Considerando la relevancia que cobra la variación de los precios de los alimentos al interior de la canasta de consumo, este informe tiene el propósito de analizar la evolución de determinados precios particularmente sensibles. En este informe, y desde el Observatorio de Precios del CEPA se realiza un análisis mensual del rubro carnes (1), en este informe correspondiente al mes de agosto 2021. Como se ha señalado en informes precedentes, este rubro representa buena parte de los consumos de las y los argentinos. Este informe tiene relevancia para analizar la inflación, considerando que el peso de la carne oscila entre 7% (GBA) y 13,3% (noreste) sobre el índice de precios minoristas de INDEC.
CEPA // Lunes 06 de septiembre de 2021 | 10:27
Analizando la evolución de las variaciones mensuales a lo largo del año 2020 y los primeros ocho meses de 2021, se observan incrementos significativos de la carne vacuna durante enero (7,6%), marzo (5,6%), abril (9,2%), noviembre (7,7%) y diciembre (20,2%) de 2020, y también en 2021, con particular aumento en los meses de enero, marzo y junio de 2021 (6,3% 7,3% y 7,9% respectivamente). Cortando con la fuerte dinámica alcista, en julio y agosto los distintos cortes de carne vacuna mostraron en promedio una caída de 1,0% y 1,4% respectivamente.
Para el análisis de la evolución de los precios de la carne se utilizaron los precios promedio mensuales relevados por el Instituto de la Carne Vacuna (IPCVA), de cortes seleccionados de carne vacuna y se ponderó en base a la canasta de consumo de la población desarrollada en el “Estudio de Usos y Actitudes sobre el consumo de Carne Vacuna en Argentina (IPCVA)”.
Con el objetivo de analizar pormenorizadamente la evolución de los distintos segmentos de cortes, se realizó una categorización en cortes “caros, intermedios y económicos”, observando su evolución. Se incluyó el pollo dado los elevados niveles de consumo por parte de la población y su carácter de bien sustituto. En el siguiente gráfico observamos la evolución de las distintas categorías. Se observa que en los tres tipos de categoría ha habido un descenso de precios: en los cortes caros el promedio fue de -1,3%, en los cortes intermedios alcanzó -1,2% y en los económicos fue de -1,0%. Por su parte, el pollo bajo su precio 0,7%. Dado que la canasta involucra una mayor ponderación de cortes intermedios, el promedio de precios resulto de -1,4%
Dado el carácter sustituto del pollo respecto a los cortes vacunos, se analizó la evolución de precios del pollo fresco entero respecto al principal corte vacuno consumido: el asado. Lo que se observa es una reducción de la brecha entre los precios del asado y el pollo entero, que se había incrementado sensiblemente en los últimos meses. Esto se debe a un leve aumento del precio del pollo junto con la reducción de precios de la carne vacuna. Es decir, si en julio de 2021, 1 kilo de asado equivalía a 3,66 kilos de pollo, en agosto de 2021, 1 kilo de asado equivale a 3,58 kilos de pollo. El abaratamiento de la carne vacuna respecto al pollo durante el mes de agosto fue del 2,1%.
Analizando los cortes más caros, la reducción de precios fue levemente superior a las otras categorías analizadas. Observamos que las principales reducciones se encuentran en vacío (-3,5%), matambre (-2,3%) y cuadrada (-2,2) y el resto de los cortes más parejos al promedio. Sólo se observan leves aumentos en colita de cuadril (0,3%) y nalga (0,1%).
Analizando los cortes vacunos de precio intermedio, las principales reducciones se encuentran en asado de tira (-2,8%), picada especial (-2,1%) y bife ancho (-1,7%), todos ellos por encima del promedio general. Se observa sólo un leve aumento en tapa de nalga (0,3%)
En el caso de los cortes económicos, la principal reducción, al igual que el mes de julio, se reflejó en picada común (-4,8%), falda (-0,8%), y con un leve aumento carnaza común (0,6%) y roast beef (0,1%).
En términos interanuales, es decir respecto a agosto 2020, la variación de precios nominales de la carne (+78,2%) se movió muy por encima de la variación de precios del período (+51,8% aproximadamente), lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales.
A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes de alto consumo popular como el asado (82,6%), vacío (84,1%) y matambre (77,1%). En estos casos se observan incrementos muy por encima de la inflación del periodo.
Ante el aumento de precios en el mes de mayo, el gobierno decidió suspender las exportaciones de carne por 30 días a partir del día 20 de ese mes. Un mes después, y siguiendo la evolución de los precios de carne vacuna, el gobierno determinó a través de DNU 408/2021 con vigencia hasta 31 de agosto, un nuevo esquema de exportaciones donde se mantienen algunas limitaciones necesarias para abastecer al mercado interno, como por ejemplo que se podrá vender al exterior hasta el 50% del volumen mensual promedio exportado en 2020. Este esquema fue prorrogado recientemente.
Al mismo tiempo se anunció la prohibición de manera transitoria de la exportación de determinados cortes. Hasta el 31 de diciembre no se podrá vender al exterior media res, cuartos con hueso y los cortes de asado, falda, matambre, tapa de asado, cuadrados, paletos y vacíos.
Tal como mencionamos en el informe del mes de enero de 2021 (1), varias razones explican la evolución del precio de la carne:
Dada las razones esgrimidas en los párrafos anteriores, las medidas del gobierno se orientaron a abordar cada uno de los puntos. Las destacamos en cuatro ejes:
La decisión del Gobierno de prorrogar las restricciones a las exportaciones de carne hasta el 31 de octubre generó la reacción crítica de las entidades vinculadas al sector, que, según un informe elaborado por Centro de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina, habría perdido 1.084 millones de dólares desde que el gobierno nacional puso en marcha el pasado 15 de abril una serie de medidas para intervenir en los precios del mercado de ganado y carnes.
El documento de la SRA indicó que la pérdida se debe en buena medida a “el menor valor real de la hacienda vendida durante el periodo”. El “menor valor real” es la comparación del valor de hacienda contra la evolución de la inflación.
El artículo publicado el día 26 de agosto último titulado “Cuánto perdió la hacienda de consumo en relación con la inflación de tres meses” en el portal Valor Carne profundiza en ese sentido (3). Indica “Los precios nominales de la hacienda de consumo, tanto machos, adultos y jóvenes, como vacas, se encuentran en un nivel similar al de la semana previa a la del lamentable anuncio presidencial”. Y agrega “Claro que en el interín se “tragaron” unos 13-14 puntos de inflación”. El argumento del artículo se resume en la pérdida en términos reales EN LOS ULTIMOS TRES MESES (es decir, desde la implementación de la medida de limitación de exportaciones) como resultado de comparar la evolución del precio del animal en hacienda en relación con la inflación de ese periodo: el primero presenta valores similares al momento previo a la implementación de la norma del Gobierno mientras que la inflación sumó 9,8% en el periodo mayo a julio.
En ambos artículos se apela además a sumar a las penurias del sector a los consumidores. El de la SRA indica que la medida del Gobierno “también afectó al consumidor porque el precio de la carne no bajó durante mayo y junio, y logró una mínima estabilización en el último mes”, mientras que el artículo de Valor Carne justifica el desmedido aumento de precios en mostrador por el descalce con el aumento de precios de hacienda: “Mientras tanto, esa baja permitió al sector comercial (frigoríficos consumeros, matarifes y carniceros) cerrar un poco la brecha con el precio de la hacienda, que fue creciendo entre octubre y mayo. Esto fue posible porque la baja de precios en el mostrador fue mucho más tímida que la de los animales”.
Mas allá de la imprecisión en la variación de la inflación, los argumentos de la baja de rentabilidad son fácilmente cuestionables con extender la serie estadística a los últimos doce meses (en lugar de sólo 3). Ese ejercicio permite comprender mejor lo que sucedió con la medida de la restricción de exportaciones de carne.
Cuando el análisis se realiza de manera interanual, la realidad es distinta a la mencionada por las entidades del campo. En esta comparación se observa que la carne en mostrador aumentó 78,4% y 76,8% en hacienda. Con guarismos que superan ampliamente la inflación resulta difícil sostener el argumento de pérdida de rentabilidad.
Asimismo, es importante observar la evolución de precios dividida en subperiodos. En primer lugar, y como razón principal de la decisión del gobierno, se observa que desde agosto de 2020 hasta la aplicación de la medida la carne en mostrador aumentó 69,2% y en hacienda 80,0%. Entre el 20 de mayo y el 10 de junio, como primera reacción a la norma hay un incremento de precios en mostrador y en hacienda: la carne al consumidor alcanza 82,6% de aumento y 88,0% en hacienda en relación con agosto de 2020 (es decir, incrementos de 7,9% y 4,4% respectivamente).
Finalmente, con la aplicación de la limitación de exportaciones se redujo el precio en hacienda (6%) y se estabilizó el precio en mostrador. Si bien este último no logró retrotraer la totalidad del incremento de junio (7,9%), no es menos cierto que redujo sus precios en los dos últimos meses (1% y 1,4%).
El precio de la carne vacuna se redujo por 2° mes consecutivo: -1,4% en agosto. Es evidente que las medidas impulsadas tuvieron efecto sobre el precio de la carne en Hacienda y mostrador. Desde su implementación:-6% Hacienda y -2,3% mostrador. Informe CEPA https://t.co/wTFsx9Hsy2 pic.twitter.com/YlFQuVrMAe
— Hernán Letcher (@hernanletcher) September 6, 2021
Del mismo modo que en relación con el mercado cárnico en general, también se reprodujeron artículos sobre las dificultades del feedlot en la etapa post medida. En un artículo del 7 de agosto último en La Nación titulado “la falta de rentabilidad del feedlot prolongara la escasez de oferta de hacienda para consumo” (4) se menciona que el problema reside en que “el maíz prácticamente duplicó su valor en dólares en los últimos 12 meses y el ternero aumentó 100% en pesos en el mismo periodo”. Al revisar el argumento, cabe concluir que el maíz no duplicó su valor en dólares, sino que, al igual que el ternero, lo duplicó en pesos, lo que implica que no redujo su rentabilidad, sino que la mantuvo (y muestra una fuerte correlación del precio en mostrador con la evolución del precio del maíz). En números: si en agosto de 2020 el precio del maíz en promedio alcanzó los USD 140,4, un año después promedio USD 189,4. Si consideramos que el tipo de cambio pasó de $73,3 a $97,2, el resultado es que tuvo un incremento de 79% en pesos. En definitiva, no existe justificativo argumental, salvo que quien escribió el articulo estime una dolarización al dólar blue.
Ahora bien, es interesante mencionar dos cuestiones al respecto. Primero: si el problema es el precio maíz, entonces ¿qué mejor que implementar medidas que permitan desenganchar ese precio para el feedlotero? Segundo: el gobierno lanzó créditos a tasa subsidiada para financiar la compra de maíz para este segmento de la cadena, en todo caso su posible éxito depende del nivel de registro existente en la cadena de compra de maíz como insumo.
Finalmente, para desmitificar la reducción de las exportaciones en la etapa, hace falta revisar la serie hacia atrás. En el gráfico a continuación se percibe que el incremento de exportaciones entre enero y mayo se incrementa 16% respecto al mismo periodo de 2020. Ese resultado, sin incremento de producción, generó presión sobre los precios del mercado interno. La medida redujo las exportaciones en junio y julio, pero sin condicionar el resultado general: los niveles de exportación de carne en los primeros siete meses de 2021 son similares a los de 2020. Ese era en definitiva el objetivo de la medida.
Precios Promedio mensuales de cortes seleccionados. Ene- 20 / ago-21.
Informe CEPA N° 215, ISSN 2796-7166.