El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, ha sido uno de los actores más vocales en rechazar esta propuesta. Filmus destaca la importancia de la ciencia y la tecnología como elementos clave para el desarrollo económico y la soberanía de la nación. Enfatiza que, en el año pasado, la economía del conocimiento representó la tercera exportación más importante de Argentina, generando ingresos significativos por un total de 7.000 millones de dólares. Filmus critica la visión de Milei como una "ignorancia enorme" y una manifestación de una "vocación colonial" en su enfoque de desarrollo nacional.

La presidenta del Conicet, Ana Franchi, se suma a la defensa del papel del organismo en el panorama científico y tecnológico del país. Franchi recalca que la ciencia y la tecnología son componentes esenciales de la soberanía de Argentina, y destaca que ningún país desarrollado prescinde de inversiones en estos sectores. La pandemia de COVID-19 proporcionó un claro ejemplo del valor del Conicet, ya que desempeñó un papel crucial en el desarrollo de kits de diagnóstico y otros productos esenciales para la salud pública.

Roberto Salvarezza, exministro de Ciencia y Tecnología, profundiza en el papel del Estado como motor de la investigación científica y tecnológica. Argumenta que el Estado desempeña un papel fundamental en la generación de conocimiento y tecnología innovadora, lo que posteriormente puede ser aprovechado por el sector privado para generar bienes comerciales. Destaca que, sin el apoyo y la inversión del Estado, no habría base para el avance científico y tecnológico en el país.

Los científicos e investigadores del Conicet también se unen al debate, subrayando la importancia de mantener un ente independiente para llevar a cabo investigaciones que podrían no ser inmediatamente rentables para el sector privado. Mónica Franchi destaca la relevancia de abordar temas de investigación que tienen un impacto directo en la calidad de vida de la población, incluso si no son de interés económico inmediato.

La propuesta de privatización del Conicet ha desencadenado un debate profundo sobre la importancia estratégica de la ciencia y la tecnología en el desarrollo de Argentina. Los defensores de la inversión en investigación y desarrollo científico argumentan que es un pilar fundamental para la competitividad y la soberanía del país, mientras que aquellos que cuestionan la propuesta plantean preocupaciones sobre el riesgo de frenar la innovación y desalentar a los científicos. El resultado de este debate tendrá implicaciones significativas para el futuro de la ciencia y la tecnología en Argentina y su contribución al desarrollo sostenible del país. La solución está en tu mano, en el voto del mes de octubre.