La organización no gubernamental que organizó el debate en la Facultad de Derecho de la UBA recibe fondos de NED, una asociación denunciada por ser el brazo legal de la agencia de inteligencia norteamericana
Héctor Bernardo de Diario Contexto // Sábado 21 de noviembre de 2015 | 11:04
Muchas personas se vieron sorprendidas por la estructura del debate presidencial. Los temas fueron los de “la agenda” de la oposición; uno de los supuestos “moderadores imparciales”, Marcelo Bonelli, es una de las principales caras del Grupo Clarín, monopolio informativo enfrentado al gobierno; los tiempos no permitían argumentar propuestas sino sólo exponer slogans. Todo estuvo organizado para beneficiar al candidato de la alianza Cambiemos.
Esto no fue casual. Una de las principales Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que participó en la elección de los temas, los moderadores y toda la estructura de Argentina Debate fue el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC). Esta ONG, que se presenta preocupada por la transparencia institucional, tiene entre sus aportantes a uno de los brazos de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA).
En la propia página de CIPPEC figura que recibe fondos del Centro para la Empresa Privada (CIPE), ente que depende de la Fundación Nacional para la Democracia (NED). Y en la página de la NED se corrobora este vínculo.
La NED ha sido denunciada en reiteradas oportunidades por ser una de las herramientas a través de las cuales la CIA canaliza fondos para hacer injerencia en la política de otros países.
La periodista Stella Calloni señala, en su libro Evo en la mira: CIA y DEA en Bolivia, que “la mayoría de la figuras históricas de las acciones clandestinas de la CIA han sido en algún momento miembros del Consejo Administrativo o de la dirección de la NED, entre ellos Otto Reich, John Negroponte, Henri Cisneros o Elliot Abrams”.
Los vínculos del PRO con otros brazos de la NED, como el Instituto Republicano Internacional (IRI), también son conocidos. Según señala el periodista Santiago O’Donnell en su libro Argenleaks, en el año 2007 el ex jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y actual candidato a presidente por la alianza Cambiemos, Mauricio Macri, mantuvo una reunión con miembros de la Embajada de Estados Unidos en Argentina. En aquel encuentro, Macri –según se detalla en el cable enviado por el cónsul político estadounidense, Mike Matera– aseguró que su fundación Crecer y Crecer trabajaba “con el Instituto Republicano de Estados Unidos (y también con la fundación Konrad Adenauer de Alemania) en la formación de nuevos liderazgos”.
Por ese motivo, tampoco sorprende que las únicas propuestas concretas que el candidato de Cambiemos anunciara en el debate hayan sido sancionar a Venezuela y dar de baja el Memorándum de Entendimiento con Irán, la agenda de las embajadas de Estados Unidos y de Israel.
Los largos brazos de la CIA llegaron al debate presidencial. Lo hicieron a través de ONG que se muestran preocupadas por la democracia y el respeto a las instituciones, pero que en realidad funcionan como herramientas del intervencionismo norteamericano.