El excanciller Felipe Solá se mostró optimista con la llegada del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, al gabinete nacional y opinó que “es un producto de los ‘90 pero actualizado” y que “su vida política está atada al peronismo y mucho más ahora”
Domingo 31 de julio de 2022 | 18:19
“Massa es un producto de los ‘90, de aquel peronismo, como Solá o como Alberto Fernández, pero actualizado, y es un constructor político porque hizo una tercera fuerza. La construcción de una fuerza requiere mucha constancia y trabajo, porque no la hizo en base a posición ideológica clara y dura, no agarró a los enojados, agarró a los de la variedad del medio que eran peronistas”, aseguró el exgobernador bonaerense en una entrevista con el programa "¿Cómo la ves?", que conduce Gabriel Sued y se emite por Radio Futurock.fm.
El exfuncionario elogió al líder del Renovador al expresar que es “táctico y cortoplacista, de movimiento tácticos rudos y fuertes”, aunque admitió que “eso ahora tal vez lo tenga que abandonar como método y pensar estrategias a largo plazo”.
Además, comentó que “comprende muy bien la economía, con una gran capacidad para tomar conocimiento rápido de las cosas y sabe de finanzas. Su vida política está atada al peronismo y mucho más ahora”.
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En ese sentido, Solá celebró la designación de Massa y que el Frente de Todos haya tomado “decisiones fuertes en medio de una crisis muy fuerte que ha llenado de angustia”. “Una forma de verlo es con esperanza, porque hay una conducción unificada. La idea de la desorganización es la peor idea de todas en un gobierno”, precisó.
Por otra parte, en alusión a la postura de la vicepresidenta Cristina Kirchner sobre el nombramiento, el excanciller consideró que “no sé si producto de la mala experiencia o de la distracción de la Argentina, pero entiendo que hay unidad alrededor de esto. Cristina no puede salir a decir en dos meses que ella no respaldaba a Massa. Es un acuerdo, entonces hay esperanza”.
Por último, al recordar su salida como canciller del gobierno, Solá confesó que “fue una sorpresa dolorosa, pero que pasa a ser el problema de uno y no es un problema de las personas”. “Si uno quiere seguir expresando a pocas o muchas personas no debe centralizar sus conductas en eso que le pasó. No hay que enamorarse del dolor”, sentenció.