El futuro director de Control Comercial Agropecuario, Luis María Migliaro, debió bajarse de su designación tras una investigación de la Oficina Anticorrupción que lo vincula con irregularidades. El gobierno de Javier Milei enfrenta una polémica situación antes de su asunción. Ya son varios los funcionarios de primera línea que asumen procesados o con investigaciones pendientes con la justicia. Más sucios que una papa.
Jueves 07 de diciembre de 2023 | 06:30
El gobierno de Javier Milei enfrenta una situación crítica tras conocerse que Luis María Migliaro, previsto como director de Control Comercial Agropecuario, renuncia a su designación por una investigación de la Oficina Anticorrupción. Migliaro enfrenta cargos por presunto "incumplimiento de autoridad, violación de deberes de funcionario público y negociaciones incompatibles", vinculados a su supuesto aprovechamiento de un cargo público para favorecer intereses familiares.
La investigación, iniciada en mayo de 2021, se centra en presuntas conductas llevadas a cabo por Migliaro durante su mandato como asesor de la Dncca entre 2016 y 2019. Según el expediente presentado por la Dirección General de Asuntos Jurídicos del ex Ministerio de Agricultura, se señala su supuesto favoritismo hacia un negocio familiar y su influencia para evitar medidas restrictivas en la empresa de un pariente.
El equipo de Javier Milei declinó oficialmente la designación de Migliaro tras el conocimiento de la investigación, destacando que el candidato no tenía conocimiento previo de la denuncia presentada. Una excusa bastante ingenua pero con la cual debió dar un paso atrás de manera anticipada. Se espera que en breve se anuncie quién ocupará su puesto.
El expediente en cuestión, actualmente en el Juzgado Criminal y Correccional N°5, también incluye a Andrés Martín Frankow, técnico asociado a Migliaro. Si bien fuentes cercanas a Migliaro alegan desconocimiento de la denuncia, el expediente revela presuntas irregularidades en la fiscalización de operadores agropecuarios, especialmente evitando medidas restrictivas en un negocio vinculado a Migliaro.
La renuncia de Migliaro evidencia las tensiones y la compleja situación que enfrenta el gobierno de Milei antes de su asunción. Las acusaciones por corrupción impactan en la integridad del equipo gubernamental, generando interrogantes sobre la transparencia y la idoneidad de los nombramientos.