Adquieren tal velocidad los acontecimientos internacionales, que a veces se hace difícil su seguimiento ya que expresan cada día, información que modifica la percepción del día anterior sobre la ubicación de los actores principales de esta sucesión de acontecimientos, que sin duda alguna fijan la etapa en un cambio epocal mundial.

Pocas veces en la historia de la Humanidad se dieron cambios tan sustantivos que modificaron por siglos los acontecimientos posteriores, cambiando el rumbo de lo que sucedía hasta entonces. Quizás el más significativo para nosotros haya sido el llamado descubrimiento de América, la falacia mejor construida de la historia, sinónimo de saqueo, depredación y colonialismo por 500 años.

Pero otros no menores fueron la caída del Imperio Romano, antes aún las dinastías egipcias, la del imperio persa con Ciro y Claudio, los griegos y los macedonios sufrieron su decadencia. Pero fueron sin dudas las irrupciones religiosas del catolicismo y el islamismo las que sacudieron al mundo hace 2000 años la primera y 1300 la segunda, basadas ambas en el otro monoteísmo antiguo que es el judaísmo. Esos fueron cambios sustantivos en el ordenamiento social de los pueblos, como así también en los campos de las disputas de poder, que como hoy también significan cambios de época a nivel internacional.

Desde la caída del Muro de Berlín que significó un posicionamiento hegemónico unipolar de la potencia dominante EEUU, se han producido acontecimientos que llevaron a su decadencia actual, en especial el fracaso absoluto de sus incursiones guerreras en el mundo, llevados a cabo en función de preservar Recursos estratégicos para su planificación, a costa de sangre, muerte y destrucción de terceros países. Ese mismo procedimiento llevó a que sus aliados por necesidad y cediendo a la extorsión, en especial Europa, se construyeron sus propias murallas defensivas como la Unión Europea, pero que nunca podrán hasta ahora, superar la dependencia hegemónica de EEUU, siendo utilizados una y otra vez, como arietes de incursiones lejanas, lesivas a otros pueblos, que luego se volvieron pesadilla.

Pero esas destrucciones también significaron, además de los millones de muertos en Asia y África, el desplazamiento migrante de millones de seres humanos presentados mediáticamente como buscadores de felicidad “occidental y cristiana”, en vez de ser caracterizados correctamente como refugiados huyendo de las matanzas en sus pueblos y las destrucciones de sus ciudades. Así actúan los medios hegemónicos mundiales socios del capitalismo financiero, tergiversando las imágenes, nominando falsamente y despreciando comportamientos culturales ajenos.

Esa visión monocolor del mundo traída como imposición a nuestra región, es el formato del colonialismo cultural, que se irradia a lo institucional, financiero, económico y social. Es que nuestra región americana es el último bastión de una decadencia imparable del poder hegemónico, desde que sus áreas de influencia perdidas en el Oriente del Pacífico lejano hasta la valorización de la moneda dólar, frente a la irrupción de negocios en monedas locales en el mundo , han hecho temblar a EEUU, que ha respondido con tambores de guerra, siempre a través de terceros países, invocando el nombre de la libertad y la democracia, para lo cual no dudan en enviar millas de millones de dólares en armas y condicionan a Europa a un invierno atroz.

No siente reparos el Imperio Unipolar en torpedear los gasoductos SITREEAM ly ll que abastecen al continente europeo, provocando un caos mundial, bajo la consigna de avanzar hacia Eurasia. No es Rusia el objetivo, es China principal competidor comercial y militar, avanzado en inteligencia artificial por delante de EEUU y dominando económicamente el llamado Mercado, con la Organización de Cooperación de Shangai donde conviven 4.500 millones de personas y está financiado por el Banco Asiático de Infraestructura e Inversión que hoy tiene 112 países, compite con el FMI y fue creado en 2014 en el 15° Plan Quinquenal consecutivo del Parlamento chino.

La Argentina está hoy ahí en ese mundo, aunque tengamos la espada de Damocles que quiso imponer el Imperio y sus lacayos locales a través del endeudamiento con el FMI que significa pérdida de soberanía en la toma de decisiones, tratando de impedir el financiamiento de los rusos y los chinos en la construcción de infraestructura energética, como antes lo hizo intentando bloquear las vacunas en plena pandemia. Nuestro país es hoy parte de ese Banco asiático, se incorpora al BRICS de Brasil, China, Rusia, India y Sudáfrica, al cual se incorporan casi 20 países más, algunos de ellos OTAN como Turquish y otros como Egipto, Argelia, Irán, Marruecos que ya han solicitado su adhesión.

El peligro de ser la región el último bastión del imperio unipolar, es que los planes estratégicos sobre la región una vez más, como fue desde la creación del UNASUR hasta su disolución por acción del Grupo de Lima y antes deteriorado por la Alianza del Pacífico, Ambos instrumentos creados por EEUU para atacar la unidad latinoamericana, como fue después el uso de esa herramienta nefasta de la falsa justicia llamada LAWFARE, que les atribuye para perseguir, encarcelar, desplazar de los gobiernos a los líderes de los movimientos populares de Latinoamérica.

El desafío es entonces América Latina ahora o nunca, parafraseando a Perón, porque el enemigo tiene su diseño estratégico definido desde hace años, ya no somos su “patio trasero” ahora somos “sus barrios y sus pueblos” a los cuales deben defender, en función de su supuesta seguridad nacional de EEUU, de las inversiones rusas y chinas en Latinoamérica. Esa planificación incluye el uso de la OTAN en nuestras Malvinas, operando sobre el mar continental argentino, la Antártida como continente a explotar en sus recursos, desde el agua dulce hasta las reservas minerales poniendo en riesgo el planeta y además los pasos interoceánicos Beagle, Magallanes y Cabo de Hornos. Plantea también tácitamente la necesidad de anexión de la Patagonia Austral que ya ha sido ocupada por terratenientes extranjeros anglosajones.

Éste es un mundo en guerra, con crisis irradiada globalmente que desespera a los pueblos ante las carencias que provoca, en donde los leones pelean a costa de manadas ajenas, en una lucha que está definida pero que tiene las características propias de un parto con dolor, el nacimiento de un nuevo mapa de poder internacional. Esos acontecimientos intentan también ser manipulados en nuestro país, porque los factores de poder quieren involucrarnos una vez más, en conflictos que le son propios a la crisis de un capitalismo financiero, que ha destruido los sueños de un mundo en paz. Nosotros como Patria Grande somos una región de paz, alimentos, energía, agua dulce, todo lo que falta en el mundo, lo cual constituye una situación de peligro y oportunidad a la vez, a la cual debemos dar respuestas soberanas, con identidad y memoria americana anticolonial.

Nos asomamos a un mundo nuevo al cual podemos dar respuestas desde nuestra concepción universal filosófica que es la construcción del pensamiento americano, moreno, mestizo, criollo y profundo que ha sintetizado el peronismo desde la Comunidad Organizada y la Tercera Posición, ambas confrontando con el poder políticamente correcto, llamado por el miso Perón como el sistema demo-liberal-bugués. Esa mirada es profundamente solidaria desde el momento que plantea un modelo que vuelva a enamorar a los seres humanos con la naturaleza, siendo esa la principal herramienta de la posibilidad de humanizar la política y democratizar el poder, otorgando al pueblo como regente de los nuevos paradigmas de la historia el rol de protagonistas y no sólo de expectadores.

La Matria Patria espera la movilización popular, el fortalecimiento de la conciencia patriótica, los sentimientos compartidos de soberanía que emulen a nuestros Padres Fundadores que nunca aceptaron la balcanización de los países de la región, sino que lucharon por una Patria Grande que nunca debió ser y que volveremos a construir, ya que en ella descansa nuestro destino como pueblo libre, con justicia social y soberanía desde el cual dar todas las luchas necesarias para evitar una nueva colonización.

JORGE RACHID

PRIMERO LA PATRIA

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