(Por Hugo Muleiro) Como viene siendo anunciado desde hace meses en espacios de Clarín, La Nación e Infobae, también está en carpeta la decisión de la Corte Suprema por la coparticipación federal, pronosticada como favorable al precandidato Rodríguez Larreta y sobre todo, como detalla puntillosamente La Nación del lunes 28, como un “duro golpe” al gobernador Kicillof en pleno año electoral.

No obstante, las predicciones minuciosas que se publican desde julio sobre el contenido del fallo en la causa de la obra pública, los delitos imputados y hasta los plazos de las penas, decayeron para disimular lo evidente, que es la conexión directa entre el diseño político de los procesos, expuesto en múltiples “noticias” y columnas, y las decisiones tribunalicias posteriores.

Algunos de esos lineamientos llevan tono imperativo, como ocurrió con Van der Kooy el domingo 20 en Clarín, cuando le dijo a los supremos que no actuar “de modo expeditivo” a favor de la llegada de Luis Juez al Consejo de la Magistratura podía causar una “parálisis” judicial. Luego, en la secuencia ya rutinaria, los títulos exaltaron que la Corte “frenó” y “aisló” a la Vicepresidenta.

El brazo judicial de los copitos actuó, como era de esperar, en defensa de la jueza Capuchetti, al rechazar la recusación. El camarista Bruglia no encontró nada “reprochable” en la calamitosa actuación de la jueza, y respaldó su alevosa inactividad con la módica excepción de indicarle que investigue las andanzas del diputado derechista Milman, acusado de celebrar entre risotadas el ataque previsto para la noche del primero de septiembre.

Hubo sí ciertas tribulaciones editoriales respecto de la coparticipación federal porque la Corte dejó pasar el jueves 24 sin fallar contra el Gobierno Nacional, en el pleito que abrió Larreta cuando el presidente Alberto Fernández le retiró los fondos que discrecionalmente Macri había puesto en sus manos.

Clarín e Infobae, en especial, atribuyeron la “demora” a la “presión” del jefe de Gabinete Manzur sobre los supremos. La sorpresa es que ambos medios fueron desmentidos por La Nación, en un artículo que el viernes firmó Cappiello: la versión sobre esa “presión”, dice, partió de las oficinas de Rodríguez Larreta, que hasta ahora no luce a la altura de Macri en las artes de manipulación de jueces y fiscales.

Sin embargo, La Nación paladea largamente la posible pérdida para la Provincia de 200 mil millones de pesos durante 2023, cifra equivalente al total de la inversión en obra pública. “Impacto tremendo” para el gobernador, estampó el diario. “Golpe” para su proyecto de reelección y también para Cristina Kirchner porque, dicen reiteradamente las y los columnistas opositores, la Provincia es su bastión electoral.

El diseño informativo para la campaña 2023 impacta con insistencia en el ministro Massa: “terminó la primavera”, dictaminó otra vez Morales Solá, quien insiste en que el titular de Economía no podrá sostener su decisión de evitar una gran devaluación. En este tema, Bonelli de Clarín desnudó algunos aspectos tenebrosos, cuando escribió que la presión cambiaria de los últimos días es una represalia de empresarios que ven con temor que un acuerdo con Estados Unidos lleve a destapar su giro de fondos no declarados.

Los disgustos de Larreta no se limitaron a la demora de la Corte. Clarín y La Nación lo trataron de mala manera por el lanzamiento de la precandidatura porteña de Quirós: “Para complicar a Macri, Larreta lanzó a Quirós en la ciudad” (Clarín). “Larreta lanzó a Quirós en la ciudad y agitó la interna” (La Nación). Estos títulos no se parecen en nada a los que dieron cuenta de la decisión de Macri de respaldar las aspiraciones de su primo Jorge.

Parece inevitable que el Mundial se filtra como metáfora en la estrategia editorial. Con la derrota inicial, los títulos unieron el devenir político con el deportivo: “No pegamos una…” (Clarín); el Mundial “no disimula internas” en el oficialismo (Infobae); “Colgados del travesaño” (Clarín). Pero con el triunfo ante México, los títulos viraron 180 grados: “Messi puede hacer goles y hasta milagros, pero no en la política” (Clarín); “La magia de Messi tapa todo menos la amenaza del dólar” (Infobae).