Los medios hegemónicos y pautados “in extremis” por Horacio Rodriguez Larreta son los responsables de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no haya estallado por los aires. No hay motivos alguno para que la indignación selectiva de aquellos que se ofuscan con los casos de corrupción mostrados mediáticamente pero que son incomprobables en la justicia no estén manifestando en las calles pidiendo la renuncia del gobierno porteño.
Osvaldo Peralta // Lunes 02 de enero de 2023 | 09:03
(Por Osvaldo Peralta - @OPeraltaok) Habría que remontarse a los negociados de la denominada década infame para encontrar tantas pruebas explícitas de hechos graves de corrupción y de las descaradas interferencias de poderes observadas en las denominadas “filtraciones”.
Es que ahora, los chats que involucran directamente a Marcelo D’Alessandro, colocan en primer plano las promiscuas relaciones de la Corte Suprema con el gobierno de Horacio Rodriguez Larreta y obviamente con toda la coalición de Juntos por el Cambio.
Quedaron expuestos, desnudos, como lo que son, carentes de ética y de los valores republicanos que tanto pregonan defender. Estamos ante una crisis institucional inusitada, al punto que se podría decir que en cualquier pais del mundo ya se hubiera pedido la renuncia de Larreta. Sólo hay que recordar las diferentes renuncias provocadas por la investigación de los Wikileaks. ¿Porqué no sucede lo mismo en nuestro país?
Al parecer el revoleo de sobres, coimas en dólares con empresarios y los arreglos de fallos con la Corte Suprema de Justicia no son causas justificadas de indignación. El hecho de que un integrante del gabinete porteño, nada menos que el Ministro de Justicia y Seguridad haya recibido información sobre temas sensibles en la Corte, no es materia suficiente para que los denominados periodistas serios pidan como mínimo una explicación al funcionario.
Con estos chats quedó comprobado que existen relaciones más que carnales entre el gobierno de Horacio Rodriguez Larreta y la presidencia de la Corte Suprema. Información sobre la disputada coparticipación y sobre el Consejo de la Magistratura a sólo una semana de que el tribunal dictara una cautelar a favor del gobierno porteño sobre el dinero de la coparticipación es un escándalo insostenible en plena democracia.
Como si esto fuera poco, en los chats hay intercambios donde podemos observar cómo el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, recibe anticipos y asesoramientos por parte de Silvio Robles, un hombre de extrema confianza del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti.
En otro chats se habla sobre el negocio de las grúas y se lo ve a D’Alessandro hablar sobre licitaciones y de sobres con miles de dólares con uno de los empresarios que son parte del negocio de las grúas y de los estacionamientos que desde este medio denunciamos en sobradas ocasiones.
Nos referimos con más precisión a los intercambios realizados entre D’Alessandro y Marcelo Violante, un empresario que participa del negocio de las grúas y de las playas de estacionamientos de la Ciudad, a través de las empresas Dakota SA y Brewda Construcciones SA.
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Según cuenta el diario Página12, en los chats de junio de 2019, “Violante le pidió a D’Alessandro que se ocupara de una causa que tenía Rubén Hugo Laghezza –a quien define como un amigo– en la fiscalía de Carlos Rolero por violar una clausura. Violante estaba dispuesto a pagar una multa pero no quería que su amigo tuviera que hacer una probation. Las respuestas de D’Alessandro dan cuenta de que efectivamente hubo comunicaciones con la fiscalía. “Ahora refuerzo”, le prometía el funcionario porteño.”
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“El 11 de julio de 2019, Violante le escribió un mensaje para disculparse: “No pude juntar todo. Te juro que antes de fin de mes te integro el 100 por ciento. Ahora tengo 60 verdes y te traje los 50 de Claudio que hace rato no te mandaba”. Violante le preguntó si dejaba los sobres abiertos con alguien de confianza de D’Alessandro y éste respondió; “Dáselo”. Exactamente dos meses después, le escribió para pedirle verlo y anunciarle que de paso le llevaría 50.000 –no especificó en qué moneda–.”
Lo más escalofriante es el relato donde “Violante también le consultó si podía proponerle negocios a “Horacio” y si podía hacer lo mismo con Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata. A él quería llevarle una iniciativa para pagar con celular los estacionamientos medidos. También le pidió ayuda para licitaciones de playas de estacionamiento en el centro de la Ciudad.”
El neoliberalismo siempre pone en jaque a la democracia, lo sabemos por experiencia, por eso es nuestra obligación pedir y exigir una democracia plena. La Corte de Justicia y los jueces de Comodoro Py no deben ser parte de un partido político, esto lo sabe un alumno de primer año de la secundaria pero sin embargo. Entonces la pregunta es, ¿qué esperamos para pedir la renuncia de uno de los gobiernos más corruptos de la historia?