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Desde hace meses, se observa una tendencia en los comentarios de anti kirchneristas en foros, sitios web y redes sociales de asociar el trabajo que Abuelas de Plaza de Mayo lleva a cabo desde hace años para poder restituir la identidad de los nietos robados por la última dictadura cívico-militar con situaciones problemáticas para el gobierno nacional.
Por Sergio Villone // Martes 01 de septiembre de 2015 | 11:14
Algo así como que una institución reconocida mundialmente estuviera al servicio de las necesidades de la administración K y oficiara como una agencia de bomberas que raudamente saliera a apagar incendios y así beneficiar a CFK a través de desviar la atención de la "opinión pública".
La noticia de ayer de la recuperación de la nieta número 117 disparó nuevamente dichos ataques, que se suman a los ya clásicos de "viejas chorras", "terroristas", "qué lástima que Videla no completó el trabajo" y "dejen a esos chicos tranquilos".
Aquí sólo algunos comentarios -a manera de muestra- de esa forma de pensar y ese ejercicio de respuesta ante lo que otros consideramos una bella noticia y una mejor labor.
La Nación no permitió comentarios de sus usuarios.
Los quintines más bajos tuvieron que hacerlo en sus cuentas de Twitter.
Sólo elegimos algunos de los cientos de comentarios que dan cuenta de esta creencia arraigada en el cacerolismo más duro, insensible a las historias de estas personas, como la de esta mujer de 37 años que confirmó por exámenes genéticos que es hija de un matrimonio desaparecido durante la última dictadura en Mendoza y nació en cautiverio
Es nieta de María Domínguez, presidenta de Madres de Plaza de Mayo Mendoza, y en julio pasado se realizó el estudio de ADN en forma voluntaria
Es hija de Walter Hernán Domínguez y Gladys Cristina Castro, militantes del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML), secuestrados en 1977 por militares en la casa que ocupaban en Godoy Cruz (Mendoza).
Walter tenía 22 años y Gladys, 24. Ella estaba embarazada de seis meses.
Para el final, dejamos estos tuits ofensivos del macrista Luciano Bugallo, uno de los organizadores de los cacerolazos contra el gobierno nacional e integrante actual de la Red Ser Fiscal, una de las "ongs" que participan de las denuncias opositoras de supuesto fraude en las elecciones realizadas en Tucumán.