Tras el marco legal de de “formación laboral”, con el aval del gobierno de la Ciudad, se firman contratos de explotación donde el Estado, además, se hace cargo de gran parte de los sueldos.
Redacción EnOrsai // Jueves 02 de septiembre de 2021 | 19:07
Por Guillermo Carlos Delgado Jordán para Noticias La Insuperable
Uno de los ejes discursivos de la precandidata a Diptada por la Ciudad de Buenos Aires, la ex “orgullosamente bonaerense” María Eugenia Vidal, gira en torno a la necesidad de crear empleo, discurso que se encuentra a años luz de lo por ella actuado cuando tuvo a su cargo la manija de la Provincia donde acompañó el industricidio macrista y no generó ninguna política tendiente a la generación de empleo genuino.
Hoy no se cansa de hablar de “generar empleo”, generación sobre la cual no especifica mucho en las formas aunque ya ha dado sobrados indicios de que será “a la manera Cambiemos”: dándole beneficios a los empresarios y quitándole derechos a los trabajadores.
Así Vidal mete el bocadillo del empleo en cuanta oportunidad tiene (total no hay repreguntas): así al ser consultada sobre el “garchazo” de Tolosa Paz, puso su mejor cara de horror y expresó que “a los jóvenes hay que darles trabajo”. Claro que 48 horas antes ya había aclarado que los jóvenes debían ganar “la mitad de un salario mínimo” dado que, como argumenta siempre la derecha y nunca pasa, para que haya más trabajo los de abajo tienen que poner el cuerpo así les derrama.
¿Y de dónde saca estas ideas Vidal? De la práctica de contrato laboral que, en el más absoluto secreto mediático y con la cobertura legal de la “Escribanía de Larreta”, también conocida como Legislatura de la Ciudad, se viene implementando en CABA desde este 2021.
Todo nace con uno de esos grandes títulos con los que los de Cambiemos suelen llamar a las cosas para que parezcan una y, en realidad, se sabe que son otra: el Régimen Especial de Prácticas de Formación para el Empleo. Este régimen, con forma de ley, fue sancionada en diciembre del año pasado por esa Legislatura de la que tiene tanto miedo a perder la mayoría en estas elecciones el jefe de Gobierno. En enero Larreta la promulgó y para marzo ya estaba reglamentada: ¡Velocidad Luz!
¿Y quién podría oponerse a una ley que busca generar empleo? El proyecto venía desde el mismo Ministerio de Desarrollo Económico y Producción porteño. El supuesto objetivo era mejorar las competencias y destrezas de personas mayores de 18 años, sin empleo, en situación de vulnerabilidad laboral y/o social, a través del desarrollo de prácticas formativas en ambientes de trabajo, complementarias de procesos de fortalecimiento y tendientes a mejorar sus condiciones de empleabilidad. A cambio, las personas recibirían una asignación estímulo.
Pero todo lo que parecía fantástico empezó a mostrar la hilacha cuando el subsecretario de Trabajo de la Ciudad, Ezequiel Jarvis estableció, a través de la Resolución Nº 297-GCABA-SSTIYC/21, que la “asignación estímulo” que se llevarían los “practicantes” sería de $10.000,- Y no solo eso, parte importante de esos diez mil los pondría el Estado.
Quien tendrá a su cargo el evaluar los proyectos de capacitación presentados por los privados será Sergio Scappini, Director General de Empleo de la Ciudad. El punto es que, en la práctica, estas supuestas “prácticas formativas” se convirtieron,. en un territorio carente de controles, en explotación laboral.
Un buen ejemplo de esto es la DISPOSICIÓN N.º 317/DGEMP/21, fechada el pasado 26 de agosto, mediante la cual Scappini autorizó “el programa de capacitación de la entidad BREWING ARGENTINA S.A.”, una empresa gastronómica, dirigido “a formar dos (2) practicantes para las posiciones de Lavacopas, por el término de seis (6) meses”.
Sin desmerecer el oficio de lavacopas: ¿Cuál es la capacitación que necesita seis meses, cinco días a la semana, cuatro horas diarias (incluidos sábados y domingos)? En la práctica, la empresa se hace con dos empleados que seguramente necesitaba a un bajísimo costo, más aún teniendo en cuenta que el 60% de la “asignación estímulo” correrá por cuenta del gobierno de la Ciudad.
Y como muestra de lo que acá afirmamos, en el “plan de capacitación” que presenta la empresa se indica que es necesario para postularse al puesto contar con experiencia previa en el mismo
Bajo el mismo régimen y también con el apoyo monetario de los porteños, la misma empresa “capacitará” a “cuatro (4) practicantes para las posiciones de Ayudante de Camarero” y dos “Ayudantes de Cocina”. Con la mayoría de la retribución pagada por los porteños, sin cargas, sin aportes patronales, sin aguinaldo, sin vacaciones pagas y sin indemnización. Un negocio redondo, pero para el empresario.
En la misma tónica, a través de la DISPOSICIÓN N.º 316/DGEMP/21 fechada el pasado 26 de agosto, Scappini aprueba “el programa de capacitación de la entidad RECUPERO INTEGRAL S.R.L” que no es otra cosa que un call center de cobranzas de esos que atosigan a deudores con llamadas, mensajitos y escraches ante familiares y empresas.
El Programa presentado por la empresa indica que la misma alcanzará a 8 personas por un período de dos meses, y que si todo sale bien (seguro no pasará) luego se quedarán con tres.
Estas ocho personas a capacitar en el puesto de “operadores call center de cobranzas”, tendrán que ir de lunes a viernes de 12 a 16 al call center, donde serán capacitadas, por ejemplo en “Iniciacion en negociacion y cobro de deudas, gestion digital via whatsapp” (así, sin tildes, tal cual indica el programa formativo de la empresa).
Todo esto, inequívocamente, tendría toda la pinta de un trabajo precarizado, donde los asistentes cobraran 10 lucas (60% pagado por los porteños) por trabajar 4 horas días de lunes a viernes. Y si a alguno le llega a quedar duda de que es así digamos que en el programa de capacitación que presentó la empresa y que te mostramos en exclusiva, también se indica como condición para el ingreso contar con “Experiencia previa en call center, posible en cobranzas”. O sea, te “capacitarán” en algo en lo que ya trabajaste previamente.
Así como sucedió durante el macrismo, donde la terna Macri-Larreta-Vidal trabajó denodadamente por bajar eso que llaman “costo laboral”, lo cual lograron ciertamente en base a la aniquilación del trabajo y a constantes devaluaciones que llevaron al salario argentino de ser el mejor de latinoamérica a ubicarse en los últimos lugares, ahora Vidal buscará replicar el modelo de precarización del larretirmo a nivel nacional.
Y de eso habla cuando habla de generar trabajo.