “carece de herramientas económicas en los últimos días de campaña para sosegar otra posible alteración de los mercados”. Por eso, dice, lanza “amenazas de que la cacería continuará”.

Todo esto convive con el despliegue de tonos exaltados por el anuncio de campaña de Bullrich, quien “sorprendió con Larreta” como eventual jefe de gabinete. Y así entre los dos diarios: “Movida fuerte de Bullrich”, “Una jugada que busca dejar atrás a Massa para meterse en el balotaje”, “Elogios unánimes en Juntos por el Cambio”. Acompañó el ex funcionario macrista Carpena en Infobae: “jugada audaz”, “alteró el tablero político”, “decisión impactante”.

Las acusaciones de corrupción están también todos los días en portada, con un juego de alternancia entre el caso de las tarjetas bancarias de la Legislatura bonaerense y las andanzas de Insaurralde. Haya o no novedades, uno de esos dos temas está cada día –y estarán hasta el domingo 22- en espacios destacados.

Este plano de la estrategia de los poderes opositores tuvo un punto especialmente delicado y que trasciende las fronteras. En La Nación del jueves, Pagni destinó una página a la denuncia de un estudio de abogados de Nueva York al servicio de los fondos buitre, ante una jueza local, por “lavado de dinero” de argentinos, entre ellos José Ignacio de Mendiguren y funcionarios bonaerenses. El estudio, dice, es “prestigioso”, tal vez porque representa a bonistas que querellaron a la Provincia contra un canje propuesto por el gobernador Kicillof.

Como es ya habitual, Clarín tomó el tema al día siguiente, y también la alianza opositora: hicieron la denuncia en tribunales locales y, como siempre, esto alimenta y retroalimenta títulos. En la maniobra levanta la voz María Eugenia Talerico, autoridad de la Unidad de Investigaciones Financieras durante el gobierno de Macri, junto a Mariano Federici.

Ambos fueron acusados de fallar a favor de los bancos en casos de lavado de dinero, entre ellos HSBC. Directores de carrera de la UIF se negaron a firmar estos dictámenes, por su alevosía. Y nada de esto sorprende: Federici fue tesorero de HSBC cuando el banco pactó con el gobierno mexicano el pago de una multa multimillonaria por haber facilitado el lavado de dinero del cartel de Sinaloa.

Son días de fanatismos sin límite. El relato de ambos diarios sobre la crisis en Medio Oriente se asienta en una sola fórmula: el siniestro ataque del movimiento Hamas a la población israelí causa tonos indignados, pero el humanismo no les alcanza para las víctimas civiles de los ataques israelíes, las de ahora y las de siempre. El terrorismo de Hamas es condenado, pero no el del Estado israelí.

En esto, la candidata Myriam Bregman tuvo su ración en Clarín, víctima del sistema que le suele colgar el cartel de antisemita a todo quien critique los crímenes de guerra contra la población de Gaza y Cisjordania.

¿Y alguien podría creer que sea posible aplicar macartismo a Milei? Clarín lo hizo: la redactora Niebieskikwait recuerda las expresiones de odio que el político ultraderechista destina a Cuba y a “los comunistas” como excusa para decir que su presunta novia, la imitadora Fátima Florez, estudió danza en La Habana. Hace más de dos décadas de ese viaje, pero el título es: “El vínculo menos conocido de la novia de Javier Milei con el régimen cubano”. Es la reencarnación de Joseph McCarthy.