Miembro de “la familia judicial”, dio un paso fundamental para que el expresidente mantenga su impunidad.
Redacción EnOrsai // Martes 12 de julio de 2022 | 10:33
(Por Guillermo Carlos Delgado Jordan para Noticias La Insuperable) Mauricio Macri sigue demostrando que es “un intocable” en el actual sistema judicial argentino. Ayer consiguió un aval fundamental para que le anulen el procesamiento por el espionaje sobre los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino que se hundió durante su gobierno.
El mismísimo fiscal ante la Cámara Federal porteña, José Luis Agüero Iturbe, acompañó el reclamo del expresidente dejando la puerta abierta a los siempre condescendientes camaristas Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens para que lo dejen libre de culpa y cargo.
La impunidad de Macri se basa en un lento pero efectivo trabajo llevado adelante en el andamiaje judicial, colocando una a una las fichas que, ahora, le posibilitan salir indemne.
Agüero Iturbe, quien en realidad sería el encargado de “acusar” a Macri, le dio la razón al abogado defensor del exmandatario, Pablo Lanusse, quien sostenía que existió un defecto formal. Según el fiscal, el juez Bava indagó a Macri por unos hechos pero después le agregó otros a la hora de dictarle el procesamiento, lo que afectó el derecho de defensa del exmandatario.
En realidad esta causa empezó a desmoronarse cuando, hace solo tres meses, el juez federal de Dolores Martín Bava envió el caso de espionaje a los familiares de las víctimas del submarino Ara San Juan a los tribunales de Comodoro Py. Y en ese brevísimo tiempo, Macri ya casi está con un pie afuera.
“Hay justicia para unos y justicia para otros”, decía ayer la abogada de los familiares del ARA San Juan, Valeria Carreras, tras conocerse el dictamen de Agüero Iturbe. “No solo por la rapidez con la que se maneja la causa en la que el expresidente Macri está procesado, sino por los esfuerzos por parte del Poder Judicial e incluso el Ministerio Público en cada una de sus presentaciones”.
Y es que la abogada sabe que, cuando alguna causa llega a alguno de los ladrillos que puso Macri al construir el “muro de su impunidad” no hay balanza que importe: las causas se caen.
Y en esta oportunidad el ladrillo se llama José Luis Agüero Iturbe
José Luis Agüero Iturbe es un abogado egresado de la UCA. Tiene una especialización en Derecho Penal en la Universidad Austral y en Derecho de la Alta Tecnología, también en la UCA, además de cursas una Maestría en Derecho Constitucional y Derechos Humanos en la Universidad de Palermo (nada de caer en “la pública”, digamos).
Esta casado con la también abogada Débora María Porteous, también de la UCA, quien trabaja en la Municipalidad de Vicente López, asesorando a la Secretaria de Ingresos Públicos de la municipalidad, facturando como proveedor, cuando ingresó en 2013 con la venia de Jorge Macri.
En 2018, a través del Decreto 549/2018 (firmado por el mismísimo Macri y Germán Garavano) José Luis Agüero Iturbe fue designado Fiscal General Adjunto de la Procuración General de la Nación.
Agüero Iturbe llegó a esa posición, donde vino a reemplazar a Germán Moldes, gracias al “empuje” del Procurador General interino Eduardo Casal, todavía herencia inamovible del macrismo.
#EspionajeIlegal
— Juan Alonso (@jotaalonso) October 16, 2020
Notable ataque jurídico, legislativo y mediático del macrismo para que la causa pase a los tribunales de Retiro. El fiscal general Aguero Iturbe fue designado a dedo por Casal en reemplazo de Moldes. Arribas, Majdalani y Nieto están coordinados por Macri.
Casal, recordemos, es aquel que está acusado de proteger a un fiscal que se reunió con Mauricio Macri y de haber aumentado su patrimonio exponencialmente desde que quedó a cargo del Ministerio Público Fiscal. Precisamente, hace un año, cuando el diputado del FdT Rodolfo Tailhade anunció en la reunión de la Comisión Bicameral de Seguimiento y Control del Ministerio Público del día anterior que había detectado un abultado crecimiento de su patrimonio desde 2017, Casal, par resguardarse y “caer en manos amigas” se autodenunció. ¿Ante quién? Ante el fiscal ante la Cámara Federal porteña, (su pollo) José Luis Agüero Iturbe.
Típica maniobra que busca asegurar su impunidad. Busca que desestimen rápidamente su autodenuncia. ¿Qué fiscal va a imputar a su jefe, más con los antecedentes de persecución que pesan sobre Casal? Si tiene algo que explicar, que lo haga ante la Bicameral y no ante subordinados. https://t.co/VZ0bOzgS42
— Rodolfo Tailhade (@rodotailhade) April 30, 2021
Cuentan los que estuvieron presentes que, cuando el 29 de junio de 2018 en el Auditorio de la sede de la Procuración, al tomarle el juramento a su pupilo José Luis Agüero Iturbe, Casal le murmuró al oído:
– Tu padre estaría orgulloso de vos.
Y el flamante fiscal general, replicó:
– De usted también, Eduardo.
Y el público, entonces, estalló en un aplauso.
Y es que así como José Luis es “el pollo” de Casal, Casal fue “el pollo” del padre de José Luis: Ángel Nicolás Agüero Iturbe, Procurador General de la Nación entre 1994 y 1997, durante el menemismo y recordado por ser uno de los beneficiarios de las “jubilaciones truchas”.
Ahora, su hijo, José Luis, “ladrillo del macrismo”, trabaja en la impunidad del Jefe de su mentor y pollo de su padre. A la par que lo exonera del espionaje ilegal a familiares del ARA San Juan, también, por ejemplo, hace unas semanas, apeló el sobreseimiento confirmado por la Cámara Federal porteña a favor del ex ministro de Economía y actual gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en una causa infundada en la que había sido denunciado por Yamil Santoro por una supuesta manipulación de datos para evitar el pago de un título de la deuda pública argentina en 2014.
Porque este muro, cada vez más alto, tapó definitivamente a la Justicia para convertirla en otra que que, de Justicia, tiene poco y nada.