La Universidad de Buenos Aires, a través de su Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), ha presentado un estudio en el que propone la implementación de un sistema de tranvías para conectar los barrios de Barracas, Palermo y la Ciudad Universitaria. Este proyecto surge como una alternativa eficiente y económicamente viable para suplir la demorada realización de la Línea F de subterráneo, que hasta la fecha no ha sido ejecutada.

El Centro de Estudios de Transporte del Área Metropolitana (Cetam), responsable de la investigación, busca aliviar la carga en los centros de transferencia de alto tránsito, como la estación Constitución. Además, se enfoca en una perspectiva ecológicamente sustentable en sintonía con las nuevas tendencias de movilidad. Según datos del Ministerio de Transporte, la demanda de pasajeros en el subte ha disminuido en un 10 por ciento después de la pandemia de coronavirus, lo que subraya la necesidad de adaptar el sistema de transporte a las nuevas dinámicas urbanas.

El proyecto del tranvía contempla tres ramales: el troncal, que conectaría la estación Constitución con Palermo, culminando en Plaza Italia; el ramal Sur, que circundaría desde Barracas a La Boca, pasando por el Parque Lezama y enlazando con Plaza Constitución; y finalmente, el ramal Norte, que conectaría Plaza Italia con la Ciudad Universitaria, transitando por avenidas como Udaondo y Del Libertador. La interconexión de estos tres ramales crearía una red que conectaría Barracas con Núñez.

El proceso de implementación se realizaría de manera gradual, culminando con la completa interconexión del recorrido. Este sistema de transporte ofrecería una travesía entre cabeceras en aproximadamente media hora, con una capacidad de hasta 100,000 pasajeros al día. El modelo del tranvía sobre la Diagonal de Barcelona se presenta como el más adaptable para la ciudad de Buenos Aires, según Martín Blas Orduna, director del Cetam y especialista en planificación urbana.

Los tranvías han experimentado un resurgimiento en diversas ciudades de Europa y Sudamérica en las últimas décadas. Desde grandes metrópolis como Barcelona, Roma y París, hasta ciudades intermedias como Mendoza, han adoptado este medio de transporte por su sostenibilidad y relativa economía en comparación con el subterráneo. El tranvía ofrece ventajas como la reducción de la contaminación ambiental y acústica, mayor seguridad vial, comodidad, regularidad y rapidez en el servicio. Además, contribuye a una mayor legibilidad urbana y a la optimización del espacio público al requerir menor ocupación de calzada.

Por más de dos décadas, la Línea F de la red de subterráneos porteños ha estado legislada. Sin embargo, su ejecución ha enfrentado múltiples obstáculos y demoras. Recientemente, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció la suspensión de la licitación para los estudios de factibilidad de esta línea, indicando que serán realizados por la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires (SBASE), con resultados esperados entre finales de 2023 y principios de 2024. Esta nueva traza se extendería por 5.2 kilómetros, reduciendo su alcance respecto al diseño original de 8.6 kilómetros, y no incluiría la conexión con Barracas, uno de los objetivos iniciales del proyecto.