(Walter Onorato - @walteronorato) Desde hace varios años, en los barrios porteños, se sufre la actividad de estos escuadrones del gobierno porteño que se dedican a pintar el arte callejero como si fuese vandalismo.

El mural de los soldados de la guerra de Malvinas fue realizado con el consentimiento de los propietarios del inmueble y llevaba varios años en la esquina de Espinosa y Seguí.

A “prima facie” se observa que esta actividad del Gobierno de la Ciudad, es la utilización de los recursos de los vecinos para eliminar pintadas políticas que realizan una comunicación crítica contra el gobierno de Larreta.

Sin embargo también, se desliza en estas tapadas de murales, el pensamiento ideológico del gobierno de Larreta respecto a los legítimos derechos soberanos en la Cuestión Malvinas.

Borrar un mural de los chicos de la guerra no es más que la materialización del pensamiento de Juntos por el Cambio. Recordemos que Sabrina Ajmechet, séptima en la lista que encabezó María Eugenia Vidal el domingo pasado, llegó a expresar en Twitter que "las Malvinas no existen. Las Falkland islands son de los kelpers."

Ajmechet, quien además es historiadora, sostuvo en esos tweets que las islas "no son ni nunca fueron argentinas" y que el reclamo de soberanía es una cuestión "irracional."

El show del despilfarro PRO: El gasto de Larreta de 198 millones de pesos en escuadrones anti graffiti durante la pandemia

El servicio de limpieza de fachadas recibió varias denuncias los últimos años porque pintan los frentes de las casas muchas veces sin el consentimiento de los propietarios. Existieron situaciones, por ejemplo, donde se pintan murales que habían sido realizados por los vecinos con el permiso del frentista. Resumidamente podemos decir que el escuadrón pasa y pinta todo lo que sea políticamente incorrecto desde la visión del gobierno porteño. Es un tema más complejo y que encierra un método de silenciar la expresión popular.

Ahora bien, el gobierno porteño, presentó este servicio con la idea de “contribuir en la limpieza, la calidad visual y combatir el vandalismo gráfico que afecta en demasía a la conservación de las fachadas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.” El servicio que le presenta a los vecinos son labores que “abarcaran tanto trabajos preliminares, como tareas de limpieza profunda, acabado antigrafitti y retiro de pegatinas, carteles y afiches en infracción a lo largo de todo Ciudad Autónoma de Buenos Aires.”

Por este motivo se licitó “la contratación de los servicios de “LIMPIEZA DE FACHADAS DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES”, mediante la modalidad de Orden de Compra Abierta, con destino a la Dirección General Mantenimiento y Talleres que se encuentra a cargo del abogado Guido Gabutti. Esta dirección depende de la Subsecretaria de Mantenimiento del Espacio Público, cuyo objetivo es el diseño e implementación de “políticas de mantenimiento integral del espacio público (...) en materia de pavimentación, bacheo, puentes, viaductos, veredas y red pluvial” que se encuentra a cargo de la arquitecta Lucrecia Panizoni. Las dos dependencias mencionadas están bajo la órbita del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, cuya ministra es la abogada Clara Muzzio.

Todos estos organismo tramitaron la Licitación Pública N° 8503-0020-LPU19, a través del Sistema Buenos Aires Compras (BAC), tendiente a la contratación del servicio de “LIMPIEZA DE FACHADAS DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES” con destino a la Dirección General de Mantenimiento y Talleres dependiente de la Subsecretaría de Mantenimiento del Espacio Público del ex Ministerio de Ambiente y Espacio Público. La licitación cuenta con un presupuesto oficial de PESOS CIENTO NOVENTA Y OCHO MILLONES CUATROCIENTOS OCHENTA Y NUEVE MIL CUATROCIENTOS DIEZ CON 19/100 ($ 198.489.410,19) y teniendo como fecha de finalización el 30 de agosto de 2020 ya que cuenta con un plazo de DOCE (12) meses;

El resultado de la licitación es el siguiente:

Funcionarios responsables de la licitación

Un poco de historia

El jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, participó de una actividad desarrollada en Boedo, donde se detectaron “pintadas ilegales” en diciembre del 2016. La nota que aún se encuentra en la página del gobierno de la Ciudad también cuenta como estuvo limpiando la paredes de la embajada norteamericana, sin palabras, está todo dicho-

Por otro lado la realidad en los barrios es muy diferente a la embajada norteamericana. En marzo del año pasado, escribí para el portal LateComuna 15 una nota titulada “FUERTE REPUDIO AL ESCUADRÓN ANTI “ARTE CALLEJERO” DE HORACIO RODRIGUEZ LARRETA” que reproducimos textualmente:

Mientras algunos vecinos consideran los grafitis como un censurable acto de vandalismo, otros los aprecian como una forma de arte callejero. En Céspedes 3892, barrio de la Chacarita, un grafiti artístico fue tapado sin consultar al frentista, que no quería borrarlo.

El frente de la casa de Christian Colonna, en Céspedes 3892, Chacarita, tenía una variedad de grafitis entre los que se podía observar una calavera negra, un ojo, el símbolo de la paz, el anarquista y dos enormes palabras trazadas con los crípticos signos distintivos de la caligrafía grafitera. Esta heterogénea composición había sido elaborada entre distintos vecinos con la autorización del dueño de la casa.

“Un día estaba trabajando en el living y oí afuera unos ruidos raros. Salí y me encontré con dos operarios del gobierno armados de rodillos que estaban tapando los grafitis”, recordó Colonna, que les pidió suspender la tarea de inmediato. “Era arte”, se lamentó. Solo la puerta conservó los grafitis.

El Ministerio de Ambiente y Espacio Público ha explicado que el mantenimiento de los frentes y persianas le corresponde al propietario pero la Ciudad realiza estas acciones con el objetivo, según el Gobierno de la Ciudad, de “preservar el entorno”. Aunque muchos vecinos saben, por haberlo presenciado, los escuadrones de Larreta se dedican a tapar consignas políticas de la oposición o lo que es peor aún borran las críticas que los vecinos hacen de su gobierno.

Un ejemplo es el mural realizado entre los vecinos con la autorización del frentista en la esquina de Fragata Sarmiento y Espinosa. En esta caso el escuadrón de Larreta debió pasar dos veces. En un principio para pintar las paredes y en la segunda oportunidad para tapar la imagen de Cristina Fernández de Kirchner sin autorización alguna.

Es importante remarcar que este procedimiento debe incluir un pedido de autorización al vecino por parte del Gobierno de la Ciudad. En todo momento se debe respetar la decisión del frentista. Según el diario ultra oficicialista La Nación, existen sesenta equipos en el gobierno porteño que “se encargan de relevar el estado de los frentes y las persianas de toda la Capital.”

Además se precisó que los barrios en los que se registra mayor vandalismo o arte callejero (según la mirada de quien los admire) son Palermo, Agronomía, Chacarita, La Paternal, Villa Crespo, Coghlan, Saavedra, Villa Urquiza y Villa Pueyrredón.