"En 2016, escribí el libro "Cambiando. El eterno comienzo de la Argentinas", cuando el presidente Mauricio Macri tenía 70% de imagen positiva. Desde la mirada de la comunicación política. Me preocupaba mucho la euforia y la gestión de expectativas. Y fui coleccionado apariciones mediáticas. Siempre con un doble sentido: la exageración del cambio. Expectativas desde un quiebre histórico. Casi mítico de tan bueno.
Jueves 15 de agosto de 2019 | 16:07
Macri: game over
"En 2016, escribí el libro "Cambiando. El eterno comienzo de la Argentinas", cuando el presidente Mauricio Macri tenía 70% de imagen positiva. Desde la mirada de la comunicación política. Me preocupaba mucho la euforia y la gestión de expectativas. Y fui coleccionado apariciones mediáticas. Siempre con un doble sentido: la exageración del cambio. Expectativas desde un quiebre histórico. Casi mítico de tan bueno.
Después fue el "tanteo" de medidas con argumentos estrafalarios. La comunicación como especulación. Pero llamaba la atención lo absurdo (y hasta cínico). Esta competía palo a palo con la medida de Moreno prohibiendo ingreso de libros por el plomo en la tinta.
El exceso de subjetividad en la crisis. El capítulo de gestión de crisis es por lejos la mayor deficiencia (pero muy y por lejos del gobierno). Jamás olvidaré cuando Macri dijo:"La autocrítica que me hago es que siempre he sido muy positivo". Fue el argumento que se ofreció como autocrítica tras la corrida bancaria de 2018.
La negación fue otra de las grandes características. Y tenía un claro abanderado (tiene, en realidad; el domingo se demostró).
Siguiendo con la gestión de crisis, la idea de mostrar fortalezas en plena debilidad. Otra constante que iba un paso más allá de la negación y que hoy se repite. Parece ser el rol de Pichetto en estos días: certificar legitimidad. Lo hizo Carrió otras veces.
Y es muy difícil explicar la comunicación de Cambiemos sin el rol de algunos medios. Hubo muchas estrategias. Muy orquestadas y variables. Pero algunas veces la evidencia sobrepasaba todo límite de ética profesional periodística.
O bien, si no concuerdan con la anterior, podría agregar este humilde aporte: premiar a un jefe de gabinete como CEO quizás haya sido lo más condenatorio para amplificar la crítica a la "ceocracia" por un largo rato.
FIN".
Por Mario Riorda Presidente de Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE)