Tras la confesión de Retes, en la procuración aparecen rumores de retornos a las apuradas. Los nombres.
LPO // Domingo 20 de junio de 2021 | 14:48
Apariciones inesperadas por los despachos, llamados de urgencia, dictámenes que se aceleran sin razón y revisión de trámites internos son algunas de las escenas comunes de la procuración, después que el fiscal Marcelo Retes confirmara que ejerció funciones desde Estados Unidos, aun cuando no está permitido alejarse de la oficina más de 30 kilómetros sin avisar.
"Algunos trabajan en sus casas de fin de semana", se ufanó cuando confirmó ante el diario Página 12 su prolongada ausencia, anticipada por LPO. Tuvo que hablar tras una caída del sistema informático por activarse los comandos de seguridad, reacción compatible al intento de acceder desde el exterior del país.
Con ese dato, sólo era posible un intento de hackeo que bien podría considerarse un atentado a la seguridad nacional o que algún fiscal intentara hacer home office desde otro país.
La confesión Retes le facilitó al procurador interino Eduardo Casal no tener que contemplar la primera opción, que lo hubiera obligado a iniciar una investigación judicial de alto voltaje. Pero abrió una cacería interna de la que ni siquiera salen ilesos las figuras más reconocidas.
Uno de los apuntados es el fiscal ante la Cámara de Casación Raúl Pleé, protagonista en varios procesos contra Cristina Kirchner como la de "Dólar futuro". Este miércoles, pidió a la Corte revisar el sobreseimiento a la vice en esa causa.
Pero algunos empleados infieles aseguran que el mismo día aterrizó en Ezeiza en un vuelo que había partido desde Estados Unidos, donde habría permanecido desde el 15 de mayo, en busca de vacunas contra el Covid 19 y buenas playas.
No se trataría de una falta si se tomó licencia, pero la premura en mostrar gestión los días siguientes de iniciarse una cacería de fiscales viajeros alimentó sospechas de una posible irregularidad de quien estuvo cerca de convertirse en candidato a procurador de Mauricio Macri.
Se conocieron casos más prolijos como el de María Fernanda García, fiscal en lo criminal y correccional 15, quien según fuentes de la procuración se habría tomado unas vacaciones en Estados Unidos, pero con previa licencia.
Los 700 mil pesos de salario que promedia un fiscal alcanzan para justificar poder adquisitivo necesario para un viaje que puede requerir más inversión que la necesaria, en caso de cancelarse el vuelo de retorno por medidas restrictivas.
Otro despacho que vieron cerrado demasiados días es el de Cesar Troncoso, fiscal en lo Criminal y Correccional. Algunos de sus allegados creyeron que estaba en Miami, pero no hubo confirmación oficial sobre una licencia que lo confirme.
La lista de fiscales viajeros podría empezar a tomar forma en una investigación de la bicameral de control y seguimiento del Ministerio Público fiscal, donde el lunes el diputado del Frente de Todos Rodolfo Tailhade le reclamó al procurador interino Eduardo Casal explicaciones sobre las travesías de Retes, quien las confesó al día siguiente. Por ahora es el único que se animó a contar que trabajó desde el exterior. Pocos creen que haya sido el único.