En medio de una crisis política, económica y social, la dictadura cívico-militar, como un manotazo de ahogado, invadió por sorpresa las Islas Malvinas.
Redacción // Domingo 02 de abril de 2017 | 14:25
(Por Mariana Menzulio) Esta decisión del TIAR no fue respetada por Estados Unidos, que decide apoyar a Gran Bretaña.
El 2 de abril, en una madrugada fría, las fuerzas armadas argentinas desembarcaron en las Malvinas y en el continente, esta decisión de la dictadura, que intentaba fortalecer su poder ante un desgaste inevitable, tuvo su correlato en la Plaza de Mayo, donde miles de argentinos festejaron la "recuperación" de las islas.
El 3 de abril, la primer ministro británica Margaret Thatcher, bautizada como "La dama de hierro", mandó una flota hacia el Atlántico Sur.
Paralelamente, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 502, exigiendo el retiro de las tropas argentinas de las islas y el inicio de las negociaciones entre ambos países.
Entre el 5 y el 28 de abril se desarrollaron una serie de acciones diplomáticas en las que la Argentina advirtió que apelaría al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) si Gran Bretaña atacaba las islas; el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, nombró mediador al secretario de Estado Alexander Haig; y Gran Bretaña anunció el bloqueo a las Malvinas.
Asimismo, la primer ministro británica advirtió a Haig que cualquier negociación requería primero el retiro de las tropas argentinas, y el entonces dictador argentino Leopoldo Galtieri amenazó que habría batalla si los ingleses invadían Malvinas.
Gran Bretaña recuperó las islas Georgias de Sur, parte del archipiélago del Atlántico Sur, y el órgano de consulta del TIAR aprobó una resolución solidaria con la Argentina y sus derechos sobre Malvinas.
Esta decisión del TIAR no fue respetada por Estados Unidos, que decide apoyar a Gran Bretaña.
El 1 de mayo comenzó formalmente la guerra cuando aviones británicos bombardean la pista de aterrizaje de Puerto Argentino.
El 2 de mayo el submarino nuclear Conqueror hundió el crucero "General Belgrano" fuera de la zona de exclusión, y el 4 del mismo mes aviones de la Armada argentina provocaron importantes daños al destructor inglés Sheffield, que se hundió días después.
El 6 de mayo, un plan de paz del secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, propuso un administrador de la ONU en Malvinas mientras durasen las negociaciones, y que flameen las banderas de la Argentina y de Gran Bretaña.
El 9 de mayo se intensificaron los bombardeos británicos en Puerto Darwin y en la capital isleña; el 14 un grupo comando inglés destruyó 11 aviones argentinos; y el 15 naves británicas bombardearon la isla Borbón y destruyen otras diez aeronaves.
El 16 de mayo los ingleses hundieron al mercante argentino "Río Carcarañá" y dañaron el "Bahía Buen Suceso", mientras continuaron los ataques aéreos y navales a las islas.
El 20 de mayo Pérez de Cuéllar anunció que su gestión fracasó, al tiempo que Perú presentó otra propuesta de paz que también fue rechazada.
El 21 de mayo los británicos establecieron una cabeza de playa en Bahía San Carlos y el costo argentino fue grande: fue hundida la fragata Ardent y dañadas otras cuatro, cayeron tres aviones Harrier y dos helicópteros.
Tres días después, fue hundida la fragata inglesa "Argonaut" y seriamente dañada la "Antelope".
Al día siguiente aviones argentinos averían al buque de transporte inglés "Atlantic Conveyor" y al destructor "Coventry" y por ello aviones ingleses atacaron Puerto Argentino.
El 1 de junio comenzaron los combates terrestres de envergadura a 20 kilómetros de Puerto Argentino y los ingleses que avanzaron sobre Darwin y Ganso Verde.
El 8 de junio, la Fuerza Aérea argentina hundió la fragata Plymouth y los transportes de tropas "Sir Galahad" y "Sir Tristan".
El 11 de junio, en medio del conflicto, el Papa Juan Pablo II llegó a la Argentina.
El 12 de junio se produjeron violentos combates, muchos de ellos cuerpo a cuerpo, en Monte Kent, Monte Dos Hermanas, Monte Longdon, Tumbledown, Monte Harriet y Moody Brock, últimas defensas terrestres de Puerto Argentino.
El 14 de junio, el militar Mario Benjamín Menéndez, quien falleció el 18 de septiembre de 2015, firmó la rendición argentina.
La derrota de Malvinas y el conocimiento de la muerte de centenares de jóvenes argentinos que fueron al frente de batalla mal pertrechados y sin ningún tipo de experiencia, y que además fueron torturados, marcó el derrumbe de la dictadura, que ya estaba jaqueada por las crecientes protestas sociales y la presión internacional por las violaciones a los derechos humanos.