En conferencia de prensa transmitida por la televisión, Balseiro afirmó que "los resultados en la presente jornada electoral demuestran el respaldo del pueblo a sus representantes populares y la confianza en su revolución", aunque la participación –restan confirmaciones finales- fue la más baja desde 1976.

De hecho, la consulta de octubre para aprobar o rechazar el nuevo Código de las Familias logró que fuera a las urnas el 74,12% del padrón.

La oposición había llamado al abstencionismo ante la imposibilidad de competir con los candidatos favorables al gobierno y al Partido Comunista, que no postuló aspirantes pero supervisó los comicios.

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Los sufragios fueron para elegir a 12.427 delegados (concejales) municipales, en el país de 11 millones de habitantes, y habrá 925 cargos que serán resueltos en segunda vuelta el domingo 4 de diciembre, porque ninguno de los candidatos obtuvo más del 50% de los votos.

Según Balseiro, "las elecciones transcurrieron de acuerdo a lo previsto, con tranquilidad, organización, disciplina y apegados al cumplimiento de la ley".

La presidenta electoral informó que de las boletas depositadas en las urnas, el 89,11% son válidas, el 5,22% estaban en blanco y el 5,07% fueron anuladas, reportó la agencia AFP.

Las boletas en blanco o con lemas y consignas contrarias al gobierno, que son anuladas, son otras armas que utiliza la oposición.

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Balseiro detalló que 43,87 por ciento de los elegidos son mujeres, mientras 12,52 por ciento son jóvenes, según este parte preliminar, que será certificado con el CEN, consignó la agencia Prensa Latina.

Los comicios abrieron un proceso que seguirá con la renovación del Parlamento y culminará con la elección presidencial en 2023.

Los concejales formarán los gobiernos municipales y propondrán en 2023 de entre ellos el 50% de los candidatos al Parlamento nacional, y la otra mitad será propuesta por una comisión integrada por organizaciones sociales cercanas al gobierno.

El Parlamento a su vez propondrá las candidaturas para integrar el Consejo de Estado y para la presidencia, que es de periodos de cinco años con opción a una reelección.