Hoy la zona del Congreso es una vez más, una marea verde.
Jueves 14 de junio de 2018 | 08:20
(Por Beatriz Chisleanschi)* “Averiguó de un lugar en el centro de la ciudad/ Donde señora pudientes, dicen, van a mejorar/ El dinero que gana no pudo solucionar/ Lo que el doctor le pidió, ay, jamás lo podrá juntar/Hizo consulta barata, medicamento animal/ Y con un fuerte dolor /Y con un fuerte dolor se comenzó a desangrar Ramona/ Se fue apagando de a poco, confundida, avergonzada Gritó cuando se moría: "Por Dios, no soy criminal". Del tema “Ramona” de Amparo Ochoa.
Hoy la calle se vistió de verde
No importaba donde, ni en que barrio, ni a que hora. Sólo se trataba de observar, y era inevitable no cruzarse con una portadora de un pañuelo verde, atado a su cuello, a la muñeca de su mano, a la cartera o a la mochila. Caminando o en bicicleta. Haciendo una compra o esperando el colectivo.
Hoy los subtes se vistieron de verde
Verde, esa era el color imperante en cada vagón. Pañuelos, buzos, bufandas o gorros. No importaba qué, importaba el color.
Hoy la zona del Congreso es una vez más, una marea verde.
Verde en los pañuelos, verde en las caras, verde en el cabello, verde en las pancartas, verde y más verde.
Y una juventud que puebla la Avenida de Mayo, y las calles aledañas, y la Plaza de los Dos Congresos. Miles de estudiantes de escuelas secundarias que trasladaron la sentada de estos días en los colegios, al frío asfalto de la Avenida Rivadavia. Un asfalto que se viste de verde. Imposible no emocionarse al ver esa marea joven declamando que son hijxs del patriarcado, pero que quieren vivir en una sociedad no machista.
Conmovedoras escenas que transcurren durante el andar entre esa enorme multitud, casi sin bandería partidaria, reunida con una sola consigna: “Educación sexual para decidir, Anticonceptivo para no Abortar, Aborto Legal para no morir”.
Y cantan, y toman mate y bailan y se ríen y viven el momento con enorme intensidad.
Un mural recién terminado de pintar reza sobre una pared “Ni una muerta más. Aborto Legal Ya!”. Y entonces aparece inmediatamente en la memoria Romina Tejerina, la joven que en 2003 mató a su beba nacida producto de una violación en la provincia de Jujuy y por lo que la condenaron a 10 años de prisión, y tantas otras Rominas Tejerinas. Y las caras desconocidas de todas esas mujeres muertas por abortos clandestinos. Y la miseria de lxs miserables que en nombre de vaya a saber qué vida permiten esas muertes.
Pero hay adolescentes que gritan y cantan convencidxs que quieren vivir en otra sociedad y que pelean por lo que consideran un derecho.
Embanderado de color verde se vislumbra un cambio, que nace desde dentro de las entrañas jóvenxs de la sociedad, un fuego que enciende una llamarada que parece, será difícil de apagar. Más allá de lo que pase entre hoy y mañana adentro del Congreso, ya nada será igual. Parafraseando un viejo tema de Arco Iris:“Algo se está gestando; lo siento al respirar; es como un viento nuevo, que “ya” comienza a hablar .
Y se siente, se siente al respirar.
¡Se siente ese grito que no se podrá ahogar!
*Editora de Motor Económico. Lic. en Ciencias de la Educación. Docente
#AbortoSeraLey
— Sergio Villone (@sergioVillone) 14 de junio de 2018
Vigilia enfrente de la Catedral de Río Cuarto. pic.twitter.com/Tf05KCS458