El juez federal Ariel Lijo avanza con la investigación para saber si el origen del dinero robado a la vicepresidente Michetti era legítimo: 245 mil pesos y 50 mil dólares. Pero además pidió los antecedentes de la fundación SUMA, y de otras fundaciones del PRO lideradas por Burzaco, Dietrich y Grindetti. Las tres fundaciones están fuera de regla y una ni siquiera está inscripta.
nuestrasvoces // Sábado 20 de agosto de 2016 | 10:19
El juez Federal Ariel Lijo autorizó todas las medidas solicitadas por el fiscal Guillermo Marijuan en la causa que investiga el origen y la legalidad de esos fondos. Pidió las declaraciones juradas ante la AFIP de Gabriela Michetti y todos los datos sobre la Fundación SUMA, que la vicepresidente impulsa, a la AFIP y la Inspección General de Justicia (IGJ).
Estas misivas judiciales ocurrieron a principio de la semana. La vicepresidente, por su parte, ordenó poner en regla los papeles. La Fundación SUMA que preside empezó a presentar tramites en la Inspección General de Justicia de manera precipitada. Entre ellos, resalta el cambio de domicilio de la fundación a la dirección de Pasco 640, donde vive Gabriela Michetti y de donde fue robado el dinero investigado.
El cambio podría leerse como una estrategia para alegar que el dinero que le robaron a la vicepresidenta se encontraba en la sede de la Fundación. Es decir, en su casa.
A su vez, el abogado denunciante Leonardo Martínez Herrero reveló ayer dos declaraciones que constan en la denuncia penal y complican aún más la versión de la vicepresidente. Gabriela Michetti dijo que el dinero robado era producto de un préstamo de su novio, Juan Tonelli, pero según reveló Martínez Herrero, éste en la causa “no dice que le prestó los 50 mil dólares”.
La otra declaración que compromete a Michetti es la de su mucama. Al consultarle sobre el paquete de dinero, que se encontraba envuelto en un sobre de papel, la empleada doméstica reveló que “guardaba dinero en el interior de la vivienda, ya que en varias oportunidades le había pedido a ella misma que lo hiciera, dándole distintas sumas que colocaba dentro de un placard envueltos en pañuelos, desconociendo la cantidad exacta dado que se la daba en sobres cerrados”.
Varias de las irregularidades con las que Lijo se encontrará son conocidas por los lectores de Nuestras Voces, ya que este medio las denunció: Michetti aseguró que la fundación -creada en 2009- tenía tres empleados, incluso en un balance de “transparencia” anual dijo haber gastado 165 mil pesos en sueldos, según agregó a la propia denuncia judicial el abogado Martínez Herrero. Michetti dejó en evidencia sus mentiras al asegurar en radio Vorterix haber pagado sueldos a la directora de la fundación, Karen Zeolla, y a dos empleados más “full time” para luego, en un descargo ante el programa de Alfredo Leuco, declarar que la fundación no tenía empleados, ajustándose a los papeles, o más bien a la falta de ellos.
Según Michetti, los 200 mil pesos que le robaron de su casa eran de la fundación y ella los tenía en una bolsa en su cuarto porque pronto debería abonar los gastos de la cena de gala. De esta manera, ella llevó el foco sobre la entidad y así el juez Lijo pidió los “antecedentes registrales” y que se informe si la misma fue beneficiaria de donaciones efectuadas por terceros durante 2015.
Esa lista será interesante. Según pudo reconstruir Nuestras Voces los “sponsors” de la cena de Gala de la Fundación SUMA, en su gran mayoría son beneficiarios de obra pública u otros contratos en la Ciudad de Buenos Aires. Incluidos los aportes del grupo Farallon, de Eduardo Gutiérrez, a quien la vicepresidenta también puso en el centro de la escena al negar cualquier vínculo con la ya famosa frase “y quien cuernos es Farallón”. Nuestras Voces publicó luego las fotos de la cena de gala para la cual supuestamente eran los 200 mil pesos, donde Michetti posa bajo el logo de Farallon y a la que Guitérrez asistió junto a su esposa.
Foto: Michetti en la gala de la Fundación SUMA.
En las DDJJ que el juez solicitó, verá que Michetti declara $ 2500 en efectivo. Sin embargo, al momento del robo, ella aseguró que $ 45 mil de los que le robaron eran para gastos diarios y un “pequeño arreglo” en la casa, que hasta ahora tampoco pudo documentar.
Además del legajo de la Fundación SUMA, el juez Lijo pidió a la IGJ los antecedentes de las fundaciones Fundar, Seguridad y Justicia (presidida por Eugenio Burzaco), Creer y Crecer (presidida por Néstor Grindetti, intendente PRO de Lanús) y Formar (presidida por Guillermo Dietrich, ministro de transporte), haciendo lugar a la ampliación de denuncia presentada por los diputados Juan Cabandié y Rodolfo Tailhade.
Lijo también quiere saber “si las mismas fueron beneficiarias de donaciones efectuadas por terceros contribuyentes en el 2015”, con lo cual la causa -más allá de su desenlace penal, que se puede prever lejano- dará un panorama de las empresas amigas de las fundaciones de los lugartenientes del macrismo. Justamente los diputados sospechan que las fundaciones son utilizadas para financiar el partido político Propuesta Republicana.
Las otras fundaciones, al igual que SUMA, “están flojas de papeles”, dirían en la concesionaria de la familia del ministro Dietrich. Tanto la fundación Formar como la Fundar presentaron recién la semana pasada sus asambleas ante la IGJ, fuera de término, junto a la actuación sumarial. Mientras que la fundación Creer y Crecer, según pudo comprobar Nuestras Voces, incumplió sus presentaciones los últimos dos años.
El robo ocurrido el 22 de noviembre en la casa del barrio de Balvanera, dio origen a otra causa judicial en la que hoy está procesado y esperando juicio un ex custodio de Michetti acusado de sustraer 245 mil pesos y 50 mil dólares. En las testimoniales de la causa del robo, los dichos de la vicepresidenta y del novio tienen fisuras.
Michetti alegó originalmente que los 50 mil dólares se los dio su novio para abonar una maestría de su hijo, aún no recibido, y que los 200 mil pesos pertenecían a donaciones de la Fundación SUMA llevadas a su domicilio por “voluntarios” de la fundación. En cambio, su pareja declaró haber llevado el mismo día los 200 mil pesos, pero no mencionó en ningún momento que fueran donaciones recibidas en la fundación. Y llamativamente tampoco hizo mención alguna a los 50 mil dólares que supuestamente él le prestó, según declaraciones de su novia. Tampoco aclara por qué él, que no tiene relación alguna con la Fundación, tenía en su poder donaciones en efectivo y sin bancarizar por un monto de $200 mil.
La empleada doméstica declaró que era común que la señora Michetti le diera para guardar en su casa sobres con dinero envueltos en pañuelos, de los que desconocía los montos, probando de esta manera la práctica de guardar sumas de dinero en efectivo dentro del hogar en paquetes y bolsos como algo habitual.
De la testimonial de la empleada doméstica se desprende también que Norma Rojas Sanchez, quien trabaja para Michetti desde hace 22 años, cobra $4000 al mes por su trabajo diario de 8h, en pagos semanales de $1000. El sueldo de Norma está muy por debajo del salario mínimo y según consta en los registros de AFIP, recién fue blanqueada el 1 de Mayo de 2013
En el programa de Leuco, Michetti fue más allá y declaró que los 200 mil pesos eran “puchitos” juntados entre amigos y alcanzados a su casa por miembros de la Fundación para abonar la organización de la Gala de SUMA en la Rural (gala organizada justamente por la novia de Leuco, Cecilia Brook, empleada por Michetti en el Senado de la Nacion desde Marzo 2015, en la categria A1).