Los medios pronostican el fracaso de Alberto Fernández si no impone un alineamiento total
comunanet.com.ar // Domingo 05 de enero de 2020 | 20:11
(Por Hugo Muleiro) La preponderancia diaria en Clarín, La Nación e Infobae de posiciones estadounidenses expresa la oposición más consistente al Gobierno y muestra cuáles son sus ejes. Van de la presencia de Evo Morales a Nisman, de la tecnología china 5 G a Venezuela, de Vaca Muerta al FMI. La propalación es tan machacosa que dejó en segundo plano la repetición de los eslóganes “ajuste” e “impuestazo”.
Estados Unidos es también el as en la manga en otros planos. El lunes 30 de diciembre La Nación abrió su edición así: “EEUU ratifica que avanzará con las investigaciones de corrupción del kirchnerismo”. La nota, como suele suceder, no muestra ninguna ratificación, es decir no hay algo nuevo, no hay noticia: el suelto es la mera recuperación de un sueño amasado con insistencia por el columnista de cabecera del diario, Morales Solá, quien varias veces mencionó, durante 2018 y 2019, que llegará el día en que la “justicia” estadounidense tomará medidas contra Cristina Kirchner. La definición de ese día, es obvio, depende de un tiempismo político tanto nacional como de la geopolítica internacional.
El asesinato del dirigente iraní Soleinami por el ataque estadounidense y la obvia escalada que la agresión genera también les sirve a los columnistas para avisar que Estados Unidos reclamará un alineamiento total, y que de la satisfacción o no de la orden imperial dependerá la suerte de Alberto Fernández en varios temas: la negociación con el FMI por la reprogramación de la deuda, unas presuntas inversiones en Vaca Muerta y la entrada de productos al mercado estadounidense.
En este contexto, no podía ser más oportuna la aparición del documental sobre la muerte de Nisman, porque con independencia total de su contenido, es muy útil -como era tan fácil adivinar- para recuperar capacidad de ataque contra Cristina Fernández, para presentar al kirchnerismo como aliado y cómplice de Irán; para hostilizar por la presencia de Evo Morales, porque tenía relaciones con Irán; para retomar la cantinela sobre Venezuela, porque tiene relaciones con Irán.
Esta centralidad es publicitada por Tenembaum en Infobae el domingo 5.1: tal vez, dice, Nisman fue héroe o chanta, tal vez se suicidó o lo mataron, lo que de fondo importa -opina- es por qué Cristina Kirchner impulsó el memorándum con Irán. Pero a Morales Solá sí le importa que nadie se atreva a poner en duda la teoría del asesinato. Recuerda que Israel propaló esa idea a las 48 horas de la muerte y que es a la vez respaldada por “la justicia”, una referencia casi graciosa al juez Ercolini, ejecutor junto con el fiscal Taiano de la maniobra macrista que usó a la Gendarmería para una “pericia” cuya revisión estos y otros redactores rechazan con furia, igual que la madre del ex fiscal.
Morales Solá quiere parecer magnánimo y concede que Cristina Kirchner fue la más perjudicada por la muerte del fiscal. Pero siempre hay “voluntarios dispuestos a agradar al jefe”, es decir que se vuelve a poner a un paso de recrear la versión de la célula iraní-venezolana-cubana-camporista que atraviesa paredes para entrar y salir del departamento y del baño de Nisman.
Menos grotesco pero más amenazante es Laborda que, a pocos centímetros, hace espacio para que La Nación publique por enésima vez que un “funcionario” estadounidense advierte al Gobierno que “ha cruzado un límite” con Evo Morales y por “aproximarse” a Nicolás Maduro.
Sobre la vida argentina, había tipeado un día antes una columnista de apellido Capdevila, planea “la sombra de Teherán”. Alberto F. había comenzado bien: recibió un llamado de Trump cuando fue elegido, una especie de beatificación según parece, pero luego “llamó la atención” del patrón del patio con su decisión sobre Evo. Y en el medio está el tema de la tecnología china para el 5 G, que Estados Unidos quiere bloquear en todo el mundo, y ahora el asesinato de Soleinami, en un conflicto para el cual la Casa Blanca pedirá a la Argentina peaje rumbo a un acuerdo con el FMI.
La muerte de Nisman y el tan publicitado producto de Netflix entra cada día en este panorama. Con algunos rasgos grotescos a veces, como el de Roa, de Clarín: la emprende contra la ministra Frederic porque el dispositivo del que su diario forma parte teme a la revisión de los procedimientos de Bullrich y la Gendarmería. Y, colgándose del brazo de Bolsonaro, a quien Clarín le reprocha apenas unos rasgos extravagantes o unos excesos verbales, Roa planta la versión de que Soleinami, el funcionario iraní asesinado, “tal vez” estuvo involucrado con el atentado a la AMIA.
Después de las piruetas viene el aviso de fondo de Roa/Magnetto: “¿Interesa arreglar los vencimientos de la deuda o interesa arreglar la pericia del caso Nisman?” Hay que elegir, agrega, porque “se endurecerá la posición de Trump” sobre el pacto con Irán, sobre Nisman, etc.
Voluntarios para servir a la jefatura, como dice Morales Solá, sobran: Letjman en Infobae también recuerda que EEUU rechaza la tecnología china 5 G y que Alberto F. necesita a EEUU para negociar con el FMI. Pesarán otros temas, como Venezuela. Guyot, en La Nación, dedica varios párrafos a condenar discursos del Presidente, se queja de una Argentina que “acepta fábulas” y cita también que EEUU seguirá “investigando” al kirchnerismo: “¿Tendrán que venir otros, de afuera, a confrontarnos con la verdad?”
Y en los días precedentes, nunca faltó una nota, un título, una “opinión” recordando algunas de las posturas estadounidenses. Qué alivio que el primero de enero no salieran los diarios.