"Desde que el juez Federico Villena fue apartado porque no usaba jabón blanco ni Vívere, gran parte de las indagatorias se congelaron y el ex jefe de Operaciones Especiales de la AFI, Alan Ruiz, fue procesado sin prisión preventiva. Susana Martinengo también está en su casa, al igual que los espías Araque, Sáez y Melo. Todos coordinan una estrategia conjunta que apunta a anular las actuaciones del juez Villena.
indiepolitik.blogspot.com // Jueves 09 de julio de 2020 | 14:52
La Gendarmería no habría entregado las pericias del celular del secretario de Mauricio Macri, Darío Nieto. De ese aparato -me refiero al teléfono celular de Nieto, no a su persona- surgirían datos inquietantes para Macri: reuniones con un fiscal y un juez, directivas para hacerle la vida imposible a un dirigente del PRO y múltiples llamados a Miami (Estados Unidos) donde está fugado Nicolás Caputo.
La AFI macrista estaba dividida en lotes. Gustavo Arribas controlaba el dinero, la prensa y las modelos universitarias. Silvia Majdalani, las áreas operativas donde rotaron dos agentes profesionales (Dalmau Pereyra y Coste en Contrainteligencia) y Jurídicos, con Juan Sebastián De Stéfano.
Allí funcionó una oficina de transcripción de escuchas que fue manejada por De Stéfano (del grupo de Daniel Angelici) con los letrados Hernán Martiré y Javier Ruda Bart (originarios del Estudio Aguirre Saravia) en sintonía con el señor Herrera, hombre de Gustavo Arribas. Un grupo de tareas.
La Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Inteligencia citó a De Stéfano, pero la pandemia por ahora dificulta escuchar su voz. Sin embargo, el agente Martín Coste fue lapidario contra Arribas y Majdalani. Pese a ello, el juez Juan Pablo Augé lo llamó a indagatoria. Encima Coste está sumariado. La interventora de la AFI, Cristina Caamaño, lo denunció por las fichas de periodistas durante el G20 de 2018 junto a un tal Carlos (no Juan) Tonelli Banfi, Macri, Arribas y Majdalani. Tonelli Banfi sería el ex cuñado de Gabriela Michetti y no su ex pareja, como dije cometiendo un error.
Pero Coste le dijo a su entorno que no tuvo nada que ver con esa "consulta de fuentes abiertas" de las fichas y que ese desastre dependía del área de Exterior de la AFI. La misma división que se responsabilizó de Dalmau Pereyra, tras el fracaso de la opereta del narcotraficante Ibar Esteban Pérez Corradi.
Dalmau Pereyra fue jefe de Contrainteligencia desde diciembre de 2015 hasta mediados de 2018, cuando fue eyectado a Chile con problemitas de viáticos. Lo reemplazó Coste hasta 2019. Nadie habla de De Stéfano en la Luna de los diarios dominantes. Porque es Angelici y es Macri.
De Stéfano brilló como un operador judicial en pleno apriete al juez Luis Carzoglio, en la causa contra Hugo y Pablo Moyano. Pero el fuero federal de Py, que usa jabón negro y sin Vívere, lo salvó en tiempo récord. La derecha no habla: ejecuta y condiciona, porque eso ha hecho en 200 años
Sucede que De Stéfano no sería ni una mosca verde sin el padrinazgo letal de Angelici y de los hijos originarios del Estudio Aguirre Saravia, doctores Martiré y Ruda Bart. Esos dos señores no tienen ningún problema a la hora de lapidar a alguien en Tribunales. Son destructores natos.
Ese estudio jurídico protagonizó algunas perlas negras (por aquello del alias de "Pirincho" y la memoria de Guillermo Nimo): defendió a dueños de countries, atacó la Ley de Comunicación Audiovisual y uno de sus cerebros dijo -hace tres semanas- que íbamos camino a 2001/2002.
La esperanza es una masa madre que se estira con el hambre. El juez Augé mandó al espía Ruiz a su casa y ahora festeja con pizza y champán, mientras el fiscal Diego Iglesias -con vínculos en la DEA- espera el expediente junto al procurador interino eterno, Eduardo Casal.
Todo es vanidad. Los viejos se nos mueren y atajamos la tormenta con las manos. La enfermedad del odio se expande por el aire, como el virus de la Covid-19. La OMS (Organización Mundial de la Salud) busca una respuesta desesperada. Somos la voluntad de estar vivos para contar estas cosas en un momento de desguace".
Por Juan Alonso