Tras los comicios, el líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, sorprende con un viraje estratégico notable. Sus elogios a antiguos adversarios y su búsqueda de alianzas inesperadas plantean interrogantes sobre el futuro del partido y su rol en la coalición opositora. Este cambio de rumbo, que va mucho más allá de la retórica, redefine las dinámicas políticas en el escenario argentino.
Redacción EnOrsai // Miercoles 25 de octubre de 2023 | 06:13
En un sorprendente giro post electoral, el partido La Libertad Avanza se enfrenta a un dilema crucial. Tras la derrota en las elecciones, el líder Javier Milei ha emprendido una transformación radical en su discurso y en sus alianzas políticas.
Antes abiertamente crítico con diversas figuras del ámbito político, Milei ha virado hacia una retórica conciliadora, elogiando a figuras que hasta ayer eran objeto de sus denuncias. Este cambio busca ganar apoyo de cara al balotaje, pero no sin arriesgar la lealtad de la base que lo respaldó desde las PASO.
El llamado de Milei ahora es "ponerle la tapa al ataúd al kirchnerismo", en marcado contraste con sus declaraciones previas contra "el siniestro amarillo" y "el colectivismo radical". Esta nueva orientación no está exenta de desafíos, ya que Milei debe asegurar su presencia en el balotaje mientras negocia su viraje estratégico.
El líder de La Libertad Avanza ha tejido una red de nuevos aliados, elogiando a figuras como Mauricio Macri, Federico Sturzenegger, Waldo Wolff y Florencio Randazzo, entre otros. Este cambio de tono también se extiende a la exministra Patricia Bullrich y a la izquierda, a quienes ahora considera valiosos para su "ministerio de Capital Humano".
Milei incluso ha manifestado su aprecio por el Papa, subrayando su posición como líder espiritual de un país católico. Este cambio de perspectiva se extiende incluso al ámbito deportivo, donde ha expresado su apoyo al club de fútbol Boca Juniors.
Sin embargo, este viraje estratégico no ha estado exento de controversias y críticas. El gobernador Axel Kicillof lo tilda de "payaso" por sus propuestas ministeriales, y desde la izquierda se rechaza la posibilidad de colaboración.
En medio de este remolino político, Patricia Bullrich se posiciona como una figura central en Juntos por el Cambio, aunque con un tinte de suspicacia hacia las intenciones de Macri. La acusación de "tóxico" y "parricida" resurge en las filas del Pro, mientras se especula sobre una reunión secreta entre Milei, Bullrich y Macri.
No obstante, no todos en la coalición están dispuestos a respaldar a Milei. La Coalición Cívica ha declarado que no respaldarán ninguna de las opciones en el balotaje, y voces del radicalismo como Facundo Suárez Lastra lo tachan de "fascista".
Este inesperado cambio de rumbo deja en vilo el futuro de La Libertad Avanza y plantea interrogantes sobre la unidad de Juntos por el Cambio. En medio de este escenario incierto, el único consenso es la eliminación de una palabra del diccionario libertario: "casta".